Además, 900 de esas 11.000 hectáreas fueron declaradas como Reserva Natural de la Sociedad Civil ante Parques Nacionales Naturales (PNN), un compromiso que extendieron ambas entidades al firmar un pacto para colaborar en la protección del medioambiente.
El amenazado ecosistema colombiano de bosque seco tropical, del cual se calcula que sólo queda el 8% de su extensión originaria, recuperará 11.079 hectáreas en los próximos 20 años alrededor del río Magdalena, en el departamento del Huila.
El programa de restauración, capitaneado por la compañía Emgesa, de la multinacional energética Enel, completó este año su plan piloto, en el que se trabajaron y estudiaron 140 hectáreas durante cuatro años.
El director general del Grupo Enel, Lucio Rubio, quien se desplazó este jueves hasta la zona, ubicada en el área rural del municipio El Agrado, recordó que "la estrategia de restauración no puede ser sólo plantar", sino que requiere estudios y planeación.
"Este es un sitio mágico y espectacular", aseguró en un acto en el que se declaró como "exitoso" el plan piloto y se anunció que el proyecto seguiría adelante hasta completar las más de 11.000 hectáreas.
El plan de restauración forma parte de la estrategia de compensación ambiental de Emgesa por la construcción de un embalse que hoy forma parte de la central hidroeléctrica El Quimbo, una obra que ha causado conflictos con la comunidad de la región por su impacto medioambiental.
Además, 900 de esas 11.000 hectáreas fueron declaradas como Reserva Natural de la Sociedad Civil ante Parques Nacionales Naturales (PNN), un compromiso que extendieron ambas entidades al firmar un pacto para colaborar en la protección del medioambiente.
La directora de PNN, Julia Miranda, recordó que este pacto es "importante para la región y para Colombia, genera un impacto positivo en la calidad de vida de los colombianos y en el medioambiente".
"(El ecosistema de bosque seco tropical) es el que más ha sido afectado, susceptible a quemas y talas indiscriminadas, porque no se le ha dado valor", agregó Miranda.
Según las estimaciones de la entidad ambiental Instituto Von Humboldt, el ecosistema de bosque seco tropical se expandía por más de nueve millones de hectáreas en el país, de las cuales sólo queda un 8%.
El proyecto, desarrollado con el apoyo de la Fundación Natura, no sólo busca la restauración sino producir conocimiento alrededor de este sistema natural, por lo que también se construyó un Centro de Investigación, el primero del país dedicado al bosque seco tropical.
En el centro se desarrollan varios trabajos universitarios, además de recopilar información sobre las especies de la zona para aplicar al proceso de restauración.
Gracias a esa información, que nunca antes se había estudiado, se han implantado diferentes modelos de restauración para recuperar el bosque y también la fauna que fue desplazada con la construcción del embalse.