El primer boletín epidemiológico del Instituto Nacional de Salud (INS) señala que en la semana uno de 2017 por lo menos tres niños menores de 5 años murieron por desnutrición o por causas relacionadas con esta.
Las cifras de mortalidad por y asociada a la desnutrición en menores de 5 años en 2016 fue la mayor desde que el INS lleva registro: 303 niños pequeños fallecieron por esta causa y los números pueden ser más altos; 89 casos ocurrieron en La Guajira, más de una cuarta parte de las cifras reportadas por el Instituto en el ámbito nacional.
2017 no empezó mucho mejor que el año anterior. “En la semana epidemiológica 01 de 2017, se notificaron al Sivigila (Sistema Nacional de Vigilancia en Salud Pública) tres casos de muertes probables por y asociadas a desnutrición en menores de 5 años: un caso corresponde a muerte probable por desnutrición y dos a muertes por diferentes patologías que registran desnutrición como uno de los diagnósticos; en la misma semana de 2016 se notificaron cuatro casos”, señala el primer boletín epidemiológico de 2017 del INS.
Si bien es cierto que en la primera semana de este año se registró un caso menos que en la primera semana de 2016, hay que tener en cuenta que en el primer boletín epidemiológico de ese año sólo registraron una muerte por desnutrición, ocurrida en Bogotá. Los tres casos restantes fueron reportados de manera tardía, lo que significa que esos tres casos registrados en 2017 pueden ser más.
De estas tres muertes, una fue directamente por nutrición, según los datos del INS. “Esta semana ingresó una muerte probable por desnutrición de residencia Vichada, sexo masculino de 4 meses de edad, etnia indígena, residente en área centro poblado, sin aseguramiento. El peso al nacer fue de 2.810 gramos y la de talla de 46 centímetros; la madre del menor no registra ningún nivel educativo, pertenece al estrato socioeconómico uno”, apunta el boletín.
El INS publica en sus boletines epidemiológicos, por una parte, el total de muertes por y asociadas a desnutrición en menores de 5 años, las cuales en 2016 alcanzaron la cifra de 303; aquí no discriminan por departamento ni dan especificaciones sobre los casos. Por otro, las que son directamente causadas por desnutrición, reportando 59 el año pasado, entre ellas 19 en La Guajira, una cifra muy inferior a las 89 reportadas por las autoridades wayuu.
Hasta el 9 de enero de este año, las autoridades indígenas habían reportado las muertes por desnutrición de una niña de 11 meses, en Manaure; la de un niño de 18 meses, en Maicao, y la de un niño de 2 meses, en Barranquilla.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) pidió al Gobierno colombiano en diciembre del 2015 que adoptara "las medidas necesarias para preservar la vida y la integridad” de los niños wayuu. Contrario a esto, las cifras de menores muertos en estas comunidades se incrementaron considerablemente.
Después de La Guajira, los departamentos con cifras más altas de niños fallecidos por desnutrición en 2016 fueron Chocó, Vichada, Córdoba, Meta y Cesar. Las regiones más afectadas por este problema son la Costa Atlántica, la Costa Pacífica y la Orinoquía, territorios con índices de pobreza mayores a los del resto del país. Estas regiones tienen una alta presencia indígena, precisamente, el año pasado, el 71,9% de las muertes se dio en estas comunidades.
“Hay regiones muy preocupantes. Hay una perfecta correlación entre las muertes por desnutrición y los sitios habitados por indígenas”, indicó anteriormente Alejandro Gómez, director de Nutrición del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf).
Comida, territorio y memoria: Situación alimentaria de los pueblos indígenas colombianos, un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), señala como principales causas de la desnutrición en las comunidades indígenas al abandono estatal, lo poco aptas que son las tierras para cultivar a causa de la minería y la industria agropecuaria, el cambio climático, la falta de políticas públicas y el escaso control sobre los programas estatales.
La situación la agrava que no se tengan datos actualizados sobre la situación nutricional del país discriminada por departamentos, puesto que la entrega de la Encuesta Nacional de la Situación Nutricional (Ensin) del 2015 está retrasada. Dora Nicolasa Gómez, nutricionista y magíster en desarrollo educativo y social, señaló que “en algunas zonas como La Guajira se puede calcular que la desnutrición se ha agudizado, pero aún no está listo el estudio para saberlo con exactitud”.