El primero de mayo se conmemora en el ámbito mundial el Día del Trabajo y se recuerda a los “mártires de Chicago”, EE.UU, quienes en 1886 se volcaron a las calles para exigir el cumplimiento de los tres ocho: ocho horas de trabajo, ocho horas de estudio, ocho horas de descanso, logro que hasta el momento se conserva. En Colombia, sólo hasta el primero de mayo de 1914 se celebró por primera vez.
En los últimos años en Colombia se ha escuchado con más fuerza y con reiteración el término trabajo decente. A propósito de la conmemoración internacional del 1 de mayo, Día Internacional del Trabajo, es necesario revisar este concepto y su aplicación en Colombia, que, además de buscar mejorar las prácticas laborales, es una demanda de diversas instituciones de ámbito mundial, que buscan mejores estándares en este aspecto, como lo es la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), a la que el país quiere pertenecer.
El concepto fue introducido en 1999 por Juan Somavia, primer director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) proveniente del hemisferio sur. Precisa la página web del organismo que el trabajo decente está caracterizado por cuatro objetivos estratégicos: los derechos en el trabajo, las oportunidades de empleo, la protección social y el diálogo social. Cada uno de ellos cumple, además, una función en el logro de metas más amplias como la inclusión social, la erradicación de la pobreza, el fortalecimiento de la democracia, el desarrollo integral y la realización personal.
Avances gubernamentales
¿Pero que tanto ha avanzado Colombia en la implementación de esta política? En el Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018, el Gobierno Nacional implementó, bajo la coordinación del Ministerio del Trabajo, la política de Trabajo Decente, buscando promover la formalización laboral, la generación de empleo y la protección de trabajadores públicos y privados. Además, según esta cartera, el Trabajo Decente tiene cuatro pilares o ejes fundamentales que son: “Promover los principios y derechos fundamentales de la OIT en el trabajo; generar oportunidades de empleo e ingresos; procurar el acceso a la protección y seguridad social, y generar condiciones para el dialogo social y tripartismo”.
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En una reciente visita a París, la ministra de Trabajo, Clara López Obregón, en compañía de la delegación colombiana, presentó ante el Comité de Empleo, Trabajo y Asuntos Laborales de la Ocde, los avances en materia laboral relacionados con las recomendaciones que realizó la organización para la situación laboral del país.
En esa exposición López sostuvo los avances en materia de Trabajo Decente: informalidad laboral y subcontratación, aplicación de la legislación laboral, negociación colectiva y violencia contra sindicalistas, según informe en el sitio web del ministerio.
Conquistas laborales
Para la socia principal del grupo de práctica de Derecho Laboral de la Firmade abogados Baker McKenzie, Tatiana Garcés, el panorama actual de los trabajadores colombianos en los últimos años ofrece una visión positiva y argumenta, desde cambios en la interpretación de algunas normas, que los trabajadores se han visto beneficiados.
“En la estabilidad laboral, por ejemplo, es claro que en la actualidad hay muchos más fueros de los que existían hace 15 o 20 años y que gracias a ellos es más difícil terminar un contrato de trabajo porque sí”, agregó Garcés.
“Otra reforma importante o cambio importante es el incremento en la capacidad de vigilancia de nuestros organismos de control y con ellos me refiero al Mintrabajo, que de ser un ministerio muy incipiente, con pocos funcionarios, en la actualidad tiene más de 900 inspectores especializados, capacitados y dedicados única y exclusivamente a la labor de inspección y vigilancia”, precisó la abogada.
Agrega la especialista la mejoría en la vigilancia de la que considera “mal llamada” tercerización. “Sin lugar a dudas el ministerio del Trabajo verifica con mayor rigurosidad el cumplimiento de la utilización de las empresas o de los empleados suministrados en misión por parte las empresas de servicios temporales, hoy en día el ministerio se preocupa por revisar que realmente se utilicen para los eventos previstos en la ley dentro del año que está permitido y que también no se hagan contratos para intermediar o buscar mano de obra en vez de verdaderos servicios”.
Para Jorge Coronell, profesor de la Universidad de Medellín, especialista en el tema laboral, es cierto que, a lo largo de la historia, los trabajadores han logrado beneficios en el campo laboral, como el aumento del salario, el tiempo de descanso remunerado, el derecho a la asociación. Sin embargo, considera que eso fue históricamente y que “en un plano nacional y en el contexto en el cual nos encontramos, vale la pena decir que estamos en un momento en el cual muchas de esas conquistas se han ido perdiendo o están gravemente lesionadas y ese es uno de los puntos que valdría la pena destacar en el marco del Día del Trabajo”.
Desde el punto de vista jurídico, señaló María Rocío Bedoya, profesora de derecho del trabajo en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Antioquia, en Colombia se han realizado una serie de reformas en los últimos 27 años que han desmejorado el trabajo: “La Ley 50 de 1990, la cuál derogó ciertas conquistas de los trabajadores como la estabilidad laboral y, además, eliminó la retroactividad de las cesantías; la Ley 100 de 1993 que hizo una profunda reforma a la Seguridad Social y que, además, privatizó el servicio de la salud convirtiéndolo en negocio con ánimo de lucro; la Ley 789 de 2002 aumentó el horario de la jornada diurna, que pasó de ser hasta las 6:00 p.m. y la llevó hasta las 10:00 p.m., cambio que afectó el recargo de horas nocturnas y el pago de los dominicales; por último está la Ley 797 de 2003, que aumentó el número de semanas de cotización para la pensión de vejez”.
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Por su parte, Rubén Darío Gómez Hurtado, presidente de la Confederación General del Trabajo (CGT) en Antioquia, considera que “no han sido muchas las ‘conquistas’ que tengamos ahora como trabajadores, por el contrario, han ido disminuyendo, la vinculación directa de trabajadores que se tenía desde hace muchos años, el desmonte de la reforma pensional, la reforma laboral. No hemos logrado mayores cosas, hemos perdido, mantenemos lo poquito que hemos conquistado”.
Y añadió: “Una de nuestras grandes protestas este primero de mayo es solicitarle al Gobierno que no aplique más reformas laborales, ni de pensión y que tengamos la posibilidad de ser vinculados directamente”.
Carlos Julio Díaz, director de la Escuela Nacional Sindical (ENS), dijo que “en conquistas laborales en Colombia podría hablarse del caso de las trabajadoras de servicio doméstico que han avanzado en el tema de la equidad laboral, puesto que tenían una condición inferior. Ahora, producto del desarrollo legislativo del Congreso de la República, tienen la misma condición de cualquier trabajador del país. Mientras tanto el resto de trabajadores en Colombia está por la conservación de lo que se tiene ya que ha habido desmejoras en lo laboral”.
Diálogo social
Uno de los pilares del trabajo decente que propone la OIT es generar condiciones para el diálogo social y tripartito, es decir, el poder establecer mesas de diálogo en donde empleados y empleadores se puedan sentar a conversar sobre temas de intereses compartidos y donde, por medio de las vías del diálogo, se logre llegar a acuerdos que beneficien a ambas partes.
En este sentido y según lo propone la OIT, el Ministerio del Trabajo ha intentado fortalecer este trabajo conjunto en diferentes empresas del orden nacional.
Una muestra de ello es el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Agropecuaria (Sintrainagro), donde Guillermo Rivera, como presidente nacional, contó su experiencia. “Ha sido un proceso de muchos años de trabajo integral con los trabajadores porque venimos de una época muy difícil de confrontación con los empresarios producto de toda la problemática laboral y social en esta región de Urabá, pero hemos hecho un esfuerzo para lograr acuerdos de concertación que nos permitan trabajar unificadamente por el desarrollo de la región, conservar los empleos, defender la productividad, el mercado internacional, porque el sector bananero genera empleo para más de 60.000 familias en la región de Urabá y del Magdalena”.
En ese mismo sentido, la empresa Cementos Argos también habló sobre la experiencia de diálogo empleador – empleado, y resaltó que lo han logrado basando las relaciones en el respeto, la confianza y la comunicación directa y cercana “como parte de un proceso de construcción social que impulsa el crecimiento sostenible”.
Además, señaló César Mejía, gerente de Gestión Humana y Sostenibilidad para la Regional Colombia de la cementera: “Hemos construido con los colaboradores y las organizaciones que los representan una relación en la que nos reconocemos en el diálogo, estableciendo intereses comunes que marcan nuestro camino, como sostenibilidad de la compañía y del empleo, construcción mutua de confianza, respeto a los principios y derechos fundamentales y diálogo social permanente. A partir de lo anterior, venimos edificando una historia diferente porque creemos que una sociedad mejor es posible y hemos tenido la voluntad para construirla”.
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Rubén Darío Gómez Hurtado resalta también que, en algunas oportunidades, se ha ganado espacio en el relacionamiento con los empleadores, es decir, dialogando con respeto y otorgando reconocimiento a ambas partes. “Desde la CGT hemos logrado resolver muchos conflictos desde diferentes organizaciones sindicales filiales nuestras y algunas empresas donde ellos laboran, con las negociaciones de pliegos de peticiones y, al mismo tiempo, solucionar los problemas internos disciplinarios que se puedan presentar, pero con el diálogo y la concertación”. Agregó, además, que “de manera conjunta con MinTrabajo establecimos una mesa de diálogo que es la subcomisión de políticas y dinámicas salariales y de allí se deriva una mesa de conflictos laborales que nosotros la llamamos ‘alertas tempranas’”.
Garcés afirmó que “Colombia sí ha avanzado en el fortalecimiento de mejores prácticas, hay más conciencia a nivel nacional de la importancia de cumplir con las normas laborales y esto acompañado de las ideas de control y vigilancia y de los compromisos que ha adquirido el país en los tratados internacionales o de los que también debe adquirir para poder pertenecer a la Ocde”, todo esto, argumentó, hace que Colombia se mueva en la misma dirección.
El profesor Coronell, por su parte, considera que al país le falta mejorar el diálogo social y dejar la afrenta contra los sindicatos y sus miembros. “En un plano retrospectivo se ha perdido, inclusive, el poder de negociación. Es lamentable que cada año veamos en diciembre que no se pudo llegar a un acuerdo para el aumento del salario mínimo. Eso da muestra del poco diálogo social que tenemos y es uno de los retos que el país debe enfrentar para no perder todo eso que hemos hecho”.
Reforma pensional
Una de las preocupaciones de los trabajadores y representantes laborales colombianos es el tema pensional y su ya anunciada reforma. Al respecto, el representante de la CGT indica: “De la reforma podríamos esperar que se recorten más nuestros derechos porque bajarían los montos para pagar una pensión, aumentarían las semanas de cotización. Están persiguiendo es al sector público de las pensiones para que desaparezca y así el sector privado sería el gran beneficiado , porque así podrían controlar todo el sector pensional del país, afectando a los trabajadores”.
Por su parte, Carlos Julio Díaz (ENS) indica que “es una reforma que viene siendo presionada por la Asociación Colombiana de Administradoras de Fondos de Pensiones y algunos organismos internacionales como la Ocde y el Fondo Monetario Internacional que tienen una idea que, en principio, parece atractiva, que es que el empleo se formalice, pero antes de emprender una reforma pensional hay que formalizar el trabajo”.
Para la abogada Garcés sí es necesaria una reforma, “de hecho los calificadores del sistema financiero internacional nos lo están pidiendo porque el sistema pensional colombiano ‘está quebrado’”. Agregó además que, aunque la considera necesaria, no sabría si es posible en este momento.