Llama la atención el alto número de aspirantes presidenciales que se están inscribiendo por firmas y por fuera de los partidos.
La inscripción por firmas de la candidatura presidencial de Germán Vargas Lleras disparó el interés y el asombro por el alud de registro de aspiraciones para ese cargo en 2018 bajo esta modalidad.
La Constitución del 91 dispuso dos formas de inscribir candidatos. Mantuvo la que siempre ha existido con los avales de los partidos con personería jurídica y estableció la inscripción por firmas.
Este segundo procedimiento ha logrado mucha fuerza entre candidatos a las alcaldías, pero ahora llama la atención, porque según las cifras, ya van 26 aspirantes presidenciales que lo harán mediante apoyos ciudadanos y por fuera de las colectividades tradicionales o de nueva generación, entre ellos algunos muy favoritos.
Pero además de ese fenómeno, también es muy relevante el hecho que varios de estos aspirantes lo harán por fuera de los partidos en los que ha militado e, incluso, fundado como es precisamente Germán Vargas en el caso de Cambio Radical. Y que se une a los casos de Clara López, Gustavo Petro, Piedad Córdoba, Juan Carlos Pinzón y Alejandro Ordóñez.
El desprestigio de los partidos en Colombia, que son la base de la democracia, es alarmante. Las últimas encuestas sólo les otorga un 10% de imagen favorable en la opinión nacional.
Esa maniobra llevó a que el analista y profesor David Suárez Tamayo la calificara como una manera de aspirar en cuerpo ajeno. Como una manera burda de intentar “lavar” y “borrar” el prontuario político-partidista. Es como querer borrar los antecedentes negativos de sus partidos y movimientos, usando como desinfectante la firma ciudadana.
“Políticos de toda la vida y les da pena presentarse por su partido, son candidatos vergonzantes”, cuestionó.
En concepto del experto en temas electorales, Guillermo Mejía el desprestigio de los partidos políticos no es un fenómeno colombiano sino mundial y por eso algunos precandidatos presidenciales han optado por inscribirse por firmas.
Sin embargo, no cree que finalmente todos los precandidatos en Colombia escojan este sistema. Es muy seguro que los partidos Liberal, Conservador, Centro Democrático, Polo y Verde, presenten sus propios candidatos mediante el sistema de aval, ya sea individualmente o en coalición.
“Definitivamente un partido que no tenga candidato presidencial es un partido pequeño, débil, desprestigiado y que aparecerá frente a la opinión pública como una colectividad que no tiene figuras para mostrar. Una colectividad llamada a desaparecer”.
David Suárez no deja títere con cabeza y manifiesta que los partidos en Colombia están desacreditados, desprestigiados, carecen de credibilidad. Están contaminados unos por parapolítica, otros por corrupción, dineros indebidos en campañas anteriores (caso Odebrecht). Y la gente los relaciona con viejas prácticas: clientelismo y compra de votos.
Consultado sobre cómo puede gobernar un presidente sin partido, Mejía Mejía opinó que en el sistema de cesarismo presidencial como el colombiano, el Congreso prácticamente se convierte en un apéndice del gobierno de turno. El manejo del presupuesto y de la burocracia oficial vuelve irresistible los ofrecimientos gubernamentales a cambio de los votos necesarios para pasar los proyectos de normas que se requieran para la gobernabilidad.
Suárez Tamayo está de acuerdo y comenta que cuando gana un presidente aunque no tenga partido, se reacomodan las fuerzas, hay alianzas, coaliciones explícitas o tácitas.
Además, dijo, siempre hay adhesiones a última hora, tanto en primera como en segunda vuelta. Y obviamente siempre existirá el camino de pagar votos en Congreso a cambio de nombramientos en cargos diplomáticos, embajadas, consulados, entidades descentralizadas, o reparto de los cargos de procurador, contralor, fiscal, defensor del Pueblo, ternas de magistrados de altas cortes, etc.
Sí se puede
Guillermo Mejía fue presidente del CNE y precisó que en Colombia una persona sí puede firmar por varios candidatos.
Al respecto, explicó que el control que ejerce la Registraduría sobre las firmas que se presentan para su examen, cuando el candidato o candidatos se inscriban por este sistema, se hace únicamente para saber si las firmas tienen uniprocedencia, es decir, que sólo la persona firme una vez y que sea esa misma persona la que llene todo el reglón colocando el nombre completo como figura en la cédula, el número de ésta y la firma.
La Registraduría Nacional realiza un examen exhaustivo de las firmas presentadas a través de expertos grafólogos, para anular las que provienen de una sola persona y eliminar, también, aquellos apoyos que no se encuentren en la base de datos que corresponde al censo electoral de la circunscripción correspondiente, o no se encuentre correspondencia entre los números y los nombres de las cédulas. Así mismo, cuando la fecha, el nombre, los apellidos o el número de la cédula son ilegibles e inidentificables; o la firma o los datos y la firma no son manuscritos.
Ilustró que de acuerdo con el artículo séptimo de la ley 996/05, el número de firmas requeridas para inscribir un candidato presidencial debe ser el 3 % del total de votos válidos depositados para Presidente de la República en la última elección. Escrutado el 97.12 % de las mesas instaladas en el país, el total de votos válidos de las elecciones presidenciales del 2014 fue de 15.341.383. El 3 % de esa suma es 460.242. Lo anterior significa que un candidato presidencial debe recoger, por lo menos, 600.000 firmas para estar seguro de su inscripción, dado el alto número de firmas anuladas por la Registraduría.
También aclaró que la Registraduría no controla o cruza los nombres de los ciudadanos que firman por uno u otro candidato.
Además sostuvo que los cálculos electorales de los candidatos no se contaminan porque una firma no se le niega a nadie, toda vez que una firma no equivale a un voto y no es posible medir la aceptación o rechazo de una candidatura por el número de firmas que se recojan.
Candidatos por firmas
Además de Germán Vargas Lleras han inscrito su candidatura por firmas los siguientes aspirantes:
Partido popular colombiano: Aldemar Narváez serrato.
Partido de Integración Social Colombiano: David Turbay Turbay.
Dignidad para todos: Efraín Torres Plazas
El pueblo colombiano debe estar más cerca de la presidencia: Hilmar Mario Moreno Villareal.
Fuerza Ciudadana: Carlos Eduardo Caicedo Omar.
La patria de pie: Alejandro Ordóñez Maldonado.
Todos somos Colombia: Clara López Obregón.
Compromiso Ciudadano: Sergio Fajardo Valderrama.
Cecam Poscla - Constituyente Ciudadana Popular: Myriam Pinilla.
Colombia Humana: Gustavo Francisco Petro Urrego.
Indignados en rebelión por derechos: Jaime Araujo Rentería
Movimiento Libertario: Juan Sebastián de Zubiría Ragó.
Colombia Lectora: Jaime Enrique Bedoya Montoya.
Ante todo Colombia: Juan Carlos Pinzón Bueno.
Pap: Alexander Amaya.
Colombianos por la democracia: Luis Hernando Cifuentes Peña.
Poder Ciudadano: Piedad Esneda Córdoba Ruiz.
Mosoicol - Movimiento Social Ideológico Colombiano: Eivar Galindez Portilla.
Grupo significativo social demócrata liberal: Neys Santana Sarmiento Jiménez.
Proyecto 40 movimiento político: Julio César Fuenmayor Girón.
Movimiento Simón Bolívar: Cristóbal Osorio Arcila.
Serecracia: Fabio Antonio Forero Chávez.
Movimiento Nueva Colombia: José Dagoberto Pulgarín Vargas:
Organización política nuevo horizonte: Héctor Orlando Martínez Meléndez.
Colombia me inspira: Alejandro Sánchez Polanía.