Las empresas chinas del sector financiero, manufacturero y materias primas aspiran convertir al país asiático en el primer inversor del mundo, según afirmaron ayer los responsables de algunas de las mayores compañías de China en la edición 47 del Foro Económico Mundial de Davos, Suiza que inició ayer y finalizará el próximo viernes.

Xi Jinping, presidente de China, expuso durante su discurso de inauguraciónque "no sirve de nada culpar a la globalización por los problemas del mundo. Simplemente no es el caso y no ayudará a resolver".

Por ello, después de que Xi intervino en el Foro, varias mesas redondas y debates se centraron en el papel que desempeña y lo que seguirá haciendo en el futuro el gigante asiático.
“No se puede seguir incluyendo a la segunda economía del mundo entre los mercados emergentes, ya que constituye por sí sola un sólo mercado”, señaló el presidente del grupo inversor indio Abraaj Group, Arif Naqvi.

Así lo reconoció también la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, quien admitió que las inversiones chinas en la zona son "gigantescas", pero excesivamente focalizadas hasta ahora en las materias primas, lo que, en su opinión, debe cambiar.

“Sería bueno que los inversores chinos diversificaran sus intereses”, consideró Bárcena, quien cree que las relaciones deben basarse en el comercio, la financiación y también en la confianza.
Además, Bárcena reconoció que la Cepal está construyendo una "sólida relación con China" en términos de mayor igualdad.

Por su parte, el presidente de China Electronic Corporation, Liu Liehong, aseguró que este deseo ya es una realidad, pues su empresa cuenta con cuatro fábricas fuera de China, ya que están ubicadas en Latinoamérica y en África, por lo que espera ampliar en un futuro esta política.

China Electronic invierte en Ecuador y en otros países, con la perspectiva de que se ayude al desarrollo local y, así, en Brasil y Argentina se trabaja directamente a través de filiales.
Bárcena quiso poner el acento en el trabajo, ya que China asegura que "creará diez millones de empleos en el continente".

Lo cierto es que China desempeña ahora un doble papel como líder de los llamados países emergentes y como aspirante a encabezar la economía mundial no sólo convirtiéndose en el principal inversor en el extranjero.

China constituye un caso aparte porque “por mucho que las economías emergentes vayan a sufrir con las inminentes subidas de tipos de interés en Estados Unidos, pues se trata de países fuertemente endeudados en dólares” explicó la profesora de la Universidad de Harvard, Carmen Reinhart.

La clave a juicio del investigador del Instituto Global de Finanzas de China, Liu Mingkang, radica en el ritmo en el que la Reserva Federal (Fed) suba los tipos de interés, dado que la economía estadounidense ha arrancado el año con fuerza.

Al respecto, el investigador se mostró convencido de que las perspectivas para la economía china "son mejores este año de lo que eran en 2016" porque lo relevante no es si crecerá "al 6% o al 7%, sino que sea un crecimiento de calidad".

Ese es el objetivo, la calidad del crecimiento en un país que alberga una cuarta parte de la población mundial. Liu finalizó que China "lleva ya 30 años de reformas y nadie puede poner en duda sus frutos”.

Nueva Ruta de la Seda
Según un estudio presentado ayer en el Foro Económico Mundial de Davos, al activar la Nueva Ruta de la Seda, que abarca China, Kazajistán, Rusia y Europa, se podría elevar el Producto Interno Bruto (PIB) en esas zonas entre un 4% y un 7, al mejorar el acceso de pequeñas y medianas empresas a nuevos mercados. El informe que fue elaborado por la consultora Bain & Company señala que invirtiendo en tecnologías que mejoren la eficiencia de las infraestructuras, las empresas podrían lograr mayor visibilidad.