La prensa dio cuenta hace poco de que un colombiano trabaja 830 horas más al año que un alemán. Interesante, pero poco se dice sobre cuánto, a qué costo, con qué calidad y rendimiento lo hacen unos y otros. La nota de prensa decía también que un alemán produce 7 veces más que un colombiano. Esa historia es similar a la que nos cuentan cuando nos van a clavar más impuestos, pues sacan a relucir que hay países en donde las personas tributan 60% y 70% de sus ingresos, pero, eso sí, nada nos dicen sobre lo que esas personas reciben por allá en salud, educación, recreación, vías de comunicación, servicios públicos, seguridad, en fin, nos comparan para cobrarnos más pero callan sobre lo que aquí estamos todavía muy lejos de llegar a disfrutar, especialmente cuando hay que eliminar de la ecuación el factor corrupción, el que se está llevando buena parte de lo que el Estado recibe por impuestos. En fin, como decía alguien, en Colombia los salarios son “bajos” y la productividad es proporcional.

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Santos dizque es economista; dizque sabe inglés y, por tanto, podría leer los conceptos de renombrados economistas; dizque, para entonces, había “gobernado” el país 4 años (2010 – 2014) y así debería saber cómo estaban las finanzas públicas y qué margen de maniobra ofrecían. Dizque se las da de estadista; en fin, un montón de “dizque” y ahora dice que no aprobó a favor de los pensionados la reducción de aportes a salud porque no hay con qué sustituir ese ingreso (¡ese atraco!). En plena campaña reeleccionistas en 2014 ofreció rebajar dichos aportes, así que, una vez más, estaba mintiendo para hacerse a los votos de los pensionados o realmente no tenía ni idea del estado económico y de nada le había servido la experiencia presidencial hasta entonces supuestamente adquirida. ¿Qué otra cosa podría esperarse de Santos? Para él conseguir el Nobel a través del arreglo con las Farc ha sido todo y lo demás… manga por hombro, excepto en los casos en los que el hecho le den oportunidad de parafernalia y gasto suntuario. Faltan 11 meses para que ¡por fin! termine la era Santos. Su agenda pareciera que estará marcada por rebajarle a lo necesario mientras no le falte lo superfluo y querría mantener su “esplendor” en el exterior… será como Nobel de Paz porque como gobernante colombiano ¿cómo será recordado cuando dejará una estela de deudas y de compromisos económicos a futuro?

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En estos días Boeing -fabricante norteamericano de aviones- dio a conocer sus proyecciones sobre los requerimientos de personas en la industria del transporte aéreo comercial mundial de aquí a 2036. Según esas estimaciones, se requerirán para ese entonces 637.000 nuevos pilotos; 648.000 nuevos técnicos en mantenimiento de aviones comerciales y 839.000 nuevos tripulantes de cabina. Las cifras para Latinoamérica son: 52.000 nuevos pilotos, 49.000 nuevos técnicos y 52.000 nuevos tripulantes de cabina. Las cifras registran incrementos importantes con respecto a las dadas a conocer un año atrás, excepto en el caso de los técnicos cuyas proyecciones esta vez decrecieron en un 4,6%. Esa reducción en el número de técnicos está respaldada en el hecho de que los aviones de nueva generación, como los de la serie Boeing 737MAX, van a requerir menos mantenimiento.

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Otra vez la historia. En estos días la prensa dio cuenta de que la evasión del IVA es de 8,5 billones de pesos. Igualmente se dijo que los 2,3 millones de colombianos que se espera presenten declaración de renta representarían unos 1,6 billones en recaudo. Luego, la evasión del IVA es 5,3 veces ¡más grande! que lo que pagan las personas naturales por impuesto de renta. ¿En dónde está la plata? Pues claro que en el IVA... y observen la evasión, así que no se explica uno cómo los esfuerzos no se dirigen en su totalidad a perseguir a los evasores del IVA, a combatir como se debe el contrabando, a buscar la plata en donde está, sin acudir de tiempo en tiempo (muy seguido) a imponer mayores cargas tributarias a las personas naturales, limitando su poder adquisitivo.

Además: Dicen sobre la economía