Este 28 y 29 de septiembre los liberales despejarían en gran parte su norte político, electoral, jurídico, programático y estatutario durante su Congreso Nacional Liberal, en Bogotá.
Como hoy en Colombia los partidos políticos están en una crisis profunda, acentuada por la corrupción, obviamente a esa tajante realidad no escapa el Partido Liberal.
En ese marco, esta histórica colectividad realizará esta semana en Bogotá su VII Congreso Nacional en medio de muchas dificultades.
Esa Convención o Asamblea se realizará este 28 y 29 de septiembre paralela a la ya muy intensa campaña electoral para los comicios legislativos y presidenciales, instancias en las cuales el liberalismo colombiano hace rato que no tiene el poder de antes y no es mayoría.
Muy atrás quedó en el recuerdo ese partido de los casi seis millones de votos, hoy reducidos a escasos dos millones y con la tendencia a la baja.
Y aunque algunas optimistas encuestas todavía registran que es el partido con mayor simpatía en Colombia, la verdad es que en el país lo que impera todavía son las ideas liberales, pero no asociada a esa formación política.
Reconocidos dirigentes liberales como Ramón Elejalde Arbeláez, Armando Estrada Villa, Rodolfo Correa Vargas y Jairo Gallego Berrío están tan desencantados de su partido que, aunque están facultados para asistir, no concurrirán a la máxima cita roja.
Elejalde no se tuvo que extender mucho para pintar la coyuntura y dijo que con urgencia el Partido Liberal, con motivo de su Congreso, debe ser objeto de una reingeniería o de lo contario va camino a desaparecer.
Pero agregó que por lo que está viendo, el Congreso Nacional no va a hacer nada por mejorar la suerte de este partido.
Por su parte, Estrada Villa es aún más duro y hasta lapidario. El exministro definió la crisis liberal como una colectividad carente de programas y de ideología, y en la que las ideas ya poco cuentan.
“El liberalismo ya no sabe que quiere hacer con su influencia si tiene el gobierno o con su influencia en el Congreso de la República”.
Además es un partido víctima del clientelismo que se lo tomó y los únicos que lo siguen son las clientelas.
También perdió el contacto con la opinión pública y está inmerso en un proceso enorme de corrupción. “Nunca había habido antes en el país tanta corrupción como ahora, nunca un presidente como Santos había ampliado tanto la corrupción con los cupos indicativos. ¿Y dónde está la crítica del Partido Liberal a esto? ¿Dónde está su posición frente a la corrupción? El partido está metido en ella”.
Para este docente en ciencias políticas, su partido ya no tiene democracia interna, porque se parlamentarizó, perdió todo contacto con grupos sociales, se olvidó de las juventudes y también de los sindicatos y solo se mueve bajo el interés de los congresistas, en lo cual él interés es solo el clientelismo y el de hacerse reelegir.
Los liberales ya no fiscalizan, lo que antes hacían incluso aún perteneciendo al Gobierno, criticando los malos comportamientos, pero hoy ya es un partido enmudecido, se le perdió la capacidad de crítica y permanece callado frente a los gobiernos por solidaridad clientelista.
Entre tanto, el profesor Rodolfo Correa, de una fuerte formación socialdemócrata, tampoco ve nada positivo en la actual encrucijada liberal.
En su criterio hoy no queda sombra del Partido Liberal. “Quienes lo manejaron en la última década lo dejaron en ruinas. Hicieron de la colectividad de Gaitán y Uribe Uribe una franquicia que se alquila a quien ofrezca puestos y contratos para los señoritos delfines bogotanos o para los caciques regionales dispuestos a fungir como siervos de alquiler a los gamonales que se creen propietarios de la marca”.
Y remató diciendo que el Partido Liberal es hoy solo un bello recuerdo de quienes “amamos las causas y no los puestos ni los contratos”.
Y el también liberal de todos los días, el abogado Jairo Gallego Berrío, dijo que no obstante todos los esfuerzos de los dirigentes tendientes a acabarlo, al antes glorioso Partido Liberal, el del pueblo y el de las bases sociales, no han podido exterminarlo.
“La fuerza popular que existe por inercia permanece esperanzada en que su dirigencia piense más en el partido que en sus egos. Que reaccionen y le enderecen el rumbo al liberalismo, a diferencia de la tumba donde en la actualidad lo están llevando. Mucho cacique, mucho jefe, mucho oropel y poco compromiso con quienes los eligen. El pueblo Liberal ha sido superior a su dirigencia, así suene a muletilla”.
Reclamó que el Congreso Liberal consulte a sus bases y que la escuche, que dejen de utilizar esas masas populares sólo para que los elijan. Sin demasiada emoción, me gustó lo ocurrido en la convención de Antioquia, al menos es un asomo de participación del pueblo.
Una nueva constituyente
Y aunque Estrada Villa recalcó que el Partido Liberal se divorció de las juventudes, hay sangre fresca que aún cree que todavía hay tiempo para rescatar a ese partido del marasmo al que lo llevaron.
Uno de esos jóvenes que quieren hacer liberalismo y asistirá al Congreso del próximo jueves y viernes, es Andrés Mesa Valencia, una de las revelaciones liberales en Antioquia y quien contra todos los pronósticos y el manejo vertical que se le da al partido, hoy funge como presidente del Directorio en Medellín y hace parte de una generación que aún cree que hay partido.
Este joven abogado, que se viene abriendo paso entre el fuerte parlamentarismo, es muy optimista y dijo que el Congreso Liberal es la oportunidad para que su partido envíe un mensaje de renovación y de cambio a toda la sociedad colombiana y de paso presentar unas candidaturas fuertes para el proceso electoral de 2018, para que vuelva a haber un presidente liberal, para que se confeccionen listas sólidas al Senado y a la Cámara, pero en la medida que no sigan eligiendo a los mismos con las mismas.
Los jóvenes como él reclaman una nueva directiva nacional liberal y que se aprueben unos estatutos legítimos, legales y abiertos que estén acordes a los postulados de la Internacional Socialista y a la socialdemocracia.
Pero lo jóvenes, reunidos recientemente en Medellín, por medio de los presidentes de las Asambleas Departamentales de Juventudes Liberales, llevan a la Convención la propuesta de realización de una nueva constituyente liberal que aglutine en forma participativa y pluralista a todos los sectores sociales, para que haya una refundación del Partido Liberal.
La agenda
En mecánica política, el Congreso Liberal presenta un orden del día con cuatro temas básicos:
1. Selección del mecanismo para elegir al candidato presidencial.
2. La reforma a los estatutos lo viene trabajando a escondidas una comisión redactora.
3. Cumplimiento con la sentencia del Consejo de Estado en el campo estatutario.
4. Elección de la directiva nacional para dos años, que puede ser única y plural.