El arzobispo de Bogotá aprovechó el final de la misa para agradecerle al Sumo Pontífice los mensajes de reconciliación y su visita en un momento de paz.
El arzobispo de Bogotá, el cardenal Rubén Salazar, aseguró que para un país que ha vivido tanta violencia las palabras del papa en la misa que celebró en la capital colombiana fueron un "bálsamo que trae consuelo y paz".
Tras la celebración de la misa ante casi dos millones de personas en el parque Simón Bolívar de Bogotá, el cardenal Salazar tomó la palabra para dar las gracias al papa, que permanecerá en Colombia hasta el próximo domingo.
"Nuestra Patria sufre los embates de la muerte en múltiples maneras. La injusticia y la violencia han producido millones de víctimas que hoy buscan ansiosamente reparación e inserción plena en la vida eclesial y social", explicó.
Y continuó: "la pobreza y la miseria de amplios sectores de la población -frutos en gran parte de la injusticia y la violencia- impiden el acceso de millones de colombianos a los derechos humanos fundamentales como la nutrición, la salud, el techo, el trabajo, la tierra, y todo aquello que hace la vida digna y plenamente humana".
Y ante este contexto, el cardenal aseguró que "el Evangelio de la Vida, y celebrado en esta Eucaristía, es bálsamo que trae consuelo y paz".
El arzobispo de Bogotá prometió al papa que sus palabras "se convertirán en fuente permanente de inspiración para encontrar juntos los senderos del respeto, de la aceptación, del cuidado, de la protección, de la defensa, de la promoción de la vida en todos sus etapas"
"Seguiremos cuidando especialmente a todos los que han sido víctimas de la pobreza, la injusticia y la violencia. Seguiremos estando al lado de los enfermos, los discapacitados, los débiles, los vulnerables. Seguiremos luchando con tesón por implantar la justicia y la paz", prometió.