Aquí hemos tenido personas de excelsas calidades en el sexo femenino, muy inteligentes y líderes, pero no han podido conseguir esa anhelada victoria.
Otras elecciones presidenciales vendrán próximamente y nada que una mujer consigue sentarse en el solio de Bolívar. Leí una vez que ya suman 175 los hombres que han gobernado a Colombia, en más de cuatro siglos de historia del país. Cómo lamento que una mujer no haya conseguido subir a la presidencia, porque las damas son más metódicas y planeadoras que los varones. Aquí hemos tenido personas de excelsas calidades en el sexo femenino, muy inteligentes y líderes, pero no han podido conseguir esa anhelada victoria.
En el ranquin de las que han sido candidatas presidenciales, la medalla de oro del “pudo ser”, la tiene Noemí Sanín, quien obtuvo 2.825.000 votos en 1998, luego se diluyó ostensiblemente pues en 2002 bajó a 641.000 y en el 2010 solo alcanzó 640.000 votos. La medalla de plata es para Marta Lucía Ramírez, quien aquistó 1.998.000 votos en 2014 y la medalla de bronce es para Clara López, quien en el mismo 2014 reunió 1.958.000 votos. Sanín, a sus 68 años, ya poco pisa los escenarios protagónicos y salvo alguna opinión sobre Maduro, se mece en los cuarteles de invierno.
Lea también: Coaliciones y alianzas 2018
En Colombia –país que según el censo tiene más mujeres que hombres–, las damas han ocupado altísimos cargos: Ministras, embajadoras, congresistas, gobernadoras, alcaldesas, diputadas, concejalas, en fin, se han movido con lujo de detalles en la burocracia nacional y en los cargos de elección popular. No me voy a referir al sector privado, donde muchas han tenido gerencias rutilantes y a la rama judicial, donde varias han ocupado hasta la presidencia de las altas cortes. Por eso, lamento mucho que ninguna haya llegado a la silla presidencial. Y en este 2018, tampoco habrá mujer en el primer puesto del país.
Un repaso por algunos países, nos enseña que las mujeres han llegado a las presidencias de una cantidad importante de naciones: Isabela Perón en Argentina (1974) fue la primera mujer en gobernar en Iberoamérica. Ella era la “vice”, pero asumió tras la muerte de su esposo Juan Domingo Perón; Lidia Gueiler en Bolivia, lo fue como interina (1979); Violeta Chamorro en Nicaragua (1990); Rosalía Arteaga en Ecuador, lo fue de manera provisional (1997); Mireya Moscoso en Panamá (1999); Michelle Bachelet en Chile (2006 y 2014); Cristina Fernández de Kirchner en Argentina (2007 y 2011); Laura Chinchilla en Costa Rica (2010) y Dilma Rousseff en Brasil (2011). ¿Y Colombia?
El panorama electoral para presidencia de Colombia 2018-2022 es el siguiente: Humberto de la Calle (71 años) con su fórmula vicepresidencial de Clara López (68 años); Timochenko (59 años) con su “vice” Imelda Daza (69 años); Sergio Fajardo (61 años) sin definir fórmula y se especula que podría ser Claudia Nayibe López (48 años); Iván Duque (41 años) podría tener como “vice” a Marta Lucía Ramírez (63 años); Germán Vargas Lleras (56 años) sin definir fórmula; Gustavo Petro (58 años), quien le ganará la consulta a Carlos Caicedo, sin oficializar su “vice”; Juan Carlos Pinzón (46 años) sin divulgar su fórmula. Hay dos mujeres en liza como candidatas presidenciales: Piedad Córdoba (63 años) y Viviane Morales (56 años), ambas sin ningún chance.
En este país, donde los partidos afrontan la crisis de que hay más candidatos por firmas que por las colectividades, ninguna mujer aparece en el firmamento electoral para ganar la presidencia de Colombia. Parece una maldición, pero no solo es una realidad actual sino que también en el horizonte no sale del sombrero mágico una candidata que pelee en las urnas una opción real. El premio de consolación es que las incluyan como fórmulas vicepresidenciales, que no es poco ofrecer, pero falta ese aliento final para que una dama nos demuestre que el sexo femenino vale, puede y tiene que llegar. Se ha demostrado, hasta ahora, que querer no es poder. Toda una lástima.