Por presuntas irregularidades durante las votaciones regionales, un grupo de países cuestionó el triunfo del aficialismo en la contienda electoral para designar gobernadores.
Una parte de la comunidad internacional nuevamente apareció en el panorama de la realidad socio-política que se vive en Venezuela, esta vez, para pedir al Consejo Nacional Electoral (CNE) de ese país que justifique los resultados de las pasadas elecciones regionales en las que el oficialismo salió triunfador al obtener 17 de las 23 gobernaciones en disputa.
Canadá fue de las primeras naciones en cuestionar el saldo que arrojaron los comicios, y por medio de su ministra de Asuntos Exteriores, Chrystia Freeland, afirmó en un comunicado que ese república “está muy preocupada por las acciones del régimen venezolano para dificultar la celebración de elecciones libres y justas”.
La desconfianza hacia los resultados aumentó tras las denuncias emitidas por miembros de la oposición, quienes señalaron numerosas “irregularidades” en los diferentes centros de votación designados para los diferentes sufragantes venezolanos. Tan pronto se conoció la derrota de los candidatos opositores, la Mesa de la Unidad Democrática declaró que no reconocerá los resultados hasta que estos no sean sometidos a una auditoría.
En este contexto, la Unión Europea instó este martes a la Comisión Nacional Electoral de Venezuela a "demostrar la transparencia" de los comicios y a publicar todos los datos correspondientes al proceso.
Por su parte, el presidente Juan Manuel Santos pidió elecciones generales en Venezuela con veedores extranjeros y un Consejo Nacional Electoral independiente ante el "no reconocimiento" del resultado de los pasados comicios regionales por parte de la oposición