La movilidad no es un asunto de infraestructura sino estructural y con mayor razón en estas ciudades en desarrollo
El VII Foro mundial de la bicicleta se realizará del 22 al 26 de febrero en la ciudad de Lima. Es un evento que reúne a los colectivos urbanos de todos los países que están pensando en la movilidad no motorizada como estrategia para la convivencia y la sostenibilidad. El tema de la ponencia que llevare a este encuentro será: Educación y activación ciudadana para la movilidad sostenible en ciudades en desarrollo. En síntesis, expongo que la movilidad no es un asunto de infraestructura sino estructural y con mayor razón en estas ciudades en desarrollo, por lo tanto, cualquier propuesta que se tenga al respecto debe de ser aplicada de forma progresiva y obviamente con permanencia en el tiempo. Además, tiene que tener como centro la formación de los ciudadanos, y simultáneamente la planeación de una infraestructura a escala humana.
El asunto es que dar cátedra de lo que se tendría que hacer es muy fácil, y proponer fórmulas para resolver problemas que no están dimensionados, aun más. Así que tomamos estrategias ya implementadas en varias ciudades de América Latina, donde el elemento diferenciador es justamente la formación, de ahí parte la activación ciudadana y con ella la multiplicación de la infraestructura, no sólo en kilómetros de ciclorrutas y cientos de bici-parqueaderos puestos en la calle, sino también en capacidad para andar por toda la ciudad, independientemente de que haya una vía exclusiva para la bicicleta. La activación ciudadana es una herramienta poderosísima que puede convertirse en un arma de doble filo si no se le inyecta educación constante, inteligente y de fácil recordación.
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Para nadie es un secreto que los colectivos bicicleteros están hoy empoderados, pasan por las calles reprendiendo a los que conducen los autos, a los que caminan, en fin, pero para ellos también una regla de elemental convivencia está marcada, además de respetar y acatar las señales de tránsito, en participar activamente en la formación de miles de ciudadanos que hay que volver adeptos de esta gran movida por la sostenibilidad, moverse en bicicleta, es una parte importante, pero no es todo. Para la muestra dos casos que nos ilustrarán muy bien todo esto que les digo: En Hermosillo, capital del estado de Sonora al norte de México, con poco menos de un millón de habitantes, se enfrenta hace muchos años a una problemática muy particular de las ciudades cercanas a la frontera; “los chocolates” estos son unos autos que viene del otro lado, de fácil adquisición y que transitan, muchas veces sin placas, por toda la ciudad. Hoy, excepto los niños menores de 15 años, se podría decir que todos tiene un auto allá. Nace un movimiento de jóvenes, que se tomaban las calles los martes y jueves en la noche, andando en bicicleta para hacerle frente a horas de embotellamiento en el centro histórico, se llamaba Bikes&Bear y era muy divertido porque la dinámica era ir de bar en bar, en bici, tomar una cerveza y seguir. Ni se imaginan el número de lesionados por semana que aportó este movimiento y las malas prácticas que incentivó en temas de movilidad no motorizada. Había que darle un poco de foco a esta estrategia para hacerla exitosa, pero desafortunadamente, no se hizo. Rosario, ciudad de la provincia de Santa Fe en el sureste argentino, también con poco menos de un millón de habitantes, es catalogada, junto con Bogotá, como la ciudad con mayores índices de uso de la bicicleta de América Latina (BID 2016) y la estrategia fue simple, canalizar una iniciativa de citimarketing por la vía de incentivar decididamente su uso desde hace ya casi 20 años. Toda la ciudad articulada, sector público, academia, privados, independientes, absolutamente todos, agrupar los colectivos, enseñar el uso responsable y preparar la ciudad para que la prioridad sea la movilidad no motorizada con campañas que no han parado hasta el día de hoy. En el primer ejemplo un caso aislado que no se atendió, en principio loable pero desarticulado. En el segundo una iniciativa que articula a todos sus habitantes más educación ciudadana como eje transversal.
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