Durante una de las épocas más atractivas para el comercio ilegal de animales silvestres, Corantioquia se preparo identificando los puntos que concentran mayor número de traficantes y concienciando a los viajeros para rechazar esta práctica.
La Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia (Corantioquia) informó que ya tiene identificadas las zonas de alto riesgo para el tráfico de fauna silvestre durante este puente festivo, y recordó que vender o comprar especies no domésticas genera sanciones y penas legales dependiendo de la gravedad del daño causado a la ecología local.
De acuerdo con el director general de Corantioquia, Alejandro González Valencia, las áreas más concurridas por los traficantes se ubican sobre las rutas que conducen del departamento antioqueño hacia la costa atlántica. “es normal que cuando la gente viene de la costa por carretera, bien sea desde Coveñas, Cartagena o Santa Marta, en todas esas vías les ofrezcan animales. Ahí pueden ofrecer tortugas, guacamayas, loros y hasta osos perezosos, entonces los ciudadanos pueden terminar comprando estas especies por pesar, aunque no se debe hacer”.
González explicó que reiteradamente los viajeros suelen comprar la fauna por lastima hacia las especies al verlas cautivas, o incluso, porque pueden considerar que así logran ayudarles. “Pero se debe recordar que por cada animal comprado, murieron diez en el camino. Cuando uno compra una especie silvestre está fortaleciendo la red de tráfico, incentivando a que sigan sacando fauna de su hábitat y lo más probable es que ese animal comprado también fallezca por varias circunstancias”.
Una de las razones por las cuales las especies no domésticas pierden la vida al ser tomadas como mascotas, según el director de la entidad ambiental, es porque precisamente están adaptadas a su entorno natural; al ser trasladadas a casas o apartamentos muy pocas veces logran ajustarse a las nuevas condiciones, y de igual manera, la alimentación inadecuada termina por causar la muerte a estos animales.
“A pesar de que las intenciones sean las mejores, y se les suministre una ‘buena alimentación’, en realidad esa no es la dieta apropiada para ellos, por consiguiente morirán, especialmente cuando están pequeños todavía”, subrayó González.
Y agregó además que estos animales pueden transmitir algunas enfermedades a los niños, dada su procedencia de territorios agrestes. Por ello, recomendó a los viajeros declinar a la compra de fauna silvestre, por conciencia con el medio ambiente y para evitar las sanciones que acarrean este tipo de prácticas.
“Son tres diferentes sanciones aplicables a quienes compran o venden fauna, y pueden darse de manera simultánea. La primera es el decomiso del animal; segundo, la sanción administrativa, que consiste en aplicar una multa dependiendo de las características de la especie y de la cantidad tomada de su hábitat, y por último, la más compleja es la sanción penal de entre cuatro y ocho años, si acaso la especie está en peligro de extinción”, precisó el director de la entidad.
Con el ánimo de disminuir el impacto del tráfico de especies silvestres, Corantioquia inició una campaña de sensibilización con el apoyo de los terminales de transporte ubicadas en la ciudad de Medellín. “Solo para este fin de semana tenemos dispuestos más de quince operativos en todas las vías de acceso al valle de Aburrá. Estamos coordinados con el Área Metropolitana y en las zonas rurales con Policía Ambiental y de Carreteras”.
“Los viajeros pueden reportar venta de fauna silvestre a cualquier policía de carreteras o también en los peajes. Nosotros tenemos la capacidad de atender las denuncias y desplazarnos hasta cualquier sitio dentro de nuestra jurisdicción para ir a decomisar un animal y hacer el operativo de manera inmediata”, afirmó el director de Corantioquia.
El director de la Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y San Jorge (CVS) Rafael Espinosa Forero, manifestó que hay un diálogo interinstitucional con su homologo antioqueño, Corantiouia, para controlar el paso de especies silvestres en territorio limítrofe entre Córdoba y Antioquia. “Los puntos críticos para el tráfico de fauna aquí son tres: Buena Vista, Altos de Polonia y Colomboy. Nosotros implementamos un programa llamado Soy Salva fauna, y difundimos el mensaje de conservación en diferentes medios”.
“Obviamente necesitamos de la cooperación de los ciudadanos para poder atacar a los traficantes que salen a las vías para expender animales silvestres. Si los viajeros no reportan los puestos de venta ilegal de animales la policía no podrá intervenir para incautar la fauna. El año anterior durante la misma época, pudimos decomisar al rededor de 4.000 especies en manos de los traficantes”, señaló Espinosa.