El trasegar de los humanos por el planeta, está lleno de vicisitudes. El camino no es precisamente un sendero de rosas, pero muchas de las veces, los humanos nos las sabemos complicar, pues luego de dar algunos pasos hacia adelante, salimos con las sorpresas de desandar los pasos y perder así el tiempo y la experiencia invertidos y adquiridos, en el entendido que cada cual, ve la realidad y se aproxima a ella, de acuerdo con sus intereses. Por lo tanto, los comentarios y reflexiones que vamos a plantear son obviamente, subjetivos.Después de varios decenios de ser declarada como Museo y además Patrimonio de la Humanidad, y después de haber sido aceptadas estas condiciones por todas las religiones interesadas, el controvertido gobierno turco de Erdogan, declara que Santa Sofía (Aya Sofya) en Estambul, vuelve a ser mezquita después de 86 años, volviendo a alborotar el avispero de los fanáticos de todas las religiones, fanatismo que siempre ha estado ahí y que no requiere sino de una buena excusa para explotar. La buena excusa está servida. ¡Amanecerá y veremos!En lo local, la nueva Constitución Política abrió la posibilidad de la dosis mínima de consumo de marihuana, el actual gobierno la frena a través del nuevo Código de Policía y hoy los altos tribunales vuelven a aceptarla. ¡Qué pérdida de tiempo y qué falta de sindéresis!Se anuncia por parte de EPM que su planta piloto Jepírachi en la Guajira, funcionará hasta el 2023, noticia, que nos deja apesadumbrados, ya que la energía eólica es una de las mejores alternativas para la producción de energía limpia. Razones técnicas y financieras debe tener EPM para tomar esta decisión que esperamos sea compensada con el montaje de un nuevo campo eólico ya no como piloto, si no como planta de producción de energía limpia en propiedad.Como periódicamente sucede, el actual contralor general de la Nación recorre el país “descubriendo” elefantes blancos, es decir, obras inconclusas que están ahí, a los ojos de todo el mundo, sin que hasta el presente se hayan tomado las medidas y las acciones necesarias para culminarlas, que sería lo obvio, o para tumbarlas.Debería existir un punto dentro de un Plan de Desarrollo serio, para destinar los recursos necesarios para que este tema sea resuelto y obviamente los responsables asuman las responsabilidades de todo orden que les competan. No es suficiente la alharaca mediática, si no se toman las decisiones apropiadas y oportunas dentro de la extemporaneidad.Un ir y venir de discursos se pronuncian por kilómetros, alrededor del problema de la deforestación y de los programas de reforestación. Lo cierto es que a la fecha no hay un control efectivo contra la deforestación generada por parte de cualquiera de los varios actores involucrados que la provocan, como tampoco un proyecto serio y continuado para recuperar y ampliar la extensión forestal en el país.Ojalá aprovechemos la nueva producción de nuestro grande Carlos Vives, CUMBIANA, para volver los ojos hacia la Ciénaga Grande de Santa Marta y hacer lo que haya que hacer para intervenir las infraestructuras viales mal diseñadas y volver a permitir mediante obras apropiadas, la circulación de las aguas del mar y del Magdalena para que renazcan los manglares y reviva ese maravilloso ecosistema destruido por imbéciles.Por último, ya aparecen las pilatunas legales para evitar o demorar la demolición del Edificio Aquarela construido cerca al Castillo de San Felipe en Cartagena, el cual no debió haber recibido nunca licencia de construcción, entregada en su momento por otros imbéciles. Ya la UNESCO dio como plazo hasta el 2021 para que la construcción sea demolida, o sino Cartagena y Colombia perderán la calidad de Patrimonio de la Humanidad que hoy posee el Castillo de San Felipe.Excelente el programa que ha emprendido la Alcaldía de Medellín para aprovechar estos nuevos días de cuarentena para intervenir zonas en estado de deterioro y recuperar el espacio público que se había perdido. Las acciones inicialmente emprendidas en los sectores de La Bayadera y el Sagrado Corazón o Barrio Triste, son ejemplarizantes y deben servir de estímulo y de ejemplo para intervenir otras zonas en franco deterioro. ¡BRAVO!Como una cosa es planear y otra planificar, y otra cosa es no planear y no planificar, es prudente que aquellas construcciones de vivienda subsidiada que se entregan en obra negra después de muchos trámites y una alta dosis de paciencia por parte de los beneficiados, -que en la mayoría de los casos se originan por una tragedia previa como un derrumbe, una inundación, un incendio, un temblor u otra calamidad-, sean dotados de los servicios públicos elementales, entre ellos, ya no como cosa marginal, sino estructural, la conexión a INTERNET. Pongo como ejemplo la urbanización La Cabañita en San Cristóbal, una Unidad de 9 bloques de 6 pisos ocupada recientemente por sus nuevos dueños, un poco más de 50 familias cuyos niños no tendrán como acceder a la educación virtual forzada, a la cual nos tiene sometida la bendita pandemia.NOTA 1: Mi completa solidaridad con el Señor Gobernador Aníbal Gaviria Correa y su distinguida familia.NOTA 2: Mis agradecimientos a la casa EL MUNDO por haberme permitido comunicarme con ustedes a través de las 900 columnas que ajustamos hoy y que coinciden con la suspensión de actividades para el Periódico y mil gracias a ustedes por tomarse el tiempo para leer esta Columna de Opinión.Es un golpe duro para el fortalecimiento democrático y para el ejercicio de la pluralidad y la tolerancia, pero esta es la realidad que nos corresponde enfrentar, en un país como el nuestro. Una última invitación, a que vayamos siempre, con prudente optimismo, ¡DE CARA AL PORVENIR!
Puede ser que algunos de los escritorios en los que nos sentábamos quienes trabajamos en el Periódico EL MUNDO hayan estado ahí desde siempre, desde que lo crearon, a finales de la década de 1970. Sí, caminar hoy por su sala de redacción es como si se apreciara una instalación de Doris Salcedo, la melancolía de esos muebles parece decir que se apaga un sueño que comenzó el 20 de abril de 1979, cuando empezó a circular en Antioquia un diario con ideas fundamentales, como la de la libertad. Esa libertad no podía escapar de la cultura. EL MUNDO fue pilar del inicio de proyectos culturales que transformarían la vida de la ciudad, del departamento y del país. Basta con entrar al Archivo, buscar los folios del Pequeño Teatro, el Matacandelas, el Taller de Artes, La Fanfarria y darse cuenta cómo el Periódico de logo rojo, liberal, entrevistó a miles de artistas, entonces emergentes, creyendo en que nuestra realidad podría existir un sector cultural que se hiciera preguntas importantes.Lea también: Un sector que sigue sacando el sombreroAna María Cano, quien después fundaría La Hoja de Medellín, fue la primera periodista cultural de EL MUNDO. Después la reemplazó Ana Piedad Jaramillo, directora de los Eventos del Libro y exdirectora del Museo de Antioquia y el Teatro Colón. Vino entonces el tiempo de Maryluz Vallejo, hoy doctora en Ciencias de la Información, profesora Titular de Tiempo Completo del Departamento de Comunicación y jurado del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar este 2020. Cuenta Carmen Vásquez, periodista de moda, que cuando Darío Arizmendi era el director de EL MUNDO le dio a cada una su “reino”, le dijo a la periodista cultural que ella se encargara de lo artístico, mientras a Vásquez la mandó a los cocteles, a buscar a la “gente linda”, le permitió tener la primera página exclusiva de moda en estas tierras, guiado en lo que hacía la Revista Hola en España, para que así estuviera clarísimo qué era cultura, qué era entretenimiento, qué era moda y qué era sociedad.Desde sus inicios, EL MUNDO dedicó páginas enteras a la agenda cultural, que eran las más difíciles de editar, porque tenían la agenda de cine, la de teatro, los conciertos, los recitales, las presentaciones de libros, todo, independiente de los artículos periodísticos de una y dos páginas que hacía la sección de cultura.Antes de que su experticia fuera el periodismo político y de opinión, Luz María Tobón, directora de EL MUNDO, fue periodista cultural. Todavía tiene en su oficina una foto de su entrevista a un joven Fernando Botero. Ella, de mamá artista, de familia siempre amante de la cultura, defendió el periodismo cultural hasta el cierre, influyendo, de alguna manera, en que siguiera con cada cambio de dirección. Con la llegada de don Guillermo Gaviria Echeverri, quien respetó lo que hacía el Periódico en este campo, se dio vía libre a que ese saber no se apagara.Nombres como el de Pilar Velilla, exdirectora del Jardín Botánico y el Museo de Antioquia; María del Rosario Escobar, exsecretaria de Cultura Ciudadana de Medellín y actual directora del Museo de Antioquia; la maestra Patricia Nieto, quien guía la Editorial Universidad de Antioquia y es docente de la Alma Mater; o el crítico de cine Pedro Adrián Zuluaga, escribieron una historia cada día, por varios años, en la redacción de EL MUNDO, cubriendo cultura.El Mundo Semanal, el Imaginario y Palabra&Obra fueron los tres suplementos culturales que dijeron cosas muy importantes a la ciudad, al país. Óscar Valencia, jefe de diseño de EL MUNDO, contaba que Imaginario fue osado, despertando muchas molestias en algunos “paisas de Medellín”, cuando su editora puso en la portada la foto de dos hombres homosexuales, desnudos, después de una Marcha del Orgullo. Sus contenidos hablaban de la cultura como lo que somos, reflexionaban sobre la ciudadanía cultural. Palabra&Obra, por su parte, buscaba hacer reportajes de largo aliento con personajes que se destacaban en el campo cultural, teniendo en su portada a importantes creadores como Débora Arango, Gilberto Martínez, Víctor Gaviria, Fernando Botero, Félix Ángel, Cristóbal Peláez, Beatriz González, Alberto Sierra, Antonio Caro, Dora Ramírez, Leonardo Padura, René Uribe Ferrer, entre muchos otros. Una vez, el artista Richard McGuire, reconocido por ilustrar publicaciones como The New Yorker, nos hizo el honor de hacernos una edición especial de Palabra&Obra. Publicamos un especial completo sobre la salvaguarda del patrimonio de Frida Kahlo y Diego Rivera, hecho en Ciudad de México, analizamos muchas veces lo que hacían en el Ministerio de Cultura, cubrimos la Bienal de Venecia, la Feria Internacional de Arte de Madrid (España), Artbo, el Salón Nacional de Artistas, el MDE, la Fiesta de las Artes Escénicas, el Festival de Tango, los diez años de la Fiesta del Libro con edición especial, siempre estuvimos ahí, en cada evento, en cada lanzamiento, en cada nacimiento.Y cometimos errores, muchos, porque EL MUNDO siempre fue una escuela de periodismo cultural. Cómo les parece que una vez, matamos a alguien que revivió. Olga Elena Mattei estuvo muerta durante unos minutos, nos llamaron directamente desde la clínica a contarnos tal suceso. Lloramos, planeamos un especial, llamamos a Héctor Abad Faciolince, él nos dio su declaración sobre la importancia de Mattei para la literatura nacional y corrió a publicar en su Twitter que había muerto.Hasta que, de esas cosas que pasan, los médicos la revivieron, la reanimaron y no se murió. Desde entonces, Faciolince ha sido muy lejano. Es que en el Código Caracol, María Lucía Fernández publicó lo que pasó, en la edición de las 7:00 de la noche: “la inmediatez de las redes sociales le jugó una mala pasada al escritor Héctor Abad Faciolince”. Casi nos ahorca, publicó en su cuenta en esa red: “serán imbéciles los de EL MUNDO”...Vale la pena decir que defendimos causas importantes. Hay que agradecerle a Irene Gaviria y Luz María Tobón que nos permitieron ser autónomos en el contenido cultural. Fuimos nosotros quienes cuestionamos el cambio de vestido que les hicieron a los Silleteros, desconociendo que eran un patrimonio, con lo que hubo polémica nacional, cuando Aníbal Gaviria era el alcalde. No nos censuraron.Fuimos nosotros quienes iniciamos a hablar de los “hipster”, cuando todavía esa manifestación cultural era bastante desconocida.Gritamos duro con investigaciones. Nosotros nos dimos cuenta de que las Bibliotecas Públicas de Medellín habían sido cerradas por el gobierno de Federico Gutiérrez, desconociendo su importancia en la transformación social, con la excusa de ahorrar recursos del presupuesto público. Vaya error de visión política, por eso insistimos con varios artículos en que los Parques Bibliotecas eran la opción que tenía un niño de cualquier comuna de no caer en las redes de tráfico, su puerta de escape muchas veces a la violencia física y sexual. Incomodamos a Sergio Fajardo sobre la responsabilidad en las fallas en la fachada de la Biblioteca España, tanto que salió en portada diciendo “voy a hablar de la Biblioteca España, cuando yo quiera”, los memes no se hicieron esperar en las redes sociales.Cuando iban a sacar al maestro Alberto Correa de la Filarmónica, nosotros lo contamos. Insistimos en que el presupuesto para cultura siempre debía subir en el gobierno nacional, el departamental y el local. Y, sobre todo, le dimos voz a un sector que no encontraba en otros medios un espacio que valorara sus obras, que escuchara sus demandas, que necesitaba, en pleno siglo XXI, más que nunca, una presencia en la agenda pública.EL MUNDO insistió en la importancia de la formación artística para la infancia. Con su proyecto Educar Mientras se Informa y su Concurso Personitas de Colores, invitó a que los niños pintaran sus sueños. Otra cosa que hizo fue premiar con el Mundo de Oro a quienes durante decenios trabajaron por el sector, entre los ganadores estuvieron Graciliano Arcila Vélez, la Emisora HJCK de Bogotá, Guillermo Abadía Morales, Fanny Mickey, la Orquesta Sinfónica de Antioquia, la Cámara de Comercio de Medellín, la Biblioteca Pública Pilotoy la Emisora Cultural de la Universidad de Antioquia, Débora Arango, la Biblioteca Central de la Universidad de Antioquia, Carlos Castro Saavedra, el Instituto de Integración Cultural Quirama, Luis Alberto Correa, Rafael Sáenz Moreno, el Museo de Arte Moderno de Medellín, Luis Alberto Álvarez y la maestra Cecilia Espinosa, su última galardonada.En los comités de redacción, muchas veces nos peleamos con quienes nos preguntaban “y ese, ¿a quién le ha ganado?”, poniendo en duda la idoneidad de los artistas emergentes, peleamos por ellos como el futuro del sector y del arte nacional. La cultura también era un tema para abrir el Periódico, nosotros le dimos la portada al Salón Nacional de Artistas, cuando volvió a Medellín, en su edición 43. Juliana Restrepo y Jaime Cerón, sus directores, llegaron con la edición impresa de EL MUNDO a la apertura de aquel certamen, que durante sus tres meses contó con un cubrimiento diario, detallado, sobre lo que intentaban decir los curadores, que propusieron como tema el oxímoron “Saber-desconocer”.Cuando la notoriedad no abarcaba la obra de Pablo Montoya, cuando parecía que a la crítica local y nacional le faltaba creen en tal talento, nosotros reseñamos su Tríptico de la infamia, sin necesitar que el Premio Rómulo Gallegos nos validara lo grande el autor, porque pudimos verlo.Le puede interesar: ¿Seguro les hace falta la crítica?Que sea el momento para decirles gracias a los cientos de artistas, gestores, investigadores, profesores, curadores, comunicadores y colegas que nos buscaron para pedirnos una opinión, para ofrecernos sus contenidos, así como para criticarnos. Aprendimos juntos, crecimos juntos, hicimos historia juntos.EL MUNDO fue y será la casa de la cultura de Medellín, como quedará para la historia en su archivo, porque aquí pasaron hitos como que Gabriel García Márquez quisiera que la redacción del medio que soñó fundar se pareciera a la del diario liberal de Medellín, donde estuvo dando talleres y compartiendo con los periodistas.Gracias, EL MUNDO, gracias porque nos dejaste soñar que esa utopía que adoptamos, la de cambiar el mundo haciendo periodismo cultural, podía ser posible.
Con todo respeto, no comparto el criterio de quienes han venido criticando a la Corte Constitucional por haber declarado la inexequibilidad del Decreto Legislativo 580 de 2020, por el cual se dictaban medidas en materia de los servicios públicos de acueducto, alcantarillado y aseo, por el motivo que condujo a la adopción del fallo y que también expuso la Secretaria Jurídica de la Presidencia de la República: aunque, según el comunicado de la Corte, se dictó y promulgó en desarrollo del Estado de Emergencia Económica, Social y Ecológica, se expidió dentro del término de vigencia del estado de excepción y se encuentra brevemente motivado y lleva la firma del Presidente de la República, no fue suscrito por todos los ministros del despacho. Faltaron las firmas de los ministros de Salud –lo cual llama la atención en cuanto la emergencia fue provocada por la pandemia- y de Ciencia y Tecnología.Lea también: Cumplir la ConstituciónComo señala la providencia,” el mandato constitucional referente a que los ministros suscriban los decretos legislativos que se expiden en virtud del estado de emergencia económica, social y ecológica constituye una condición indispensable de validez de dichas normas, en la medida en que con este se garantiza, el principio democrático, durante el estado de excepción, pues se contrarresta el déficit de deliberación y se limita la facultad discrecional del presidente”.La exigencia constitucional de que estos decretos, además de las firmas del presidente, lleven las de los ministros –todos- no corresponde simplemente a un requisito de forma y sin mayor trascendencia. Por una parte, cuando hablamos de los estados de excepción –entre ellos el de emergencia- aludimos al ejercicio de una potestad extraordinaria del Ejecutivo, que normalmente no tiene a cargo la función de expedir las leyes –atribución que, por cláusula general de competencia, corresponde al Congreso-. Por otro lado, la Constitución es clara cuando expresa (art. 115) que las firmas de los ministros en los decretos los comprometen y por medio de ellas asumen una responsabilidad por las medidas y decisiones que adopta el Gobierno Nacional. Y, además, las normas superiores relativas a los estados de excepción exigen expresamente “las firmas de todos los ministros” y subrayan su responsabilidad. El 215, para el caso del Estado de Emergencia Económica, Social, Ecológica o por calamidad pública, estatuye: “El Presidente de la República y los ministros serán responsables cuando declaren el Estado de Emergencia sin haberse presentado alguna de las circunstancias previstas en el inciso primero, y lo serán también por cualquier abuso cometido en el ejercicio de las facultades que la Constitución otorga al Gobierno durante la emergencia”.Le puede interesar: Sobre las sesiones virtualesDe manera que no estamos ante un mero formalismo. Ni se puede sindicar a la Corte Constitucional de haber sacrificado el fondo de la medida en aras de la forma, o de no haber hecho prevalecer el derecho sustancial, como lo exige el artículo 228 de la Carta. Ella tiene a cargo la guarda de la integridad y supremacía de la Constitución, que exigió, en estados de excepción, las firmas “de todos” los ministros, no de algunos.Y el vicio no era subsanable, toda vez que al momento del fallo el decreto ya había sido promulgado y había entrado a producir efectos. En estas materias no se puede improvisar.
Duele la desaparición de EL MUNDO, después de más de 40 años de actividad ininterrumpida, con periodismo de calidad informativa y pluralidad de opinión. Desde hace dos años, cuando la publicación impresa diaria le dio paso a una semanal, el diario quedó herido de muerte porque había perdido su esencia. La desaparición de los periódicos impresos es una de las consecuencias nefastas de llamada revolución digital; nefasta porque los ha destruido sin sustituirlos por nada mejor.Lea también: Harry Sasson, la renta del suelo y las sopas MaggiLa prensa impresa, que resistió los embates de la radio y la televisión, agoniza en todos los países. Se cuentan por centenas los diarios desaparecidos y los que subsisten lo hacen en formatos cada vez más escuálidos y pobres en contenido. Sin la palabra impresa, la fuerza de la vieja sentencia, “lo escrito, escrito está”, se desvanece y con ella las exigencias del rigor informativo y de la clara separación entre la opinión y la noticia.Estas dos fueron las características señeras de EL MUNDO que nunca ocultó su carácter de diario liberal militante, pero abierto siempre a una amplia diversidad de opiniones, tanto en la época de Don Guillermo Gaviria, como en los últimos años bajo la orientación de su hija Irene y de mi querida amiga Luz María Tobón.El de Don Guillermo fue un liberalismo doctrinario, más bien clásico, cuya orientación intervencionista no lo apartó nunca de la defensa de la iniciativa privada como fundamento de la actividad económica en una sociedad verdaderamente libre. Por supuesto que, como periodista, fue también un liberal en el sentido partidista, aunque, el gran hacedor de empresas que fue, seguramente se habría sentido contrariado por la orientación anti-empresarial que aqueja a sectores amplios del que fue siempre su partido.Quizás a causa de la bancarrota ideológica del Partido Liberal, el liberalismo de EL MUNDO de los últimos años perdió su matiz partidista y se hizo más conceptual y de principios, buscando irradiar los valores de la democracia liberal y la iniciativa privada con responsabilidad social a las gentes de todos los partidos y la sociedad entera.Esa defensa de la democracia liberal se expresó en sus cuestionamientos al proceso de paz por su indiferencia frente a las víctimas de la Farc y las grandes concesiones hechas a lo que no era más que organización criminal que no representaba a nadie, como quedó en evidencia con las paupérrimas votaciones recibidas en las dos elecciones en las que ha participado.Su reconocimiento de la iniciativa privada como fundamento de la actividad económica y de la creación de riqueza, se manifestó recientemente en su insistente reclamo de la reactivación de la economía acompañada de la flexibilización de la contratación laboral.Pero quizás la más firme posición de EL MUNDO en los últimos años fue su incansable y persistente reclamo al gobierno a cumplir su misión fundamental de proteger la vida de los ciudadanos. No importa lo que el gobierno haga en cualquier ámbito, si no protege la vida de las personas está incumpliendo gravemente su obligación constitucional y lo que es en definitiva su razón de ser.Muchos años atrás, cuando, por incompatibilidad con mi actividad profesional, decliné la invitación que me hiciera a escribir en el periódico que acababa de adquirir, Don Guillermo, insistente, me dijo que escribir en EL MUNDO sería un honor.Le puede interesar: Una propuesta ilegal, inconveniente y peligrosa, pero imparableHace algunos años, por invitación de Luz María Tobón, EL MUNDO acogió generosamente mis artículos. Me sentí cómodo y complacido de hacer parte de tan noble empresa periodística y muy honrado, como había anticipado Don Guillermo.
Hoy he recibido la noticia: EL MUNDO, después de una tarea periodística de 41 años, ha decidido cerrar su fase de periodismo impreso. El entorno es cambiante, la evolución de hechos, tecnologías, épocas, conduce a decisiones y nuevas direcciones en los caminos que nos presentan horizontes distintos y nos hacen dejar atrás paisajes familiares a los cuales habíamos tomado un cariño como el del poeta cartagenero a los zapatos viejos. Algo diferente se abre en las perspectivas del futuro inmediato. Mis mejores deseos para FundaMundo, para la querida y admirada familia Gaviria Correa, y para la buena ventura de sus proyectos y su liderazgo, siempre inspirados en el bien para la comunidad y para Antioquia. Algunos de estos cambios son dolorosos, como lo es, en lo personal, este: se trata de una pérdida para el periodismo escrito en la región, y en Colombia. Pero EL MUNDO cierra este ciclo, como lo manifiesta su directora Luz María Tobón Vallejo, con la satisfacción del deber cumplido.Lea también: Alatriste: la punta de su espadaTermina para Antioquia una tribuna de decencia, de buen periodismo, de compromiso con la verdad. Se culmina la etapa de un esfuerzo colosal en pro de los intereses sanos de nuestro departamento, pionero para Colombia en tantos aspectos de progreso, de desarrollo, de apertura al futuro. EL MUNDO ha cumplido y constituye un gran honor ser parte, modesta y pequeña, de esta locomotora de la honradez y de la opinión crítica y creadora.Después de escribir la columna “Vestigium” durante veinte años -un total de 492 columnas, de periodicidad quincenal, casi ininterrumpidamente- vienen a mi teclado unas palabras que no puedo evitar, pues las asocio necesariamente a esta tribuna periodística: agradecimiento, aprendizaje, disciplina, creatividad.Cada uno de mis textos fue acogido respetuosamente por parte de los editores y de la dirección en estos años. Nunca he recibido la más mínima interferencia respecto a los temas y enfoques para los cuales con total libertad se me ha cedido el espacio. Siempre he sentido la presencia viva y efectiva de un genuino respeto por el diálogo inteligente, por el ir y venir de ideas ordenadas y rigurosas, expresadas dentro del marco de la consideración hacia la verdad y hacia el lector como un interlocutor merecedor de un trato digno y humanizante. Por parte de la dirección del periódico siempre recibí palabras de aliento, de buen criterio, de magnífica atmósfera de ejercicio de la inteligencia.Escribir Vestigium, con la variedad de tonalidades presentes en el entorno de las realidades contemporáneas, fue un hábito de disciplina, de investigación, de contrastes, de búsqueda de fuentes verificables. Una tarea constante de enriquecimiento y educación personal que tuvo que pasar por el tamiz del lector crítico y exigente, a quien también debo expresar agradecimiento. Mi padre, Hernán Gómez Atehortúa, fue el mejor lector, crítico y corrector que tuve. También asumí una tarea constante de aprendizaje en cuestiones de estilo y de forma periodística. No puedo olvidar las didácticas exposiciones de Arturo Giraldo Sánchez.Un “Vestigium” es la señal, la huella, la marca que deja el pie de un viajero sobre el camino. Hay algo relacionado con la memoria, con el registro de los datos de alguien que ha pasado por un lugar y ha dejado su impronta. Es el indicio de que por allí ha estado un “homo viator”: un viajero, frágil, perecedero, fugaz. Es también el rastro de un caminante que se esfuerza por perfeccionarse en una tarea que se ha impuesto. También el investigador es un sujeto que anda tras las huellas; la realidad -variada y múltiple- ofrece ante sus ojos algunas facetas, y es su tarea, la del investigador, hallar la parte de verdad que está inscrita en esas huellas. Para mí ha sido culminación de un rasgo esencial de mi vida: la búsqueda de explicaciones a las cosas que pasan, y de las cuales apenas tengo un entendimiento parcial en un entorno de asombro constante, infinito, inacabable. Mis columnas fueron posibles por aquella conversación inicial con Luz María Tobón Vallejo, cuando acogió, con tolerancia y generosidad, mis imperfectos intentos de practicar el arte de la columna.Le puede interesar: Incertidumbres y certezasTodos somos viajeros. También las instituciones dejan su huella: EL MUNDO deja un vestigio, una huella de decencia, de amistad, de buena escuela periodística: mi abrazo y mi voz de agradecimiento.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, abandonó este sábado de emergencia el centro de Caracaspor un supuesto atentado en su contra, que según el Gobierno, fue realizado con drones.La situación se presentó cuando el mandatariose encontraba enun acto por la conmemoración de los 81 años de la creación de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB),La transmisión televisiva del eventomostró a los militares formados romper filas y como evacuaron al ministro de la Defensa, Vladimir Padrino.Por su parte, el ministro de Información de Venezuela, Jorge Rodríguez, confirmó que el presidente Nicolás Maduro fue víctima de un atentado con 'artefactos voladores de tipo dron que contenían una carga explosiva', y que salió ileso del suceso, que ocurrió durante el citado acto con militares en Caracas.Lea:Supremo de Venezuela 'en el exilio' inicia juicio a Maduro en Bogotá'Nuestro presidente Nicolás Maduro está en perfecto estado de salud, en perfectas condiciones', afirmó Rodríguez en una alocución transmitida por la televisión estatal VTV.De acuerdo con el funcionario, varios drones con cargas explosivas detonaron en las cercanías de la tarima donde Maduro ofrecía un discurso con motivo de la celebración de los 81 años de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), dejando como saldo 'algunas heridas' en siete militares.Esto 'no evidencian sino la desesperación que ya veníamos notando en algunos voceros de la utraderecha venezolana, que no evidencian más que el odio que hemos denunciado de manera permanente de aquellos (...) que no cejan en recurrir a prácticas criminales', añadió Rodríguez.
Héctor Abad Gómez amaba las rosas y las cultivaba. Por eso el homenaje que la Facultad Nacional de Salud Pública de la Universidad de Antioquia realiza el 25 de agosto, aniversario de su asesinato hace 30 años, iniciará con flores.Este evento es realizado para “reivindicar la figura de Héctor Abad, la importancia de la formación política, ciudadana y ética”, explicó Hernán Mira coordinador de la cátedra Héctor Abad Gómez y organizador del homenaje. Tras 30 años de su muerte se le recuerda como amigo, maestro y, ante todo, como ‘excelente ciudadano’, como lo llamó en su momento el profesor y exmagistrado Carlos Gaviria.Héctor Abad Gómez se destacó como activista político y como defensor pacífico de los derechos humanos en Medellín. Esta lucha le costó la vida. “La política es la actividad más importante y, potencialmente, la más buena o más mala que pueda emprender un hombre (…) Parecería curioso que una persona que se considera a sí mismo como un educador, como yo, se haya internado en los terrenos de la política. Las potencialidades de hacer el bien a un mayor número de gentes es lo que me ha impulsado a ello”, escribió sobre sí mismo en Cartas desde Asia (1973), una serie de epístolas redactadas en Manila, Filipinas.También allí, en la Carta a un niño, dirigida a su hijo Héctor Abad Faciolince, de doce años, relató que se “había dedicado a la salud pública, con intensidad de fanático, queriendo que nadie muriera, que nadie se enfermara y que nadie sufriera. Le daba a la vida un valor en sí misma, una categoría indudable de cosa buena. Hoy no estoy tan seguro de que esto sea cierto. He visto tantas vidas miserables. Sin embargo, cuando en un asilo de ancianos pregunté a más de veinte de ellas si hubieran preferido no nacer, todos me contestaron que no, que preferían, de todas maneras, haber vivido. Una vez que la vida se conoce, no quiere abandonarse. Esta parece ser una ley biológica universal”.En los escritos de Héctor Abad Gómez se puede conocer un poco su espíritu, sus ideas. También es posible acercarse a él por medio de sus amigos, de sus hijos, del libro El olvido que seremos (2006) de Héctor Abad Faciolince, del documental Carta a una sombra (2015) de su nieta Daniela Abad y Miguel Salazar.Este acercamiento es lo que pretende el homenaje de la Facultad Nacional de Salud Pública. En este espacio conversaran sus amigos sobre la pluralidad y la tolerancia, se expondrán sus ideas sobre los derechos humanos y el porvenir de estos en Colombia. Al final, el lunes 28 de agosto, se proyectará el documental Carta a una sombra.Él se dedicó “a lo que más vidas salva en el campo de la medicina: la salud pública, al final de su vida se dedicó más a la política y a los derechos humanos” señaló su hijo Héctor Abad Faciolince en el documental. Años atrás, cuando asesinaron a su padre, dijo que los “amantes de la muerte lo que más detestan es un hombre que ame la vida”.¿Un crimen impune?En 1987, Medellín atravesaba momentos difíciles, el terror dominaba y el número de muertos y desaparecidos aumentaba. En ese contexto, y por alzar su voz de protesta, fue asesinado Héctor Abad Gómez, al igual que otros activistas y defensores de los derechos humanos. 30 años después no hay certeza de quiénes fueron los asesinos.Lea también:Seis homicidios se reportaron este sábado en MedellínTras un largo proceso y luego de que vencieran los términos de la investigación y se decidiera archivarla sin avances significativos, en 2012 Diego Fernando Murillo, alias ‘don berna’, señaló como responsable a Carlos Castaño, quien supuestamente lo consideraba “parte de la estructuras de la guerrilla del Epl en Medellín, ya que por su labor defensa de los derechos humanos hacia algún tipo de denuncia en la cual sectores de las Fuerzas Armadas se consideraban afectados”.En 2014 pasó a ser considerado por la Fiscalía General como delito de lesa humanidad, junto al asesinato del abogado y politólogo Luis Felipe Vélez, por lo que el caso no puede ser archivado.“El crimen continúa en la impunidad. Se incriminó a Carlos Castaño pero no se fue más lejos”, señaló Mira y añadió que el caso, exceptuando las declaraciones de ‘don berna’ y la consideración como delito de lesa humanidad, no ha avanzado realmente.El legadoMora apuntó que la importancia de reivindicar a una figura como Héctor Abad Gómez radica en la necesidad de formar ciudadanía, guiándose por la pluralidad de voces y la tolerancia.El mismo Héctor Abad Gómez escribió en sus Cartas: “Creo que he enseñado muy poco, aunque creo que una cosa sí he logrado: hacer pensar libremente”.
Leticia está por allá, lejos. Lejos en la distancia, lejos en la imaginación, lejos en todo. A pesar de los avances tecnológicos que tienen por virtud encoger distancias y reducir tiempo, Leticia está lejos. No es necesario mencionar datos estadísticos, número de habitantes o año de fundación, incluso temperatura, no es necesario; Leticia está donde siempre estuvo, en la ribera colombiana del río Amazonas; es el lugar donde, algunas veces en sueños y otras en parajes inducidos por la imaginación, quisimos siempre ir. Las narraciones de Carlos Guillermo Gutiérrez, médico y leticiano por adopción fueron estímulo permanente. Sus historias son el testimonio de que algo intangible que hace parte del ambiente, del clima, de la gente, de los ticuna, de los huitotos, de los andoque y de sus ritos; que circula por las calles y por el Río; que circula por los senderos en apariencia sin sentido que recorren la selva; sus árboles, sus pájaros, su fauna, su flora, está presente.Lea también: El observador observadoEl puerto de Leticia es una suerte de terraza, malecón con barandas, que se codea con el Río y con la multitud de lanchas lentas, barcos rápidos, botes y demás embarcaciones en épocas de creciente. En la cafetería de la esquina del movimiento esperamos la llegada de Elvis Cueva nuestro guía. Un despecho a todo volumen se cuela por las rendijas de las sillas, las mesas y la gente en la cafetería. Elvis llega acompañado de Yuba, el abuelo andoque, ciego, que también es de la partida. Mientras se organizan detalles: la lancha, la gasolina, los víveres, etcétera, Yuba ocupa una silla al otro lado de la mesa. Me mira, no me ve, pero la expresión de su cara indica que sí me ve. No le hablo, lo observo, nos observamos, él no se mueve, espera y escucha, sabe dónde se encuentra; yo también espero pero no puedo dejar de moverme, la gente que pasa, la música, los moto-taxis, el puerto, todo llama mi atención. Después de un rato Yuba ya no me mira, cierra los ojos y parece dormir, sin embargo está pendiente de lo que se mueve y de lo que no.Solo, después de un par de horas de navegación río arriba, me di cuenta de que sostenía un diálogo de señales con los brazos con Jair el naveganteNuestra lancha tiene unos doce metros de eslora. En la proa va el vigía, un muchacho joven de quien desconozco el nombre; tampoco escuché su voz y solo, después de un par de horas de navegación río arriba, me di cuenta de que sostenía un diálogo de señales con los brazos con Jair el navegante que viaja en la popa de la lancha: izquierda, derecha, lejos, cerca. Zarpamos casi diez de la mañana. Por fin nos encontramos con el Río, ancho y ajeno como diría don Ciro Alegría. La ribera opuesta lejos, lejísimos, en el Perú y entre ella y nosotros la corriente de apariencia tranquila pero con procesión debajo. Vamos Río arriba. Al comienzo todo es mirar, callar o preguntar; sobre todo mirar, tratar de ver todo. Incluso Yuba, quieto y con la cabeza alta mira, a su manera, el Río que conoce desde siempre.Le puede interesar: Sobre VerQueremos verlo todo, escucharlo todo. Por momentos es la quietud, el motor y los sonidos del agua que va en sentido contrario, lo único que escuchamos. Los árboles en la ribera, el cielo infinito, el sol, los silencios mientras cada uno mira el río buscando lo inesperado. A la una y cuatro minutos el Río parece tranquilo. Yuba viaja en su interior, en silencio, la cara levantada frente a la corriente. Antes de pasar frente a la Isla de los Micos, reserva natural, pasamos el caserío de Nazareth. El diálogo entre Jair y el vigía es permanente, deben tener cuidado con los troncos que bajan y los bancos de arena invisibles a mis ojos pero identificables a los de ellos. En la distancia se ven nubes de lluvia. La temperatura es estable, entre veintiséis y treinta grados. Elvis, ve cosas que no veo, por ejemplo un Caracara, también llamado Gavilán pollero, que nos mira subir posado en el borde de una rama. Después de pasar frente a Zaragoza Elvis me pregunta si distingo un techo blanco en la distancia. Cuando lleguemos allá, dice, estaremos en Mocagua, allá nos espera el almuerzo. Son las tres y catorce. Yuba continúa en la misma posición, su cuerpo está con nosotros, su mente no. A las las tres y treinta y dos navegamos frente a unos búfalos que se zambullen en la orilla buscando un refresco, nadan bajo el agua y luego, unos metros más abajo, sacan la cabeza buscando aire. Mas arriba, unos niños también se bañan en la orilla, se zambullen y juegan como los búfalos.En el silencio del Río no hay sensación, quizá el vacíoAntes llegar al techo blanco la lluvia llegó a nosotros. Las nubes grises que vimos de lejos fueron más rápidas de lo previsto, llegaron como una cortina gris que se cerró sobre la lancha, el día se oscureció y nos encontramos en medio de un aguacero torrencial. Entonces salieron a relucir las botas de caucho y los impermeables. Elvis pasó al frente y asumió un lugar al lado del vigía; lo que parecía una posible emergencia sucedió como si jugáramos con agua. En medio del aguacero llegamos a Mocagua, caminamos entre el lodo de la ribera, pasamos sobre troncos resbaladizos que hacen las veces de puentes, subimos los veinticinco escalones de madera y nos adentramos por un sendero con la lluvia encima; pasamos otro puente, volteamos a la izquierda y después de un recodo llegamos a la casa de Leo un indígena kokama, descendiente de los amagua primeros pobladores del Río. Allí, nos esperaba el almuerzo: jugo de guayaba, sopa de bagre con fariña de yuca que se esponja y la sopa queda parecida a una sopa de arroz sin arroz; pintadillo: pescado envuelto en hoja; arroz con salsa negra, plátano y también pollo para acompañar el pescado. Leo es alto y grueso, característica de su etnia; lleva una camiseta verde, habla despacio y tiene buen pulso para tomar fotografías, nada, parece, cambia su carácter. Sirvió el almuerzo en una choza con techo de karanà y madera espintana frente a su casa azul, sobre pilotes, con pinturas de jaguares y pájaros negros en el frente a lado y lado de la puerta, Elvis dice que son paujiles. A las cinco y diez de la tarde dejamos la casa de Leo, debemos apresurarnos, pronto oscurecerá. A las cinco y cuarenta y cuatro oscurece. En la lancha pregunto a Yuba que va a mi lado si está cansado, sonríe con la mirada fija y responde con otra pregunta ¿y por qué voy a estar cansado? A las seis y treinta es noche oscura, no hemos llegado aun. En medio de la oscuridad y el silencio del Río no hay sensación, quizá el vacío, pienso en Yuba que puede ver y presentir esos parajes. Entramos en Puerto Nariño a las seis y cincuenta con la ayuda de una linterna y la pericia de Elvis y Jair el navegante. El Río está en silencio. Puerto Nariño un pueblo peatonal con senderos que lo recorren en todas las direcciones. Los únicos motorizados son dos tractores que recogen las basuras y las llevan al botadero donde las separan y las reutilizan. Puerto Nariño tiene seis mil habitantes, la mayoría ticunas. Allí provoca vivir, ver pasar las horas y la corriente del río que invita…
Fanny Lu anda muy dedicada preparando su regreso a la industria discográfica. Se tratará de un nuevo producto en el que, podríamos decir, retornará a sus orígenes, pues tendrá la línea melódica del tropipop, unas mezclas del pop con sonidos tropicales.“Vengo con mi producción nueva muy pronto, un disco; estoy grabando con algunos autores y compositores, en colaboraciones increíbles, así que pronto sabrán más de mí musicalmente”, dijo.Y esa dedicación se debe sólo a una cosa, ella aseguró, muy convencida, que aún sigue creyendo en los álbumes de estudio, los considera el “plus romántico” en la carrera de todo cantante. Así, esta caleña, que supera los 45 años, le hace el juego a las nuevas exigencias de la industria, momentos cuando la tendencia de los músicos es hacer lanzamientos de varias sencillos, sacar tracks para luego recopilarlos o simplemente promocionar canciones.Entretanto, su fanaticada ya anda disfrutando de Amor verdadero, canción que grabó con Andrés Cepeda, en 2018, y de Cosas bonitas, su último lanzamiento junto a Jorgito Celedón. Se ha dicho que ambos serán incluidos en el nuevo disco.“Es verdad. Por ahora, estoy disfrutándome las Cosa bonitas, es una canción tan hermosa, que me la quiero disfrutar con toda, antes del disco que sé, requerirá de mí mucho más tiempo”, expresó.Lea también:Hip hop una historia de transformación social en MedellínY a propósito, Fanny Lu, llamada La diosa madre del tropipop, irrumpió recientemente en las noticias musicales con más de 2.5 millones de views del video de Cosas bonitas en Youtube y anunció la red social que el próximo conteo estaría cercano de los 3 millones de vistas.Con esta canción, es válido afirmar que Fanny regresó a sus raíces, ya que Cosas bonitas es la evolución misma de su propuesta tropical, reconoció la intérprete de No te pido flores, Celos o Fanfarrón. El tema fue compuesto por Andrés Castro y Edgar Barrera.Entre una salsa o una rancheraEl actual, es un momento en la vida de Fanny Lu en el que ella anda “respirando música pura”, como lo ha hecho por varios años, según mencionó; simultáneamente a su aparición en la Pantalla chica nacional todas las noches, en su papel como jurado del reality show La Voz Kids, LVK Colombia, está también en la promoción de su canción con elJorgito del vallenato local; en los preparativos finales del disco, como ya se dijo anteriormente, y en su agenda no paran los compromisos internacionales.Eso es algo que a ella no le disgusta, al contrario, la hace sentir “más viva”, pero lo afronta como un gran reto, pues es consiente que para continuar figurando en la industria, por tantos años, los artistas deben entregarle gran esfuerzo a esa meta y al final, cree ella, “es como haberse ganado el premio del público”, también. Por eso, no se queda quieta, es más, se declaró una “inquieta musicalmente”, y adelantó que se trazó incursionar en nuevos géneros, eso sí, es algo que hará “con mucho respeto”.Y es que ella, una caleña de cuna, tiene gran afinidad con los géneros populares y no descartó, muy a futuro, cantarse, por ejemplo, una ranchera o una salsa, pero cuál será, ese es el dilema por el que atraviesa.Le puede interesar:Los imperdibles “¡Ay Dios mío! La salsa, la ranchera. Son géneros tan exigentes, tan típicos de artistas, tan particulares, de vozarrones y de aspectos muy necesarios en los tipos de voz y los talentos de cada uno, para interpretarlos bien”, precisó tras la confesión.Y esa incursión la ha estudiado tan minuciosamente con sus productores musicales, que tiene muy claras sus virtudes y falencias para llegar a hacerlo algún día: “En la ranchera, tengo que empezar por decir que yo nunca he tocado una, es de esas músicas que respeto y me da susto enfrentar. Yo sí he estado en la música popular, pero la ranchera es un género que me encanta mirar desde lejos, por ahora. Además, por ser caleña, también me encantaría cantarme una salsita, no sé, la salsa es muy social y los salseros son muy celosos con ese género, es que se siente uno como violando ese espacio, donde no lo han llamado a uno (risas), así que algún día romperé ese miedo y cantaré salsa”.Mientras ese momento llega, la rubia de la canción colombiana anda, además, finalizando la reedición de su primer libro, La voz de tus sueños, y no descartó escribir otro.Siempre tropipopPara hablar de la música de Fanny Lu hay que remontarse al año 2006 cuando con el álbum Lágrimas cálidas, debutó en el tropipop.La cantante, compositora y productora musical caleña definió a este, su género, como “la mezcla perfecta entre el vallenato y las músicas pop, que hacen que suene diferente, caribeño, pero aun así, que lleva las raíces profundas del vallenato”.Se trata de un ritmo musical que ha sido uno de los sonidos colombianos más característicos. Así lo siente ella, y eso lo valida El patrón, Carlos Vives, quien jamás ha dejado de hacer tropipop.Su amor por el vallenato'Todos llevamos el vallenato en el corazón. El vallenato al ser un sonido típico de nuestra tierra y que representa muy bien lo que es Colombia, es en sí el espíritu de todos nosotros, los artistas colombianos”, declaró.“Yo, al ser una artista tropipop, pues el vallenato me resulta muy natural, muy cercano. Así que sí me gusta llevar los colores, sonidos y arte de mi tierra en mi música. Yo me atrevo a asegurar que todos los artistas colombianos admiramos al vallenato”.Así es ellaFanny Lu se define como una mujer tierna, una madre cálida, una perfeccionista en temas de hogar, pero ante todo, una mujer que se ama a sí misma.Cuando compone sus canciones, piensa siempre en “inspirar a la mujer, en empoderarlas, hacerlas sentir fuertes”; por eso, dijo, es una artista colombiana que muestra ante el mundo lo mejor de las mujeres latinas.En sus metas a futuro está el seguirle cantando también al amor, porque “finalmente es el que erige nuestra vida”, dijo; “pero cuando hay una desilusión, siempre me gusta que escribir canciones desde lo positivo. No me gustan las canciones corta venas”.Así componeFanny Lu al componer, declaró, que siempre tiene una invitación a sonreír, “a creer en nosotros mismos. Pienso que si alguien no es para uno, debemos ser capaces de ser suficientes nosotros solos”.“Mis canciones tienen mucho que ver con la fortaleza de la mujer y con esa conexión tan especial que he tenido siempre con la mujer, desde que empezó mi carrera”.En la faceta de mamáFanny Lu reconoció que es una madre feliz. “Así como me ven en La Voz Kids, soy una mamá feliz, tal cual”, dijo.Y expresó: “A mí me encanta entregar amor, desde el corazón, a los niños que lo reciben y que, además, nos lo entregan de la misma manera. Me encanta andar por la calle y que los niños me den un abrazo, que me digan que me aman, y que además, yo siento que es honesto. Los niños no dicen que te aman sino lo sienten, y así mismo es con mis hijos. Les doy todo mi tiempo, todo mi amor, todo lo que siento que ellos necesitan y me siento feliz de hacerlo”.Imagenes dehttps://www.instagram.com/fannylu/
El censo poblacional que definirá los atributos particulares de los colombianos inició este martes, y así, comienza a transitarse el largo camino hacia el reconocimiento de los diversos aspectos presentes en el territorio tales como: población discapacitada, edad y sexo de los ciudadanos, identidad étnica, migración entre regiones, estratos socio-económicos y número de excombatientes, entre otros.Pasaron trece años desde el último estudio realizado para caracterizar a los habitantes cafeteros. Ahora, este instrumento de identificación tendrá la misión de ayudar al país a recopilar datos de sus habitantes en medio de lo que algunos analistas llaman época coyuntural tras la dejación de las armas por parte de la extinta guerrilla de las Farc, cuyos exmilitantes también serán incluidos dentro de la sociedad civil.Según el director del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), Mauricio Perfetti,con este censo será posible establecer cuántas personas residen actualmente y demandan servicios públicos en Colombia. “A partir de estos datos que arrojan transformaciones demográficasse posibilita la atención a grupos específicos de la población y la generación de políticas públicas”.Puede interesarle:Este martes se inicia censo poblacional en Colombia“Si bien este es un proceso muy costoso, que a su vez requiere un esfuerzo estatal bastante grande, es algo totalmente necesario. Los dos últimos censos se hicieron en 1993 y 2005, pasaron por periodos muy particulares del país y cambiaron sustancialmente los indicadores de necesidades insatisfechas”, subrayó el politólogo Jairo Segundo Grisales Restrepo.Este politólogo también hizo hincapié en que es necesario contar con este tipo de estudio a la hora de plantear proyectos de interés social y políticas públicas:“Es muy pertinente realizar el censo en este momento, dado que han cambiado los indices de necesidad en varios municipios, sobre todo en los que fueron escenario del conflicto armado, especialmente entre 2006-2008, a raíz de tanto desplazamiento”.“En esta época de desmovilización es absolutamente necesario hacer la caracterización poblacional para conocer la situación en la que estamos, y en esa línea lógica, saber desde que perspectiva abordaremos los problemas. Reitero que es un proceso oneroso, su costo es de $350.000 millones. Pero se debería hacer cada diez años, sólo así podríamos evaluar el impacto de cada administración”, expuso Grisales Restrepo.Lea también:En Censo 2018 se caracterizará a personas con discapacidadA juicio del profesor de finanzas Raúl Armando Cardona, el precio que el Estado paga por un censo poblacional es alto, pero prefiere verlo como una inversión, y no como un gasto. “Esta es una encuesta de primera mano y de fuente fidedigna que permite recoger información precisa respecto al número de población y tasas de mortalidad y natalidad, e incluso, cuál es el movimiento de las personas que ingresan o salen de una ciudad a otra, o del mismo país”.En cuanto a la frecuencia con la cual debería aplicarse esta caracterización, dijo el economista que lo más lógico sería hacerlo con un espacio de diez años máximo. “Realizar el censo en lapsos de tiempo cortos tampoco es lo indicado. Esta es una medición que se hace a largo plazo con el objetivo de actualizar la situación de los ciudadanos y que además posibilita agregar nuevas variables”.“Para que este instrumento sea eficaz una vez concluya la etapa de recolección de datos, se necesita seriedad del Estado. Es decir, que no suceda lo mismo que sucedió en censos pasados, cuando se alteró la muestra. Cómo se cambió la muestra, por ejemplo al preguntarle a un ciudadano si había trabajado en la última semana, si alguien respondía que si por haber hecho un mandado, se registraba como una persona activa laboralmente”, replicó Grisales.Y precisó: “Con estos censos se diseñan las políticas, pero también se examinan, de nada sirve esta herramienta si no podemos observar que pasó después de la fase de estudios y ejecución. Esto es esencial para cualquier gobernante que asuma la jefatura de Estado, debe ceñirse a este instrumento que marca la ruta de acción para el desarrollo”.Etapas del censo 2018Este estudio pasará por dos fases, la virtual que arrancó este martes e irá hasta el 8 de marzo. En este punto las familias responden a las preguntas realizadas por el censo electrónico y, posteriormente llega la etapa de puerta a puerta. Aquí los censistas tienen identificados los hogares que contestaron el cuestionario virtual, e irán a esos domicilios a partir de abril.El director del Dane, Mauricio Perfetti, recomendó a los ciudadano cautela con los inescrupulosos, pues los funcionarios encargados del censo están identificados con gorras, chalecos y carné de la entidad. La etapa de puerta a puerta iniciará en los departamentos que concentran el mayor número de población: Cundinamarca, Antioquia, Valle del Cauca, Santander, Bolívar, San Andrés y Norte de Santander.
Cuando hablamos de moda, no se puede dejar de hablar de los estilos y, sobre todo, de las sensibilidades que tiene los consumidores a la hora de enamorarse o elegir una marca, una prenda; es por eso que hay tantas tendencias, tantos conceptos, tanto para escoger. Cada temporada nos trae algunas cosas nuevas,aunque también otras que no lo son tanto, que simplemente van evolucionando en cuanto color y textiles, ante lo que parecer ser más de lo mismo.La moda es cíclica y toma referentes históricos, artísticos, culturales y,¿por qué no?, políticos; la moda nos define con individuos, por eso es individual y colectiva, la moda mueve masas y mueve nuestra economía.Para esta temporada tenemos tres historias o conceptos de moda que serán los más importantes, en los que cada marca ira adaptándose al estilo de su consumidor final.Lea también:Pepa Pombo teje dos continentes1. Jardines exóticosUna ola de flores invaden las pasarelas, se inspiran en jardines victorianos, llenos de color, romanticismo y nostalgia; flores acuareladas, sobre fondos opacos y oscuros, que sirven de lienzo para diseñar prendas sutiles.Las siluetas protagonistas, serán sin duda los maxivestidos, amplios y con volantes, en tejidos sedosos ytransparentes, para darle fluidez a las prendas.Los volantes o boleros continúan no sólo en las blusas, sino además en faldas y pantalones. Mezclar diferentes flores en la misma prenda le dará un toque diferenciador y divertido.Los encajes y las blondas continuarán como tendencia para esta temporada, los contrastes de color resaltaran las siluetas que son románticas y evocadoras. Plisados, transparencias que se sobreponen en tejidos más sólidos, darán este toque sensual y femenino; la sofisticación es la palabra clave. Las prendas íntimas son traídas al mundo exterior, los bustier, y los babydoll ya se convierten en piezas importantes del universo casual y formal.2. Travesía salvajeLos viajes, la exploración, el conocer mundos exóticos, son los referentes que los grandes diseñadores han tomado para crear esta historia de moda, que llena de estampación y toques tribales las prendas.En textiles veremos tejidosrústicos, con efectos en los tejidos, como canvas, diagonales marcados y linos, complementándose con tejido de punto en viscosa, sedas, transparencias, y algodones con spandex.La estampación retoma el arte africano y el animal print regresa con mucha fuerza, al igual que los estampados camuflados aplicados para todas las prendas.La carta de color se inspira en los desiertos y las junglas; las tonalidades arenas, caquis, verdes oliva y militar, con acentos de mostaza, naranja y vino tinto serán los protagonistas para esta historia.En cuanto a las siluetas, serán importantes las utilitarias con toques militar, en las cuales los bolsillos con fuelle y tapas darán ese toque explorador y safari.Veremos camisas tipo chaqueta largas a madia piernaalgunas con jareta o recogidas en la cintura.Los pantalones se amplían con cinturas resortadas y fajones anchos que marcan la cintura. Los bolsillos tipo fuelle también estarán presentes en los pantalones.Las faldas tendrán diferentes largos siendo las largas y amplias las más importantes.El regreso del vestido camisero es contúndete con una silueta inspirada en la década de los 50 donde la falda es amplia y el largo es a mitad de pierna.3. SportyglamEl mundo deportivo, el estar activo y el bienestar ha traspasado todas las fronteras de la moda y se inserta en todos los universos del vestuario. Las prendas del mundo de los gimnasios de los deportes de alto rendimiento son la inspiración y los referentes que durante varias temporadas los diseñadores han tenido con tal éxito que continuaran vigentes para el otoño invierno 2017/2018.La tecnología en los textiles hace que cada vez estas prendas sean más confortables y dinámicas, los tejidos con fibras elastoméricas le dan a las siluetas ese confort que los consumidores están buscando sin dejar atrás la sofisticación y el glamur que los universos formal y casual buscan. El tejido de punto es sin duda el más importante para este concepto mezclado con nylon y poliéster, los textiles en redes o mallas contrastan perfecto con tejidos burdos para dar una sensación más futurista a las siluetas.La paleta de color hace un llamado a los colores básicos como el negro, el blanco, el rojo y el gris, con acentos de amarillo, verde oliva, toques de naranja y vino tinto.En cuanto a las siluetas, los pantalones son tipo sudadera o jogger con apliques contrastantes en los costados, así como también los bloques de color en la misma prenda.Las chompas, busos y chaquetas deportivas son elaboradas en tejidosmás tecnológicos y sofisticados, la mezcla de tejidos en la misma prenda es la clave para lograr efectos diferentes.Las siluetas de las camisas tipo cajón contrastan perfecto con pantalones tipo pitillos; los herrajes metálicos con aros y ojaletes no solo decoran las prendas, sino que además le suman funcionalidad,“Marcar cintura” es el llamado de los diseñadores y las grandes marcas, después de tantos años de prendas “descaderadas” regresamos nuevamente a recuperar la silueta que fue tan importante de la década de los 80s. Las cinturillas se exteriorizan y son un accesorio indiscutible de la temporada y de esta historia.Los “Cropped” o tops cortos son la prenda infaltable en tejidos con fibras elásticas que le suman confort y son el complemento ideal para las pretinas altas que se verán en faldas, pantalones y shorts.10 Claves de la temporada Chaqueta tipo militar Pantalón en algodón color caqui tipo “baggie” Camisa blanca silueta cajón Vestido largo estampado en flores Blusa con volantes Top de encaje Pantalón tipo sudadera con sesgos laterales Fajón o cinturilla. Falda Midi ( largo mitad de pierna) Chompa deportiva