A pesar de las condenas de la comunidad internacional, el régimen de Kim Jong-Un sigue aumentando día a día su poderío militar.
Corea del Norte demostró que su programa armamentístico es cada vez más sofisticado. El pasado martes, lanzó un misil balístico intercontinental capaz de alcanzar Alaska, según la agencia estatal de noticias de ese país, la cadena KCTV. La presentadora del canal, Ri Chun-hee, precisó que se trataba de un misil Hawsong 14, que alcanzó una altura de 2.802 kilómetros y recorrió 933 km en 39 minutos.
El líder supremo norcoreano, Kim Jong-Un, dijo a principios de este año que su país tenía ICBM (Mísiles Balísticos Intercontinentales, por sus siglas en inglés), capaces de portar ojivas nucleares. Sin embargo, su existencia estaba en duda.
Por primera vez, Pyongyang demostró que puede atacar Estados Unidos desde su territorio. Si el misil tiene las características dichas por Corea del Norte, sería capaz alcanzar Alaska sin necesidad de desplazar tropas.
Como respuesta, el Ejército norteamericano llevó un misil similar al mar de Japón “por desestabilizar y hacer acciones por fuera de la ley”, según reveló el Comando del Pacífico de las Fuerzas Armadas de EE. UU. en un comunicado. Corea del Norte no se ha pronunciado, pero es impredecible saber cómo el régimen de Kim Jong-Un reaccionará ante este movimiento.
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“¿No tiene este tipo nada mejor que hacer con su vida? Difícil creer que Corea del Sur y Japón vayan a aguantar mucho más. Quizá China haga un movimiento de peso en Corea del Norte y pare este sinsentido”, advirtió, vía Twitter, el presidente de Estados Unidos, el republicano Donald J. Trump.
Sin embargo, el entusiasmo del mandatario estadounidense con China para boicotear el proyecto armamentístico de Pyongyang demoró poco. El mandatario chino, Xi Jinping, afirmó que EE. UU. “estaría solo” si iba a la confrontación directa con los norcoreanos.
En la década de los 70, en plena Guerra Fría, Corea del Norte comenzó su carrera armamentistica, lanzando misiles capaces de alcanzar con facilidad Corea del Sur y Japón.
Este año, el régimen ha lanzado 11 misiles. De esos lanzamientos, tres han caído en el mar del país nipón, implicando una violación a la soberanía de ese país, que carece de poder militar y cuya defensa está a cargo de EE. UU.
Ahora, si se prueba que el misil Hawsong 14 tiene capacidad de portar ojivas nucleares, Trump deberá ser más cauto en sus movimientos militares contra Corea del Norte.
La amenaza de un conflicto nuclear ejercería presión sobre Trump y su equipo de seguridad, al que no le conviene, desde ningún punto de vista, entrar en una confrontación directa con el régimen de Kim Jong-Un, por lo que, problamente, solo usarán la estrategia de sanciones y bloqueos, que, evidentemente, no ha privado al régimen de seguir con su programa armamentístico.
Como lo dijo el secretario de Defensa estadounidense, William J. Perry, el miedo radica en que Kim Jong-Un lance un ataque preventivo en la costa oeste de Estados Unidos.
Esto implicaría un suicido para la Nación comunista, según expertos, contrario a la supervivencia que siempre ha demostrado Kim en cinco años de poder.
Trump no previsualizó, en la campaña presidencial, lo cerca que estaba Corea del Norte de alcanzar su meta de crear un ICBM ni las limitaciones que tendría su gobierno para detenerlo.
La carrera armamentística de Corea del Norte se formó después de la firma del armisticio que finalizó las hostilidades de la Guerra de Corea, en 1953, que dividió la Nación en dos. La del norte, de ideología comunista y apoyada por la antigua Unión Soviética (Urss), y la del sur, protegida por Estados Unidos.
Los norcoreanos usaron como caballo de batalla su capacidad nuclear y militar para intimidar a sus países vecinos, particularmente a Japón y Corea del Sur.
El contexto geopolítico de Asia oriental después del armisticio aún se mantiene.
A través de la teoría de la disuasión nuclear, usada por EE. UU. y la antigua Urss para imponer sus condiciones sobre el rival, Corea del Norte impide una intervención militar de cualquier potencia extranjera. En otras palabras, la estrategia de la disuación nuclear les ha servido a la perfección.
Así lo cree Andrés Felipe Giraldo, máster en Relaciones Internacionales y docente de la Universidad de Medellín. “La teoría de la disuasión nuclear dice que un Estado puede tener las armas, pero es poco probable que las utilice. Es una manera de ejercer presión sobre el enemigo. A Corea del Norte le está funcionando a la perfección y sabe que Estados Unidos no podrá intervenir como lo ha hecho con Libia, Afganistán o Siria”, argumentó el docente.
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De esta manera, Corea del Norte logra disuadir a EE.UU. de una intervención, a pesar estar en la lista de los países del Eje del Mal, creado por el expresidente Geoge W. Bush, junto con países como Irak y Libia, donde el Gobierno de estadounidense intervino militarmente, derrocando a sus líderes y dejando a esos países en conflictos armados con graves consecuencias humanitarias.
China es el principal socio comercial del régimen norcoreano, con el cual negocian el 85% de las importaciones. Asimismo, el 83% de las exportaciones van al gigante asiático, siendo el único destino comercial estable para Piongyang. La principal mercancía exportada es el carbón, que es el responsable del 34% de las ganancias. Asimismo, el 20% de las utilidades por las exportaciones de esta materia prima están destinadas al programa militar.
Por lo tanto, es lógico que China se oponga a las sanciones unilaterales y al bloqueo económico de Estados Unidos hacia su aliado comunista.
Para el profesor Gustavo Soto, experto en geopolítica y docente de la Universidad de Antioquia, “el Partido Comunista Chino tiene claro la importancia de una Corea dividida. Para ellos, la unificación no es conveniente, porque, desde el punto de vista geopolítico, el territorio de Corea del norte es un puente hacia el oriente”, afirmó el profesor.
Sin embargo, el 18 de marzo pasado, las autoridades chinas declararon que suspenderían por completo la recepción del carbón norcoreano. La medida buscó endurecer la presión internacional sobre Kim Jong-Un para que abandone su programa armamentista.
“A pesar de esas acciones, China seguirá siendo un socio estratégico de Pyongyang. Con Corea del Norte como aliado, la frontera china se corre hasta el párelo 38 (frontera con Corea del Sur). En caso de una unificación de la península coreana, pasaría lo mismo que con Alemania, en la que la parte occidental, capitalista, se tragó a la oriental, comunista. La Corea unificada sería capitalista, lo que implica que China perdería ese aliado”, afirmó Soto.
En cualquier caso, a pesar de las sanciones económicas y condenas dialécticas al programa nuclear por parte del gobierno de Xi Jinping, es poco probable que cambien su posición. El interés en las materias primas, así como la ubicación estratégica del país de Kim Jong-Un, influenciarán para que Pekín se mantenga al margen de cualquier conflicto.
Trump, en cinco meses de administración, ha demostrado que es impredecible. Sin embargo, para Soto, el mandatario estadounidense no actuará en deterioro de la economía de su país.
“Emprender una guerra contra Corea del Norte saldría tan costoso que Trump, a pesar de su discurso guerrerista, evitará de cualquier manera. Lo que hará es seguir hostigando económicamente y hacer movimientos militares. Para que haya un conflicto directo, tiene que ser Corea del Norte el que ataque primero”, manifestó el experto.
Giraldo coincidió en afirmar que Trump buscará sanciones económicas en la cumbre del G20, que reúne a las potencias económicas del mundo.
Sin embargo, los norcoreanos han demostrado que, pese a las condenas de la comunidad internacional, pueden sobrevivir con esas sanciones.
“EE.UU. aumentará su Ejército en el mar de Japón. Aquí lo que hay también es un juego propagandístico gigante. Esa región no tiene gran riqueza en cuanto a recursos naturales, comparado con los países africanos o de Medio Oriente, pero quien logre imponer sus condiciones, demostrará su verdadero poderío geopolítico”, afirmó el docente Giraldo.
Hasta ahora, Rusia negó que el ensayo del martes haya sido un ICBM. Tampoco se sabe la verdadera capacidad del sistema antimisiles estadounidense, que, según expertos, es, junto con el israelí y el ruso, el más eficaz del mundo.
Kim no tienen interés en abandonar su poderío. El Ejército estadounidense estudiará de cerca los intentos de instalar una ojiva nuclear en los misiles de largo alcance. Es decir, esos capaces de superar los 5000 km.
Por ahora, Estados Unidos no podrá intervenir como lo hizo con Muammar al Gaddafi, en Libia, o contra Saddam Hussein, en Irak.
El presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, se reunió con el primer ministro de Japón, el derechista Shinzo Abe, y con el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, en un encuetro trilateral durante la cumbre de los países del G20, en Hamburgo, Alemania, en el que instaron a China a endurecer las sanciones contra Corea del Norte, en medio de protestas de movimientos anticapitalistas que se oponen a la reunión de los líderes mundiales.
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El G20 es un grupo de 20 países industrializados responsables de aproximadasmente el 90% del rendimiento económico mundial. Si bien se trata de una reunión informal, las decisiones suelen tener un alto impacto en la economía mundial.
Miembros: Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, India, Indonesia, Italia, Japón, México, República de Corea, Rusia, Arabia Saudita, Sudáfrica, Turquía, el Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Europea.