Bayern Múnich se impuso este sábado a domicilio (1-2) al Werder Bremen mientras que Leipzig derrotó en casa 2-1 al Hoffenheim, con lo que sigue tres puntos por debajo del club bávaro en la Bundesliga y acabó con el invicto de su rival, el único que mantenía esa condición en las grandes ligas europeas.
El Bayern pareció dejar el partido sentenciado al terminar la primera parte, con goles de Arjen Robben y David Alaba, pero en la segunda etapa el Bremen tuvo una buena reacción y el empate bien pudo haber llegado.
El local salió en plan de esperar al Bayern con una defensa de cinco hombres y de buscar contragolpe a través de la velocidad de Segue Gnabry.
Antes del gol de Robben la visita había llegado poco y sin mayor contundencia, un remate de Franck Ribery que el portero Lukas Wiedwald paró en el minuto 20 y un remate desviado de Alaba eran las únicas llegadas dignas de anotar.
Bremen, por su parte, había logrado aproximarse a través de Gnabry, en el 23, y a través de Max Kruse, en el 30, en contragolpes que finalizaron con remates que el arquero Manuel Neuer controló sin problemas.
Tras la llegada de Kruse vino la jugada que desembocó en el gol de Robben. Joshua Kimich le metió un pase a Ribery desde el círculo central para que el jugador francés ganara el área y pusiera el balón en el centro del área desde donde Robben soltó un remate de pierna zurda que se metió por la escuadra.
El segundo gol fue un tiro libre perfecto de Alaba. La falta había sido contra Robben, cerca del área y recostada hacia la derecha, y el austriaco sólo un disparo por encima de la barrera que tocó el poste antes de meterse en la portería.
El Bremen reaccionó a la desventaja con valentía y salió a buscar acortarla en la segunda parte. Aunque la primera ocasión la tuvo Bayern, en los pies de Robben, el anfitrión también empezó a llegar. En el 53, a pase de Zlatko Junozowitz, Kruse marcó para descontar. Un minuto antes Gnabry había tenido una buena ocasión.
El gol de Kruse levantó el ánimo en las tribunas del estadio Weser y el equipo jugó un segundo tiempo de gran intensidad y por momentos llegó a tener contra las cuerdas al Bayern.