Estados Unidos y Europa llevan a cabo en la actualidad una cruzada contra el terrorismo islámico, que ya ha cobrado miles de vidas en el mundo.
El coronel retirado, John Marulanda, experto en seguridad internacional, autor del libro Yihad en Latinoamérica y de Terrorismo, un delito inútil, señaló que el principal grupo terrorista islámico que opera en Latinoamérica es Hezbolá, aunque se tiene presencia esporádica de Isis y Hamas.
Aunque en Latinoamérica no ha habido una preocupación por estos grupos terroristas, actualmente en Estados Unidos y Europa llevan a cabo una cruzada contra el terrorismo islámico, que ya es responsables de la desaparición de miles de vidas.
De acuerdo al coronel Marulanda, en América Latina también “ha empezado a llegar este extremismo de manera sigilosa pero real”. Según su investigación, el interés del extremismo islámico en Latinoamérica se debe a la obtención de recursos del narcotráfico y a las recientes posiciones del Gobierno de Estados Unidos frente al acuerdo nuclear con Irán, además de la cercanía de Venezuela a los iraníes, teniendo en cuenta que viven en una República Islámica del Medio Oriente, y presuntamente a Hezbolá.
Marulanda sostuvo que “Hezbolá es una organización extremista islámica del Líbano, pero creada, apoyada y mantenida por Irán. Irán a su vez ha sostenido una larga relacion con el Gobierno chavista que le ha abierto las puertas no solo de Venezuela, sino de toda América Latina”.
En la presentación de su libro referenció documentales como El Palestino, recortes de prensa y noticias divulgadas en canales internacionales, sobre la relación presuntamente existente entre estos grupos islámicos con algunos sucesos en Latinoamérica. Por ello, EL MUNDO consultó al autor sobre su proceso editorial.
¿Cómo surgió la temática del libro y a qué público va dirigido?
Este libro surge a raíz de los Juegos Olímpicos Río 2016, donde yo era asesor contra terrorismo y tuvimos varios incidentes relacionados con lobos solitarios de Isis que habían amenazado atentar contra nosotros. Como se leyó el caso me llamó mucho la atención sobre cómo las células islámicas extremistas habían penetrado, no solo en Brasil, sino en toda América Latina.
Debido a mi trabajo tengo acceso a muchas fuentes de información e inteligencia y conduje este trabajo durante seis meses o siete meses. El producto es un libro que muestra de qué manera está infiltradas en todos los países de Latinoamérica células de Hezbolá, que lo han logrado gracias al apoyo del Gobierno de Venezuela.
El libro narra de qué manera una célula de Hezbolá fue capturada en el Sur de la Florida y el jefe de la célula vive aquí en Medellín.
El terrorismo islámico ha estado mucho tiempo en los medios de comunicación, pero no en Latinoamérica…
La pregunta que se hacen todas las agencias de inteligencia es si, dado que el extremismo está amenazando a Estados Unidos, está atacando a Europa y en África está presente, en América Latina ¿ellos van a llegar a hacer algo? De hecho ya lo han hecho, pero ahora están aprovechando las redes del narcotráfico y están obteniendo recursos, lavando dinero y obteniéndolo para enviar al Líbano y otros países donde están peleando: Siria, Irak.
Esa información no ha sido muy divulgada en estos países, ¿por qué se ha bloqueado?
No hay mucho interés. El análisis básico que hacen es que aquí los islamismas no vienen, pero resulta que sí están penetrando y eso es lo que el libro revela. De qué manera en todos y cada uno de los países existen esas células, de hecho en Medellín, en el Parque de la Luces, se está reuniendo un grupo de personas que están promoviendo la lectura del Corán. Entonces sí hay una avance paulatino del islamismo en la región.
En el libro se citan nombres de empresas cuyos empresarios han sido detenidos, extraditados, porque tienen vínculos con células extremistas, porque están lavando dinero que va para Hezbolá, Hamas y muy pocas veces para Isis. También se narra la relación que hay entre las Farc y Hebolá y el Isis del Magreb, que son los que cuidan los cargamentos que las Farc envían al centro de África.
En su desempeño como asesor, ¿qué tanto ha trabajado este tema en Colombia?
En Colombia muy poco, aquí estamos pendientes de otro tipo de amenazas, pero, siendo el primer productor de cocaína en el mundo, trabajando ese problema de la cocaína encuentra uno que hay muchas informaciones que vinculan a gente relacionada con estas organizaciones extremistas islámicas, vinculadas al narcotráfico.
De hecho cuando se hicieron los diálogos de El Caguán (entre 1999 y 2002) se encontraron documentos en árabe y la Embajada de Irán se comprometió a construir un frigorífico, hasta que inteligencia descubrió que quienes lo asesoraban al parecer eran del ejército más fuerte de Irán; y eso se suspendió. Es un tema que no llama mucho la atención en el país, pero está ahí y el objetivo del libro es mostrar hechos, informaciones de inteligencia para que estemos alerta.
¿Cómo fue el proceso editorial, desde que le surgió la idea y empezó a ejecutarla?
Fue un proceso de investigación documental, de investigación con diferentes agencias con las que yo trabajo a nivel mundial, que me pasaron gran cantidad de datos disponibles, los que se podía decir. Fue un análisis de comparar, para poner en el libro las información más válidas, no chismes ni rumores; organizarlo y mandarlo a una editorial.
Lo lanzamos en la Feria del Libro pasado y se ha vendido muy bien en México y Argentina, en Colombia también se ha vendido relativamente bien y bueno ahí queda como documento de consulta para la gente que le interese el tema.