El técnico colombiano inicia su segunda etapa al frente de la selección ecuatoriano, a la que llevó por primera vez a un Mundial.
En la presentación oficial de su regreso al banco técnico de la selección de Ecuador, el técnico colombiano Hernán Darío Bolillo Gómez convocó este miércoles a la unión de todo el como revulsivo para lograr la clasificación al mundial de Catar 2022.
“Unidos vamos a salir adelante. Unidos somos más fuertes y las cosas se logran cuando hay unión, cuando hay amor, cuando hay sentido de pertenencia y cuando nos juntamos buenas personas”, manifestó el entrenador que logró la primera clasificación de Ecuador a un Mundial de mayores: el de Corea-Japón 2002.
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Su particular forma para unir y motivar puede ser desde este miércoles la receta que Ecuador estaba buscando tras quedar fuera del Mundial de Rusia.
Bolillo dijo en su presentación ante los medios, tras firmar un contrato preceptivo, que “jugadores de fútbol en Ecuador hay cualquier cantidad”, pero se comprometió a lograr convertirlos en “buenas personas y que sean unos profesionales como personas, para que sean buenos jugadores de fútbol”.
El técnico reconoció sentirse muy contento de estar “aquí en mi casa, casa que nunca olvidé” y dijo sentir un “cariño por los ecuatorianos en cualquier parte del mundo donde los encuentro”.
“Sentía que algún día iba a volver. Me la jugaré más duro, porque tengo un prestigio, tengo fe y confianza que unidos todos vamos a salir adelante”, resaltó Gómez.
Por su parte, el presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), Carlos Villacís, calificó al nuevo seleccionador como “un ecuatoriano más, porque en su corazón quedó siempre impregnado un amor inmenso por la tricolor”.
El entrenador tres veces mundialista (con Colombia en Francia 1998, con Ecuador en Corea-Japón 2002 y con Panamá en Rusia 2018) asumió este miércoles su segundo desafío con la tricolor andina.
Tras clasificar a Panamá por primera vez a un Mundial, Gómez se convirtió en el segundo entrenador en llevar a tres selecciones diferentes a una cita ecuménica.
El único que supera esta marca es el francés Henri Michel, quien lo hizo con Francia en 1986, Camerún en 1994, Marruecos en 1998 y Túnez en 2002.