Latinoamérica tiene gran parte de la biodiversidad en fauna y flora del mundo. Los indicadores en reservas naturales y en número de especies vivas reportadas en toda la cadena trófica, nos convierte en el territorio de mayor prosperidad. Desde hace poco más de 5 años fui invitado para crear la marca de Tuxtla Gutiérrez, la capital del estado de Chiapas, al sur de la República Mexicana en la frontera con Guatemala. Después de un trabajo muy articulado con la comunidad, salió la frase: “Tuxtla, la ciudad que soñamos” porque fue la que más veces se repitió durante este ejercicio que duró más de dos años. Un ambiente esperanzador se vivió en todo este proceso en el que dejé el alma y además quedé con un agradecimiento eterno con el Colegio de Arquitectos Chiapanecos por permitirme aplicar todas las metodologías de nuestro Grupo Urbano en esta gran apuesta. Sin embargo, desde el 2015 que nos vinimos, las cosas empezaron a cambiar drásticamente. La actividad económica disminuyó y, por ende, el índice de pobreza, aumentó. El 70% de la población Chiapaneca está en situación de pobreza, pero de esos el 32% están en situación de pobreza absoluta. 

Lea también: Las ciudades y sus aprendizajes

De la ciudad que soñamos no queda mucho hoy. Con el agravante de que una de las regiones que mayor aporte le hace a los índices de percepción negativa que tiene México en todo el mundo, es justamente esta: Chiapas. Tiene el índice de productividad más bajo de todo el país (unos 3,5 dólares hora), en la encuesta nacional de criminalización, que también (como todas las cifras de este artículo) realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía – INEGI la percepción de corrupción del Estado de Chiapas es del 88,6%. Este dato que resulta de una consulta realizada a los empresarios y comerciantes, le ayuda a la República Mexicana a ocupar el honroso puesto135 de los180 países medidos, es decir, una de las percepciones más altas de corrupción del mundo. Pero, por si fuera poco, para respaldar tal afirmación, se ratifica que las 150 mil unidades de negocio registradas legalmente, con domicilio fiscal y balances reportados, el 98% son pequeños y medianos empresarios, eso es muy bueno, lo que pasa es que de esos el 70.5% de los vinculados se encuentran en la total informalidad laboral, sumado a que son unas 600 mil unidades de negocio sin registro, sin regulación, de carácter ambulante, entre otros.

Aparece en este panorama desolador, una oportunidad histórica para la región, un Consejo Coordinador Empresarial que desde hace más de 20 años está tratando de organizar a la ciudadanía en contra peso a la autoridad que gobierna, para empoderar positivamente a la población y coordinar una veeduría objetiva en temas de desarrollo económico, derechos humanos, transparencia y rendición de cuentas. Para apoyar esta estrategia durante esta semana estaré en la Ciudad de Tuxtla Gutiérrez viviendo de frente este proceso. Adicionalmente, me voy a reunir con algunos candidatos, todos honorables, todos con muchas posibilidades y entre otros, trataremos un tema que me preocupa: La tasa de desocupación de profesionistas en Chiapas fue del 62% en el 2017 y son los que deberían estar apoyando la transformación intelectual. ¿Tendrán opción si ellos llegan?

La capacidad intelectual de una ciudad se construye y ahora con la voluntad de más de 18 organizaciones que en suma reúnen poco más de 10.000 agremiados, pienso que será poderoso el aporte, nada despreciable para cualquier candidato, sobre todo, cuando a los indicadores no les queda otro remedio que subir, porque es imposible que bajen más.