El material insignia del Pacífico sur colombiano, la paja de tetera, es comercializado por la artesana Claudia Saa por medio de la empresa que creó, ArtTimbiquí, para exhibir el arte que los negros del Pacífico colombiano heredaron de sus ancestros.
Sombreros artesanales, que tienen como base la paja tetera de Timbiquí, Cauca, que se extrae del palo de tetera, ese es el producto que comercializa en Expoartesano 2018 Claudia Saa Cuero.
Varían en sus formas, estilos y colores. Está el sombrero batea, un diseño inspirado en la actividad de mineros y mineras artesanales, y aseguró ella su representación es “una creación propia”. Además las gorras para damas y caballeros; viseras, sombreros mariposa, ‘chicanero’, el tradicional del Pacífico, dos tapas y canasto.
Ella, entre risas, aseguró no conocer mucho de estilos de sombreros, lo que sí tiene claro es que es una artesana que aprovecha las fibras de la paja de tetera para exhibir arte, “para alegrar a la gente con diseños hermosos, con productos hechos con el corazón. Todos tienen diferentes estilos y pueden adaptarse a los gustos de cualquiera”, dijo.
Ellos están confeccionados en diversos trenzados que Claudia, con ArtTimbiquí, ha creado alimentándose de sus raíces y del producto de su teteral.
Cabe destacar que la paja tetera es uno de los principales materiales que se utilizan para elaborar las artesanías colombianas.
Ella tiene un ‘teteral’ familiar. Lo cultiva junto a su esposo y otros integrantes de su familia. Aunque ya no vive en Timbiquí, pues debió desplazarse por la violencia, en la ciudad de Cali encontró un buen sitio para continuar con la tradición de su tierra.
Extraer la fibra de la tetera es un proceso largo, pero al que doña Claudia le tiene una “paciencia infinita”. Todo inicia con cinco hojas de tetera, cinco palos, tipo bejuco, de este espécimen herbario, sólo se utiliza el tallo.
Primero hay que escanearlas, literalmente, “se hace una revisión del estado de las hojas, así nos aseguramos que sean las adecuadas para empezar el proceso”, contó.
“Desde el monte se empieza a raspar el palo, para traerlo lo más ‘purito’ a casa. Luego, empezamos a raspar palo por palo y quedan de este color”, lo narró mostrando una tira de fibra seca en tono “beige-amarilloso”.
Y continuó: “Entonces uno raspa toda esa cantidad de palo y después se coloca al sol, varios días, para secarlos (se ponen duros), y cuando ya están ‘buenos’ como rasparlo de nuevo, lo llamamos ‘dolcesito’, cogemos la batea de madera y uno se sienta en el piso y con una tawinga empieza a coger palo por palo y, de nuevo, a sobarlo, a sobarlo, pero con toda su fuerza para que ‘adome’; y ahí uno raja con la uña y lo abre y saca la ‘lapa de tetera’ y se soba de nuevo, pero que no se vaya a destrozar, y le saco la tripa y la original”.
Y este proceso se repite por ahí cuatro veces hasta que se saca el máximo de la fibra, “y ya no más por lo que queda es nada (muy delgada) para continuar”, precisó.
De los cinco palos pueden estar saliendo unas cinco docenas de ‘lapa de tetera’, que los negros originarios de Timbiquí juntan y envuelven como un ‘atao’ (envuelto grueso y bien amarrado).
“El ‘atao’ lo echo en una olla con agua, le coloco una piedra para que lo hunda, y a los tres días lo desamarro y saco lapa por lapa” y se repite el proceso, detalló Saa.
Des esta forma se obtiene la paja de tetera para las creaciones artenales de esta artesana de piel negra.
ArtTimbiquí también confecciona cuchareros, turbantes, bolsos, carteras, abanicos e individuales en paja de tetera.
Nombres como crece pequeño, crece arañón, crece grande, crece ‘piquito’, trenza ‘patentuda’, trenza M o trenzado de tres palos llevan los tejidos que la artesana utiliza para sus creaciones.
Tienen precisamente estos nombres particulares porque reflejan la espontaneidad que la gente de donde es originaria Claudia posee.
Estas artesanías de paja de tetera resaltan con su belleza por sí solas. No tienen adornos adicionales, cada añadidura al diseño está también hecha con el mismomaterial.
Destacó la artesana que “son elaborados completamente a mano”, algo que la llena de orgullo, como si estuviera de esta forma dignificado su esfuerzo para lograr cada producto.
Hay algo que también es de vital importancia para lograrlo, se trata de la máquina de coser, pues una vez trenzadas y posteriormente unidas las ‘lapas de tetera', se debe utilizar una de estas para confeccionar las formas y lograr los acabados.
Y es de esta forma que Claudia Saa Cuero puede crear los productos que comercializa en toda Colombia. Es una artesana orgullosa, ya acumplió 36 años trabajando con las artesanías, ella se siente feliz por haber heredado este arte de los ancestros de Timbiquí.