Simón Mejía reconoció nuevos horizontes sonoros, grabando una canción con el apoyo de talentosos artistas palenqueros, a finales del pasado 2016. Junto a su colega Lamparita creó, además del documental, la canción Majaná, publicada en la serie Red Bull 20 Before 17 y a la que cualquier persona conocer en el sitio web: 20before17.redbull.com
Estos son los cinco recuerdos sonoros que llevan a Simón Mejía, a través del cine y la música, a viajar por Palenque:
- “El primer sonido es muy especial, hace parte todos los días de la vida de San Basilio de Palenque, que es su naturaleza, las personas cuando van a trabajar al monte. Utilice estos sonidos en el track final, hacen parte de su ADN. Están las ranas, los grillos, los machetes”.
- “Un sonido de su tradición es el tambor. Es la herencia más grande del origen africano que hay en Colombia. Es el ‘tambor alegre’ o ‘el llamador’, su expresión más notable es el bullerengue, toda esa tradición que vino de África y es la base del golpe de todos los sonidos folklóricos del Pacífico colombiano”.
- “No puede faltar la marimbula (marimba). La utilice bastante en este documental, en una búsqueda de experimentar con su sonido. También viene de África, pero paró en Cuba y por medio de ese país fue implementado en Colombia, en los años 50, porque muchos cubanos venían a trabajar en las plantaciones de azúcar, donde venían muchos cubanos a trabajar, con sus instrumentos. Palenque se apropió de ella y la utilizó para formar uno de sus más representativos formatos que es el sexteto. La marimbula es como el bajo del Palenque, es un instrumento insignia de toda su sonoridad”.
- “Las voces indiscutiblemente son importantes en la tradición de la música de Palenque. En el documental, más que cantos, utilicé tradición oral, la narración de un palenquero, contando una historia en su lengua, aprovechando la sonoridad y el color. Busqué otras maneras no cantadas para mezclar música”.
- “El sonido del folklor siempre parte de una misma base: los tambores, las maracas, la guacharaca y en el caso de Palenque las marimbula. Entonces, finalmente quiero rescatar los brillos de ese formato folklórico. Traté de trabajarlos alternativamente, reemplacé los sonidos de las maracas por los del amanecer, que tienen como el mismo timbre. Los grillos y las chicharras hacen las veces de maracas y guacharacas del documental y de la canción”.