Mientras que para finales del año pasado el incremento del gasto fue de 18%, para comienzos de 2017 fue tan solo de 11%. Ocurrió igual con la frecuencia de compra, donde las visitas al punto de venta pasaron de 5% en diciembre a 1% en enero.
Según un estudio de la firma Kantar Worldpanel, conocido como Termómetro del consumo, la variación el gasto total de los colombianos se redujo entre diciembre y enero en 7%, sin embargo este consumo hubiese descendido hasta -2% si no fuese por los canales de descuento, afirmó Andres Simon, gerente de Colombia de esta empresa.
La importancia de este tipo de mercados en la compra de los colombianos va en incremento. Entre agosto de 2016 y enero de 2017 fue de 9,5%. Contrario al contexto general, la canasta familiar aumentó su consumo en los canales de descuento. Sucede entonces que no solo pasa que cada vez son más
los hogares que están prefiriendo este tipo de canales para hacer sus compras sino además llevan más y más productos de ellos, indicó la empresa.
Los artículos de aseo del hogar fueron los que mayor impacto sufrieron con la baja en la canasta pero, a la vez, se vieron favorecidos de mayor forma por cuenta de los canales de descuento. Sin ellos, esta categoría habría caído en -4,1% en volumen. Le sigue el aseo personal, que habría caído en -3,6% en volumen de no haber sido por estos canales, y luego las bebidas, que gracias a ellas no cayeron en -3,4%.
En las categorías de alimentos y cuidado personal, de no ser por los canales de descuento también habría caído pero no tan significativa como las otras categorías.
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“El panorama para los próximos meses va por el mismo camino. Los hogares, buscando economía, seguirán acudiendo a los precios cómodos de las tiendas de descuento, sumado a esto, la proyección indica que los colombianos van a continuar reduciendo frecuencia de compra para mantener el consumo de categorías”, comentó Simon.
Para los consumidores 2017 comienza con dudas
Según los analistas, 2016 fue el año más difícil desde el punto de vista económico y lo mejor es que ya pasó, por lo que auguran que probablemente el 2017 va a ser mejor y consideran que si se compra de manera prudente, se endeuda con cautela y se sabe manejar el gasto en el uso de servicios públicos, seguramente la capacidad de compra de los hogares va a crecer y la inflación va a disminuir.
Sin embargo el año no empezó bien en términos objetivos. En enero el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) en Colombia cayó un -30,2%, lo que constituyó su mayor descenso desde que existe (en Medellín y en el Valle de Aburrá llegó a un -28,8%), según la encuesta de la Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo (Fedesarrollo). Factores como inflación, desempleo, altas tasas de interés, elecciones presidenciales y corrupción han incidido en el comportamiento del consumo y serán decisivos para la evolución de este año.
Según Fedesarrollo, la contracción en la confianza de los consumidores obedece a una reducción tanto en el componente de expectativas como en el de condiciones económicas actuales y cabe resaltar que se deterioró en todos los niveles socioeconómicos, aunque particularmente en los estratos medio y bajo.
Camilo Herrera Mora, economista y presidente de Raddar, empresa consultora especializada en el análisis del consumidor, expuso que los primeros tres o cuatro meses del año pueden ser muy duros en cuanto a dinámica del gasto en los hogares, no tanto porque la gente no tenga dinero, sino por el aumento del Impuesto al Valor Agregado (IVA) que tiene un efecto psicológico muy grande, “porque la mayoría de la gente lo que entiende, sin que eso sea verdad, es que el IVA pasó de 0 a 19% en muchas categorías. El común de las personas piensa que a los productos les aumentaron el precio en un 20%, lo cual obviamente no es cierto”. El verdadero aumento del IVA fueron tres puntos porcentuales, ya que pasó del 16% al 19%.
A su vez, Alejandro Vera Sandoval, vicepresidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), coincidió con la encuesta de Fedesarrollo y con el presidente de Raddar en que la Reforma Tributaria es uno de los factores que incidieron para que el principio del año fuera complejo. “Al consumidor le están pegando muy fuerte varios factores, entre ellos la Reforma Tributaria, que hace que las cosas se vean más costosas, las tasas de interés que siguen altas y todavía no han bajado, la desaceleración y la incertidumbre que genera también la economía”, indicó.
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Por su parte, Sergio Ignacio Soto Mejía, director ejecutivo de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), regional Antioquia, manifestó que “la tasa de interés sigue en las nubes y sube por ascensor y cuando baja, disminuye escala tras escala. Es una tasa que tiene en este momento la usura en el 33,51% y permite que los bancos cobren hasta el 33,50% y 33,40% lo cual produce reflexiones en el cliente del sector financiero para endeudarse y consumir”.
Además, agregó Soto Mejía que con las alzas salariales que se produjeron en el primer mes del año para quienes tenían incrementos equivalentes a lo que aumentó el salario mínimo, es decir un 7% o por efecto de la inflación que fue del 5,75%, “eso quedó anulado por las alzas en servicios públicos, transporte, educación, salud, encarecimientos por IVA, lo que le resta poder adquisitivo al consumidor”.