El ministro japonés de Asuntos Exteriores, Fumio Kishida, y el consejero de Estado chino, Yang Jiechi, se reunieron este martes en Tokio para buscar cómo ejercer presión sobre Corea del Norte.
El presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, y el primer ministro nipón, Shinzo Abe, acordaron este martes reforzar las sanciones sobre Corea del Norte y descartaron por ahora iniciar el diálogo con este país, en una conversación telefónica.
Los líderes de los países vecinos apostaron por estas medidas para hacer frente a las continuadas provocaciones armamentísticas de Pyongyang, durante una conversación de veinte minutos mantenida al día después del nuevo ensayo de misiles norcoreano, el noveno en lo que va de año y el tercero en apenas tres semanas.
Abe y Moon coinciden en que esta serie de desafíos es "intolerable" y confirmaron que como respuesta estrecharán la cooperación trilateral junto a Estados Unidos, señalaron fuentes del Ejecutivo nipón a la agencia local Kyodo.
Ambos líderes acordaron la necesidad de imponer sanciones adicionales, mientras que Moon señaló que "ahora no es el momento para dialogar" con el régimen que lidera Kim Jong-un, según dijo el portavoz del presidente surcoreano, Park Soo-hyun.
Moon, no obstante, destacó que la meta última de las sanciones y la presión sobre Pyongyang "es devolverle a la mesa de negociaciones para que abandone su programa de desarrollo nuclear", señaló su portavoz en declaraciones a la agencia Yonhap.
Las repetidas pruebas de misiles de Corea del Norte parecen querer enviar a Seúl el mensaje de que la doble vía que defiende Moon no arrojará mejores resultados que los cosechados por las administraciones conservadoras que han gobernado en el Sur durante la pasada década.