Aprobar esta definición volvería contradictorio al término
1. Motriz
El adjetivo “motriz” y todos sus derivados (automotriz, psicomotriz,, electromotriz, locomotriz…) son formas femeninas; expresiones como sector automotriz, grupo automotriz o sistema motriz, son un grave error de CONCORDANCIA.
Dado que motriz y las palabras compuestas con ese término, como automotriz o psicomotriz, son femeninas, no es adecuado emplearlas junto a sustantivos masculinos, como “sistema, sector o desarrollo”; lo recomendable es escribir sector automotor, grupo automotor, centro automotor.
2. Comiquero
Es un término que en español se utiliza como sustantivo para aludir al aficionado y al creador de los cómics; y como adjetivo, para referirse a todo lo relacionado con el mundo del cómic, ejemplo de la RAE: Arce Gutiérrez es un comiquero a tinta china.
Según la Nueva gramática de la lengua española, el sufijo -ero se utiliza para designar oficios y ocupaciones; por ello, es correcta la palabra comiquero.
El Diccionario de uso del español (DUE) de María Moliner dice que este sufijo forma también «adjetivos que significan ‘relación’ o ‘pertenencia’ con respeto al sustantivo al que se añaden: maderero, petrolero».
Por tanto, gramaticalmente, comiquero es palabra correcta, por lo que no necesita el uso de comillas ni de cursiva.
3. Cómics
La palabra cómics (plural de cómic) se escribe también con tilde por ser una palabra llana acabada en varias consonantes.
Las normas ortográficas de las Academias de la Lengua establecen que se acentúan las palabras llanas que no acaban en vocal, en n o en s, pero estas últimas, únicamente si no forman parte de un grupo consonántico, es decir, si van precedidas de una vocal; dado que cómics acaba en dos consonantes, aunque la segunda sea s, ha de tener tilde.
No se acentúan por ser palabras agudas acabadas en grupo consonántico: esnobs, tuaregs, Orleans, icebergs.
4. Bizarro
Se usa cada vez más. La mayor parte de las veces, para calificar algo extraño, grotesco o extravagante.
Sin embargo, su uso no coincide con lo que definen los diccionarios; hasta la Real Academia Española desaconseja que se use en este sentido…
La RAE dice de bizarro: 1. adj. valiente (esforzado) 2. adj. Generoso, lucido, espléndido.
El Diccionario Panhispánico de Dudas, también de la RAE, condena dicho uso:
Debe evitarse su empleo con el sentido de ‘raro o extravagante’, calco semántico censurable del francés o del inglés: bizarre, donde significa ´raro, extraño, estrambótico´ Tampoco debe emplearse bizarría con el sentido de ‘rareza o extravagancia’.
Y el Diccionario de María Moliner lo tolera como tercera definición:
Se encuentra alguna vez usado en el periodismo con el sentido del “bravo” clásico que tiene en francés: extravagante, sorprendente o gracioso: “¡Bizarra idea!”.
Para la lingüista Castro, aprobar esta definición volvería contradictorio al término:
Esa nueva definición de bizarro, proviene del inglés bizarre, que significa `grotesco´ o `raro´.
Se oye y lee con mucha frecuencia, en boca de los jóvenes y, lamentablemente, en las páginas de muchos medios periodísticos (me explican que hay una “cultura bizarra”), pero, si llega a imponerse, va a terminar por eliminar el sentido propio de la palabra, pues la lengua no puede tolerar semejante contradicción. Y es posible que los chicos ya no canten en la escuela la marcha “Mi bandera”.
En el Diccionario español de sinónimos y antónimos, consultor didáctico, leemos:
“Bizarro: Adj. (de una presencia, porte…) apuesto, arrogante, gallardo, galán; (de un militar…) valiente, bravo, arrojado, intrépido.
El Diccionario de dudas de Manuel Seco, dice: “Bizarro: El vocablo francés ´bizarre´ no se traduce ´bizarro´ sino ´extravagante´.
El verdadero significado del español ´bizarro’ es: ´valiente´.
El Diccionario Larousse registra:
“Bizarramente: con bizarría.
Bizarrear: Ostentar bizarría
Bizarría: Gallardía, valor; generosidad, lucimiento. Observación: es galicismo en el sentido de: extravagancia, capricho. Se contrapone a: cobardía”.
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Felicitaciones a la Litografía Grafoprint por sus cincuenta años de fructífera vida haciendo conocer, mediante bellísimas ediciones, obras de valía, relacionadas con todos los temas de la ciencia, del arte, de la literatura. Sus gerentes, los hermanos Óscar y Guillermo Velásquez Tamayo saben bien de mi admiración y mi cariño.