Hay que procesar, “digerir” las emociones para sobrevivir. Vivir no es fácil, y cada día es más dificultuoso
Grandes saludos de todos los padres y madres a todos los hijos ausentes, claro que nos hacemos falta, pero como decía la sabia abuela, no se debe estorbar en las casas de los hijos.
Pensemos en puntos donde nos podamos reunir en las vacaciones, ojalá no playas sino ciudades donde aprendamos cosas y nos podamos divertir conociendo costumbres nuevas. Averiguar sobre posibilidades en Europa (¡es el nombre de una diosa griega!)
Salgamos de la cultura en la que nacimos y conozcamos otras faces del mundo.
Por ejemplo, las diferencias entre América del Norte y América Latina. A ésta vinieron aventureros aventados, y a Norteamérica disidentes religiosos que no podían mantener su religión protestante ante la sucursal que de ella había montado cierto Rey matador.
Ojalá recorrer algo de Europa, y culturizarnos en lugares como Grecia e Israel.
Averiguar por tierras exóticas, que no están en programas de las agencias de turismo.
Se puede aprender algo más cada día. Y aprender lo más importante: a no ser trascendentales, a ser elásticos y vivir listos para los cambios, a no ser estáticos ni trágicos, a recordar que las cosas son ahora o nunca, a no repetir errores, a repartir sonrisas. Y no jugar a ser “madre Teresa” para nadie, pues: “Todo redentor muere crucificado.” Y “No hay buena acción que no tenga su castigo”.
Estas frasecitas clave se van aprendiendo en nuestro paso y paseo por la vida.
Importante conocer el libro de Frederick Nietzsche La gaya ciencia, fácil de leer aun para los que han perdido esa ya ancestral costumbre, por dedicarse a mirar pantallitas y tabletas, que en todo caso, aunque tengan información no tienen aquella sensualidad de acariciar unas páginas, doblarlas, escribir en ellas, relamerse, humedecer el dedo, bueno, en fin. Poner bajo la almohada algo como La gaya ciencia.
Veamos: En griego GAIA o GE quiere decir campo, tierra, terreno, suelo, imperio, casa. Y GETEO, verbo, traduce estar feliz. De allí sale la GAITÉ GAULOISE, que se traduce como la alegría francesa. Y GETES del griego que traduce marido. Griegos felices, ¿no?
Así por ejemplo el nombre Jor-ge, viene de las palabras griegas Ge-Orgué, que quieren decir “energía de la tierra”.
En el capítulo Todo lo que se llama amor, del libro mencionado, Nietzsche dice: “Si vemos a alguien que sufre, aprovechamos gustosos esa ocasión que nos brinda para posesionarnos de él; esto es lo que hacen por ejemplo el bienhechor o el compasivo que denominan AMOR a esta ambición”.
Así que sugiero que no traten de “proteger”. Una cosa es dar ayuda al que la pide o necesita, y otra es reemplazarle su capacidad propia, su YOIDAD. Creo es molesta y rara la pregunte: “¿Estás bien?”
Se aprende mucho de los hijos. Estos a veces se enojan cuando uno pretende cuidarlos. Les gusta sí, que uno esté por allí, pero para compartir y conversar.
Algo que me gusta recomendar aunque suene extravagante es leer algo de filosofía, es más agradable sorprendente y seductor de lo que cualquiera pueda pensar. Y también aprender nociones de griego, la cuna de nuestra cultura y en parte de nuestro idioma. Qué quiere decir algo tan sencillo como “teléfono” pues viene de tele= lejos y fonos=hablar. “Telegrama” viene de tele= lejos y grama= escritura.
Otra cosa muy recomendada es dibujar, no se necesita ser un gran pintor ni hacer bellísimos cuadros, pintar, dibujar, sin pensar, sino dejando que la mano y el lápiz se expresen, es muy recomendado por varias escuelas psicológicas. “Guardar” las cosas, en la cabeza, la mente, el alma, el corazón o donde sea, es siempre perjudicial, es – excusen la comparación: no tener buena digestión.
Hay que procesar, “digerir” las emociones para sobrevivir. Vivir no es fácil, y cada día es más dificultuoso. No hay sino que ver la rata creciente de suicidios, y también de accidentes de tráfico, lo que significa que las personas no se cuidan, ¡se exponen!
Es difícil salir de ciertas pautas pre-establecidas, no se sabe cuándo, cómo, ni por qué, ni por quién.
A propósito, encontré un libro llamado La dificultad de ser hombre y nosotras las mujeres que creíamos que todo el problema de existir y sobrevivir era nuestro...