El inicio del período presidencial del magnate Donald Trump no ha sido tranquilo, entre polémicas, medidas ya simbólicas y una fuerte personalidad.
El 20 de enero 2017, el presidente se posicionó como nuevo jefe de la Casa Blanca. El 29 de abril, cumplirá entonces los cien días de gobierno. Entre sus destacadas declaraciones, sus típicos apretones de mano y sus medidas polémicas, la llegada del empresario al poder desató fuertes críticas. Ya se perdió la cuenta de las protestas de los estadounidenses contra su gobernante. Mujeres temen que sus derechos sean arrebatados por ideas conservadoras y propósitos sexistas, otros temen perder los beneficios adquiridos con el “Obamacare”, sin olvidar el día sin inmigrantes en el cual la mayoría de los ciudadanos de origen extranjero no fueron a trabajar para demostrar su peso en el mercado laboral. Psicólogos llegaron hasta explicitar su preocupación con respecto a la salud mental del presidente, cosa que no suelen hacer para no interferir en la política nacional.
Énfasis en la seguridad
Uno de los temas más populares durante la campaña de Donald Trump fue sin duda la seguridad del país. De lo que más se habló en estos meses fue del famoso veto migratorio o “muslim ban” que prohibía la entrada de ciudadanos provenientes de siete países de mayoría musulmana. El decreto fue simbólico porque demostró hasta dónde llegan sus poderes presidenciales. La justicia estadounidense decidió bloquear la medida por considerarla inconstitucional. Trump no tardó en replicar, ya que a los pocos días presentó una nueva versión del texto. Volvió a toparse con el poder judicial, que bloqueó la segunda orden ejecutiva. El argumento principal de la administración Trump, era garantizar la seguridad de los ciudadanos, con un alto control de los extranjeros que ingresarían al país, para evitar ataques terroristas.
En esta misma lógica, el presidente republicano argumentó que se necesitaba incrementar el presupuesto de la defensa. Propuso aumentar de 54 billones de dólares el dinero reservado a la defensa, confirmando la posición de Estados Unidos como potencia de guerra: es el país que más presupuesto le da al sector militar.
No obstante, Juan Camilo Velandia, docente y analista internacional de la Universidad de la Sabana, destacó un problema mayor: “por primera, el FBI, la NSA le restaron credibilidad a Trump con todo el escándalo que hubo sobre la intervención de Rusia en las pasadas elecciones, lo que fue comprobado. Por primera vez estamos ante un presidente que subió al poder porque iba a garantizar seguridad pero todo lo que ha generado en tres meses ha sido todo lo contrario: inseguridad, incertidumbre tanto en la política interna como externa”. Esta situación revela las complicaciones a las cuales se podría enfrentar el jefe de Estado al tomar futuras medidas de seguridad nacional ya que hay tensiones con las principales instituciones que la gestionan.
Cambio de rumbo para la política exterior
Al llegar al poder, Trump decidió darle una nueva ruta a la política exterior en el caso mexicano. Su medida emblemática: el reforzamiento y la extensión del muro fronterizo entre ambos países. Hasta ahí nada sorprendente. Lo que sí provocó polémicas es que Trump exigiera que el proyecto fuera financiado por el propio Gobierno de México. Sin embargo, después de las tensiones de los primeros días, EE.UU. y su vecino multiplicaron los diálogos y decidieron no volver públicas las negociaciones sobre el muro. Hasta ahora ninguna decisión se ha tomado oficialmente y el Gobierno estadounidense está en proceso de consulta para contratar constructoras.
Otro giro que dio, concierne el conflicto entre Israel y Palestina, en el cual Estados Unidos defendía la solución de dos Estados, uno para cada pueblo. En este caso, el presidente se posicionó de manera ambigua, afirmando que no se descartaba un Estado único pero la solución tenía que ser aportada por los principales concernidos. Para Velandia, esto “muestra una vez más que Trump no se ha asesorado muy bien. Si bien es un novato en política, la mayoría de su gabinete también.”El analista agregó que el presidente probablemente “no será protagonista de esta historia” ante la complejidad del asunto.
Finalmente, el caso más reciente de gestión de asuntos exteriores, fue el lanzamiento sorpresa de 59 misiles a una base aérea del Gobierno sirio, en respuesta al ataque químico del 4 de abril. Varias víctimas civiles y heridos resultaron de un bombardeo que habría podido ser cometido por las fuerzas del presidente Bachar al-Assad. Después de las discrepancias que resultaron con Rusia, gran amigo de Siria, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, afirmó que “el presidente mantiene abierta la posibilidad de futuras acciones”. El caso sirio mostró que Trump, al igual que sus predecesores, quiere afirmar su posición como líder de la primera potencia militar. De momento, queda pendiente la posible intervención en Corea del Norte ya que varios buques de guerra se trasladaron a la península. “Corea del Norte está buscando problemas. Si China decide ayudar, eso sería muy bueno. Si no, solucionaremos el problema sin ellos” afirmó Trump en Twitter. Por otro lado, Corea del Sur le recordó que debía tomar en cuenta su opinión: “si es que se llega a producir (un ataque preventivo sobre Corea del Norte), se realizaría bajo la estrecha alianza defensiva entre Corea del Sur y EE.UU., que está basada en la estrecha colaboración” subrayó Moon Sang-gyu, portavoz de Defensa surcoreano.
El gran fracaso del “Trumpcare”
Otra de las medidas emblemáticas que el presidente prometió aplicar era tumbar la ley de salud que implementó Barack Obama, también llamada “Obamacare”. Esta ley fue votada para darle a los ciudadanos más acceso a la salud y a la seguridad social. El sistema americano se conoce por los altos costos que suponen los medicamentos y los cuidados médicos. El Obamacare cambió eso hasta cierto punto. Trump quiso abrogar esa medida pero fracasó ante la división en su propio partido. El analista de la Sabana explicó que esto se debe a que “su relación con Paul Ryan no fue muy buena. Demuestra su incompetencia para hacer lobby en el Congreso. También demuestra su incapacidad gerencial y el hartazgo que ciertos miembros en el partido republicano tienen hacia él”. También advirtió de la necesidad de tomar en cuenta las enseñanzas de este fracaso, y del bloqueo del veto migratorio, su otra gran medida.
Escándalos mediáticos
Acusaciones de espionaje por Obama, supuesta difamación por los medios de comunicación, demasiado tiempo pasado en su residencia de Mar-a-Lago jugando golf: varias críticas han surgido en los cien primeros días del presidente. No obstante, desde antes que Trump tomara el poder, el intervencionismo ruso fue el principal escándalo. Velandia expresó que “Trump es un personaje muy inteligente al igual que Vladimir Putin. Quizás el mundo no sabe todavía la buena relación que tienen los dos. Trump se ha cuidado mucho de salir a la prensa, de dar declaraciones o exponerse simplemente.” Su administración fue gravemente afectada por el caso de espionaje ruso. El exconcejal en Seguridad Nacional, Michael Flynn, dimitió el 13 de febrero por haber participado en la injerencia rusa. Actualmente, está pidiendo inmunidad a cambio de cooperación con las agencias de inteligencia. De hecho, el FBI y la CIA habían confirmado la acción de hackers (piratas informáticos) rusos para perturbar las elecciones, o al menos a Hillary Clinton. Ahora están investigando qué tan estrechos son los lazos con el presidente. El Procurador General del Estado, Jeff Sessions, también fue el objeto de acusaciones, pero sí logró posicionarse en su cargo. El propio Devin Nunes, presidente de la comisión de búsqueda sobre Rusia y cercano a Trump, también tuvo que apartarse el pasado 6 de abril.
Trump vs. los medios de comunicación
Finalmente, algo que diferencia bastante al actual jefe de Estado de su predecesor, es su relación con los periodistas. Ya durante su campaña electoral, el magnate no paró de denunciar la proliferación de fake news (noticias falsas) en su contra. The New York Times, uno de los diarios de referencia en el país y en el mundo, fue el objeto de fuertes denuncias por Trump. El líder declaró en Twitter, su medio de comunicación favorito, que “las falsas noticias son una completa cacería de brujas política”. De manera más concreta, fue hasta dar una lista de los medios que, según él, son difamadores: “los medios de falsas noticias (The New York Times, NBC, ABC, CBS, CNN) no son mi enemigo, ¡son el enemigo del pueblo estadounidense!”. La guerra entre Trump y el periodismo es tal, que resurgió un profundo cuestionamiento en cuanto al concepto de la “posverdad” o “mentira emotiva”. Los profesionales de la información están luchando en el mundo entero para permitir que el ciudadano diferencie la verdad de la mentira política. El caso más reciente: la Iniciativa Global para la Integridad de las Noticias, creada en parte por Facebook, a la que se unió la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano.
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