Otros gobiernos, como los de España, Cuba, Bolivia y Rusia, repudiaron el atentado contra el presidente Nicolás Maduro, del cual salió ileso.
Através del secretario de la Presidencia de Colombia, Alfonso Prada, el Gobierno Nacional negó las acusaciones del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien señala al presidente Juan Manuel Santos, a la “ultraderecha” colombiana y al gobierno de Estados Unidos, como los responsables del atentado perpetrado en su contra el pasado sábado, durante la conmemoración de los 81 años de la Guardia Nacional Bolivariana.
"Los señalamientos de Maduro al presidente Santos son los de siempre. Hay que decirle que está equivocado, que no busque fuera de Venezuela las razones para la inestabilidad de la democracia y de la economía venezolana", enfatizó Prada.
Por su parte, John Bolton, asesor de Seguridad Nacional de presidente de EE.UU., Donald Trump, aseguró que podía decir "inequívocamente que no hay participación del gobierno de Estados Unidos en absoluto".
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Las reacciones de otros gobiernos no se hicieron esperar. Sus aliados políticos y comerciales en la región, como Cuba y Bolivia, rechazaron contundentemente el hecho.
Desde Cuba, tanto el actual presidente, Miguel Díaz-Canel, como su antecesor, Raúl Castro, deploraron los acontecimientos, expresando su "plena solidaridad e irrestricto apoyo" al Gobierno de
Maduro, uno de los principales aliados económicos y políticos de Cuba en la región.
El mandatario de Bolivia, Evo Morales, calificó la acción contra su homólogo venezolano de "delito de lesa humanidad".
De otro lado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia consideró que es "categóricamente inaceptable el empleo de métodos terroristas como instrumentos de lucha política".
El Gobierno español también repudió el ataque contra Maduro, y expresó que la crisis sociopolítica y económica que vive el país suramericano debe resolverse de forma "pacífica, democrática y negociada entre venezolanos, en el marco del Estado de Derecho".
El gobierno de Venezuela capturó a seis presuntos implicados en el atentado, y los vinculó a los restos de la desactivada célula rebelde que dirigía el fallecido expolicía Oscar Pérez.