- Es preciso prohibir durante, al menos, cincuenta años, la divulgación y el uso de simbología,
- Es preciso prohibir durante, al menos, cincuenta años, la divulgación y el uso de simbología, himnos e insignias alusivos a los grupos ilegales desmovilizados. Los diseños y la ubicación de los monumentos del posconflicto deberán ser elegidos por las víctimas y no podrán hacer apología a los victimarios.
- En el caso de los miembros de grupos ilegales que suscriban acuerdos con el Gobierno Nacional, los máximos responsables no podrán ser eximidos por desconocimiento o falta de control sobre sus subordinados cuando estos hayan actuado con ocasión o en relación directa o indirecta con el grupo o por conductas donde la existencia del grupo ilegal haya sido la causa de su comisión o haya jugado un papel sustancial en la capacidad, decisión, manera o en el objetivo del perpetrador para cometer el delito.
- No pueden estar habilitados para ser designados como empleados públicos o trabajadores oficiales o para celebrar personalmente, o por interpuesta persona, contratos con el Estado los miembros de los grupos armados organizados al margen de la ley que hayan suscrito un acuerdo de paz con el Gobierno o se hayan desmovilizado individualmente, que sean máximos responsables de crímenes de lesa humanidad, genocidio o crímenes de guerra.
Con la misma cohesión, coherencia e independencia con que hemos librado otras batallas a lo largo de este proceso de paz, las víctimas defenderemos estas propuestas, cuya aprobación es la última esperanza que nos queda antes de tener que deplorar que las tres ramas del poder en Colombia, autistas, incapaces de hacer frente a los problemas más urgentes del país, hayan quedado sometidas a los autores de los crímenes más atroces que haya conocido nuestro continente, y no al contrario, como sería lógico en cualquier Estado de Derecho. Como decía Montesquieu, el padre del equilibrio de poderes: “No existe tiranía peor que la ejercida a la sombra de las leyes y con apariencias de justicia”.
Tenemos fe en que el Senado, a la hora de debatir, tendrá en cuenta que el apoyo al proceso de paz no puede partir de obviar a las víctimas y que, si los derechos de estas no son garantizados, el éxito del proceso tampoco podrá serlo.
*Presidenta honoraria Federación Colombiana de Víctimas de las Farc
Codirectora del Partido Liberal
94 muertos dejó terremoto de magnitud 6,5 en Indonesia