El cese hace parte de las prioridades con las que el Gobierno llega al quinto ciclo de negociaciones.
El cese el fuego bilateral del Gobierno colombiano y la guerrilla del Eln concluirá a la medianoche de este martes con la esperanza de que sea prorrogado en la quinta ronda de diálogos que las partes instalarán este miércoles en Quito.
La medida, cuyo objetivo ha sido reducir la intensidad del conflicto con el Eln y crear condiciones más propicias para avanzar hacia un acuerdo de paz, entró en vigencia el pasado 1 de octubre y salvo unas violaciones por parte de esa guerrilla, permitió que los colombianos tuvieran un fin de año en paz.
Por esa razón, tanto el Gobierno como el Eln han manifestado su disposición de ampliar en el tiempo el alto el fuego bilateral.
El jefe del equipo negociador del Eln, alias pablo beltrán, dijo que espera que la mesa de diálogo que debía reanudar este martes sus actividades en la capital ecuatoriana, pero que las aplazó para el miércoles, evalúe el cese el fuego para programar otro.
Beltran considera necesario revisar lo que funcionó y lo que no en el primer cese el fuego bilateral pactado con el Eln para mejorarlo y "darle continuidad".
"Para este cese que termina hoy, que son 101 días, fuimos los que más colocamos para que saliera adelante. Ese es el balance que vamos a mirar en la mesa. Entonces en otro cese el Gobierno (...) tiene que colocar más", dijo beltran en una entrevista desde Quito con Caracol Radio.
Sin embargo, el jefe negociador del Eln también aseguró que el cese el fuego no puede ser más importante que la agenda de conversaciones, razón por la cual se debe avanzar también en ese asunto.
Por su parte, el presidente Juan Manuel Santos, que el pasado sábado anunció a los nuevos integrantes del equipo negociador del Gobierno tras la renuncia de quienes estuvieron al frente del proceso en 2017, destacó ese día la importancia de renovar el alto el fuego.
"Estamos más que dispuestos a prorrogar el cese al fuego con el Eln y a renegociar las condiciones de un nuevo cese", manifestó sobre esa medida, cuya continuidad reclaman diferentes sectores de la sociedad.
Pese a que todavía no hay cifras consolidadas del impacto positivo del alto el fuego, hasta el pasado 1 de diciembre sólo habían sido registradas dos violaciones por parte del Eln.
Uno de esos casos fue el asesinato del gobernador y líder indígena Aulio Isarama Forastero, perpetrado el pasado 24 de octubre en el departamento del Chocó, cuya autoría reconoció la guerrilla.
La Coordinación Nacional del Mecanismo de Veeduría y Verificación (Mv&v), formada por la ONU, la fuerza pública, el Eln y la Iglesia Católica, calificó ese asesinato como "una violación a las reglas y compromisos" adquiridos por la guerrilla.
La otra violación fue un ataque del Eln a disidentes de las Farc en Magüí Payán, en el departamento de Nariño, que dejó trece personas muertas el pasado 28 de noviembre.
Esas violaciones del alto el fuego deben ser discutidas en la ronda de diálogos que se iniciará este miércoles y a la cual el Gobierno acudirá con equipo negociador totalmente nuevo.
La delegación del Gobierno estará liderada por el exvicepresidente Gustavo Bell, quien reemplazó como jefe al exministro Juan Camilo Restrepo. Le acompañarán en esa misión expertos como Angelika Rettberg, Socorro Ramírez, Alberto Fergusson, José Noé Ríos y Alejandro Reyes Lozano, además de los generales retirados del Ejército Freddy Padilla de León y Carlos Rojas, este último con la experiencia de haber participado en los diálogos con las Farc en Cuba.