Los mismos creadores de Amigos: Eric Toledano y Olivier Nakache, regresaron a la gran pantalla con una divertida historia en la que perder el control es lo mejor que podría pasar.
Después de su exitoso estreno en Francia y de ser nominada a los Premios Goya 2018 en la categoría de Mejor Película Europea, este 28 de diciembre llegará a las salas de cine del país la cinta francesa La fiesta de la vida, la cual tuvo su preestreno en Medellín el pasado 19 de diciembre en el centro comercial Oviedo.
Eric Toledano y Olivier Nakache, responsables de algunos de los mayores éxitos del cine francés, como Amigos (2011) y Samba (2014), regresan a la pantalla grande con esta divertida historia en la que cualquier cosa puede pasar.
Una boda de lujo en un castillo francés del siglo XVIII, con un excéntrico novio, un fotógrafo que odia las tomas hechas con celulares, un DJ fuera de lo común y un particular equipo de catering llevan a que esta celebración se salga de control y lo que parecía ser un desastre total se convierta en la mejor ¡Fiesta de la vida!
La cinta protagonizada por Jean-Pierre Bacri (Como una imagen, 2004), ganador de un premio César en 1997 y la Palma de Oro en 2014, el popular actor francés Gilles Lellouche (Pequeñas mentiras sin importancia, 2010); la actriz canadiense Suzanne Clément (Mommy, 2014) y Jean-Paul Rouve (La vida en rosa, 2007); tuvo su premiere mundial en la más reciente edición del Festival de Cine de Toronto y su premiere europea en la edición 65 del Festival Internacional de Cine de San Sebastián.
Max ha trabajado en servicio de banquetes por 30 años, y se encuentra al final de su carrera. Ahora tiene que organizar un sublime matrimonio en un castillo del siglo 17, el de Pierre y Hélena. Como de costumbre, Max ha coordinado todo: ha reclutado su brigada de meseros, de cocineros, de lavaplatos, ha sugerido un fotógrafo, reservado la orquesta, arreglado la decoración floral… En resumen, todos los ingredientes para que esta fiesta sea todo un éxito. Pero las desgracias nunca vienen solas y cada momento de felicidad y de emoción podrían transformarse en desastre.