Embajadores de países que conforman la máxima instancia de la ONU realizarán este viaje para respaldar la apuesta por la paz de Colombia.
El Consejo de Seguridad de la ONU viajará en los próximos días a Colombia para ver sobre el terreno el desarrollo del proceso de paz y dar un claro respaldo a la apuesta del Gobierno y de las Farc por el fin del conflicto. "Nos parecía que era necesario acompañar a los colombianos en esta (...) feroz apuesta por la paz", dijo a Efe el embajador de Uruguay ante Naciones Unidas, Elbio Rosselli, que encabezará la comitiva.
Uruguay, que preside en mayo el Consejo de Seguridad, es el principal impulsor de esta visita, con la que el máximo órgano de decisión de la ONU quiere dar una señal de apoyo a lo que considera uno de los grandes éxitos para la paz en los últimos años.
Para Rosselli, Colombia "es la buena noticia del Consejo de Seguridad" y un asunto en el que, a diferencia de otras cuestiones, "no ha habido la menor discrepancia" entre los quince Estados miembros. El pasado año el Consejo aprobó la creación de una misión para apoyar la verificación del alto el fuego y el desarme en el país latinoamericano y por ahora hace un análisis muy positivo del avance del proceso.
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Aunque se han visto algunos "contratiempos", según Rosselli lo fundamental es el compromiso que siguen demostrando tanto el Gobierno como las Farc y su voluntad de tratar de cumplir con los plazos previstos.
"En un mundo en el cual parece que la gente anda buscando excusas para tener conflictos, nos resulta una tarea muy enaltecedora encontrar que haya gente que está porfiadamente buscando la paz", apuntó. Con ambas partes se verán los miembros del Consejo de Seguridad durante su viaje a Colombia, donde estarán desde la noche del próximo miércoles hasta el viernes.
Trece de los quince países enviarán a Colombia a sus embajadores titulares ante la ONU, con las excepciones de EE.UU -por problemas de agenda de la representante, Nikki Haley- y Rusia, cuyo representante principal falleció este año y aún no ha sido sustituido oficialmente.
El programa de la visita será, según el embajador uruguayo, "muy corto, pero muy intenso". El jueves los representantes de los quince países se verán en Bogotá con el presidente colombiano, Juan Manuel Santos; el vicepresidente, Oscar Naranjo; y con ministros del Gobierno, así como con dirigentes de las Farc y representantes de la sociedad civil. Al día siguiente, visitarán una de las zonas veredales donde se han concentrado los guerrilleros para su desmovilización, con el fin de conocer de primera mano cómo se está implementando el acuerdo de paz y el trabajo de los observadores de Naciones Unidas.
En su último informe sobre Colombia, publicado en marzo, el secretario general de la ONU, António Guterres, alabó los progresos en el proceso de paz, aunque advertía de la necesidad de avanzar urgentemente en algunas áreas clave. Para Rosselli, las dificultades que se han visto hasta ahora, por ejemplo en la preparación de las zonas veredales, son "clásicas" de este tipo de procesos, pero el Consejo de Seguridad está interesado en observar cómo se resolvieron o cómo se pueden resolver.
Sobre las críticas al proceso de la oposición colombiana liderada por el expresidente Alvaro Uribe, el representante uruguayo recordó que Colombia está entrando ya "en un periodo preelectoral" y consideró normal que en una democracia se discutan estos asuntos.
"Lejos está de la intención del Consejo de Seguridad o de ninguno de sus miembros interferir con ese proceso", aseguró antes de subrayar que Naciones Unidas se limita a dar apoyo a los acuerdos de paz en los ámbitos pactados con Colombia: el alto el fuego y el abandono de las armas.
Preguntado por un posible efecto de la crisis en Venezuela sobre el proceso de paz, Rosselli confió en que eso no ocurra y dijo tener la sensación de que tanto el Gobierno de Bogotça como las Farc "han procurado evitar toda contaminación, entre comillas, proveniente de la situación política de Venezuela". "Pero todas esas cosas son muy frágiles", recordó el diplomático uruguayo.