El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, aseveró hoy tras el Consejo de Seguridad de la organización, realizado hoy en Nueva York, que el proceso de paz de Colombia con las Farc se ha puesto en prueba ya que persiste la violencia en zonas de conflicto.
“En el período sobre el que se informa han ocurrido muchas cosas que ponen a prueba y, en última instancia, reafirman el proceso de paz en Colombia. Ha sido un período de prolongada incertidumbre política, agravada al menos por dos problemas: la persistente violencia en las zonas de conflicto y la creciente agonía en la aplicación y vigilancia del protocolo de cese al fuego”, precisó secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, tras culminar el Consejo de Seguridad hoy en Nueva York.
Guterres indicó que existe hasta el momento una “creciente agonía” sobre la aplicación del proceso y en la vigilancia del protocolo de cese al fuego durante la implementación de los mismos.
Se conoció además que otros de los elementos por lo que se ha puesto en prueba el proceso es por la negación de varios comandantes de las Farc ante la paz, lo que, de acuerdo con la ONU, refleja la posición de la guerrilla.
“Eso nos recuerda que la transición del conflicto a la paz en Colombia se enfrenta a dificultades singulares, entre ellas una situación constante de inseguridad en las zonas rurales desatendidas por las instituciones del Estado, una economía ilícita en pleno auge y unas profundas fracturas sociales, económicas y políticas heredadas de una larga historia de conflicto. Un ejemplo concreto de los problemas a los que se enfrenta el país en su transición hacia la paz es que algunos grupos armados, paramilitares o de otro tipo se mueven hacia zonas abandonadas por las Farc-ep, donde quizás puedan intentar establecer violentamente su control”.
“Es importante tener en cuenta que las disposiciones del acuerdo de paz van más allá de las disposiciones relativas al cese al fuego y la dejación de las armas y comprenden medidas como la reforma rural, la lucha contra las drogas ilícitas y la ampliación de garantías para lograr una participación política inclusiva”, puntualizó el informe de la ONU.