Las obras de infraestructura sobre el Paseo Bolívar, adelantadas por la Administración Municipal, están ahuyentando a los compradores.
Los comerciantes ubicados sobre el Paseo Bolívar definieron este martes su situación actual como “muy crítica” a causa de las obras de infraestructura adelantadas en este corredor por la Administración Municipal durante la época decembrina, periodo en el que se generan más utilidades para ellos.
Según manifestó el director ejecutivo de la Asociación de Comerciantes de Guayaquil (Asoguayaquil), Daniel Manzano, “el impacto de estos trabajos en la visita de los compradores ha sido muy grande. En este momento hay casos confirmados de locales que debido a esta coyuntura van a cerrar sus puertas porque no lograron sostenerse económicamente, y las mercancías dañadas por la contaminación son incalculables.
“Alrededor de 17.000 establecimientos comerciales ubicados en El Hueco se están viendo afectados, y si sumamos los pasajes comerciales de toda la zona, hablamos de 40.000 empleados directos perjudicados. Tan solo el ruido y la congestión generada por estas obras desincentivan la llegada de los visitantes, esto por ejemplo ha golpeado de manera frontal al sector de los estacionamientos, que han presentado una disminución del 70% en su ocupación”.
Ronald Pareja, gerente de uno de los estacionamientos ubicados en el área cercada por los arreglos viales, manifestó que “sólo se está facturando un 7% del monto que anteriormente se registraba en el establecimiento. Diariamente pueden llegar unos diez carros, cuando tenemos capacidad para albergar 40, estos vehículos entraban y salían constantemente. Eso nos garantizaba antes de los trabajos, la entrada de unos 100 automotores diarios. Este es el momento más malo por el cual hemos pasado en quince años de existencia”.
Pareja aseguró que de momento el futuro de su negocio es incierto, “estamos aguantando y aún no sabemos si el estacionamiento cerrará. La Alcaldía ha sido amable con nosotros, y nos ha colaborado despejando la entrada del sitio, pero no están teniendo en cuenta que los arreglos y los cambios de orientación en las vías nos están perjudicando seriamente”.
El director de Asoguayaquil aseguró que con la ayuda de la gerente del Plan Integral del Centro, Pilar Velilla, se había logrado concretar una reunión con la Secretaría de Infraestructura y la EDU. “Con esas entidades llegamos a un acuerdo para que no se intervinieran las plazoletas aledañas a la estación San Antonio del Metro, al menos en lo que restaba de este año, dado que allí también llega el Tranvía de Ayacucho movilizando alrededor de 4.500 personas con una frecuencia de diez a quince minutos”.
La importancia de haber definido la ejecución de las obras sobre Bolívar después de 2017, según Manzano, se explica teniendo en cuenta que “en el sector de Guayaquil prácticamente se refleja la ganancia de todo un año en los últimos tres meses. El 45% de las ventas anuales se hacen de octubre a diciembre. Aquí hay un gran número de almacenes que son distribuidores mayoristas, y la gente oriunda de otros municipios viene a comprar durante esta temporada. Por eso siempre le hemos rogado a la Administración Municipal que no se hagan obras en este lapso”.
Sin embargo, el director de Asoguayaquil aclaró que la Alcaldía replicó a las peticiones hechas por los comerciantes argumentando que ya había unos contratos definidos y no se podían echar para atrás, pues esto hubiera acarreado una multa millonaria por incumplimiento de contrato.
A juicio de Manzano, “la Administración debe crear las mejores condiciones para el desarrollo de las mejoras en infraestructura sin afectar los intereses de los mercaderes. “Cuando las obras generan tanto ruido y tanta contaminación, se deben hacer en horas nocturnas aprovechando que el Paseo Bolívar no es una zona residencial”.
“Los comerciantes de esta zona vamos a hacer lo posible por trabajar los fines de semana, y extender los horarios hasta las 8:00 o 9:00 de la noche para hacer frente a la actual situación. En Guayaquil, a diferencia de cualquier otra área comercial, los compradores le pueden poner precio a la mercancía, pueden regatear, pedir rebaja y negociar un producto, esperamos que esta tradición de buen comercio sea la que nos ayude a sobrellevar la problemática sobre el Paseo de Bolívar”, agregó.
EL MUNDO intentó comunicarse con la Secretaría de Infraestructura para abordar la actual situación de las obras en el Paseo Bolívar, pero no fue posible.