La Asociación de Bananeros de Colombia (Augura) con el apoyo de Corpourabá, inició la tercera fase del programa Relimpia, que contempla la limpieza de los principales afluentes del Río León en su parte baja y sus caños colectores, mediante trabajos realizados con una draga importada desde China. El programa ambiental tiene una inversión de $4.500 millones e impacta a los municipios de Apartadó, Turbo, Chigorodó y Carepa.
 
“Los fenómenos naturales que cada vez nos atacan con mayor fuerza, causan un gran impacto en la industria. Cada año históricamente Urabá se estaba convirtiendo en zona de inundaciones durante la temporada de lluvias, perjudicando a las comunidades y al sector, problemática que impacta a la región no sólo en lo económico, sino también en lo social”, afirmó el presidente de Augura, Juan Camilo Restrepo Gómez.

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Por primera vez este año no se registraron inundaciones, el agua se evacuó de forma rápida y eficiente. Esto es importante teniendo en cuenta que de acuerdo con los expertos, mayo fue el mes más lluvioso de los últimos 30 años en Urabá, con la caída de 600 metros cúbicos de agua por minuto.

En los últimos años, el sistema hídrico de la región al igual que en el resto del país, ha sido afectado por el cambio de las condiciones climáticas que aumentan la presencia de sedimentos, residuos ordinarios y vegetales, lo que ha afectado el normal flujo de los ríos, generando inundaciones en zonas aledañas, depósito de sedimentos en sitios bajos, entre otros.

Para el presidente del gremio bananero, “la sostenibilidad debe ser entendida como una realidad que impacta la productividad, las comunidades y el medio ambiente. Como industria de uno de los productos de exportación más importantes del país, hemos entendido la responsabilidad que tenemos, es una tarea que involucra a toda la cadena de valor del banano, desde cómo mantener tierras productivas, sanas y fértiles, cuidar los cultivos de plagas y proteger el medio ambiente a la vez, hasta cómo hacer procesos eficientes reutilizando materiales, elementos en la producción, reciclando y reinvirtiendo en nuestra gente”, agregó Restrepo.

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Para realizar esta actividad se van a utilizar dragas tipo cortadora. El objetivo es hacer un trabajo que consiste en la remoción del material de arrastre del fondo del río y llevarlo por medio de tuberías a sitios previamente autorizados y adecuados para tal fin.

Para garantizar la intervención se realizarán actividades de monitoreo de la profundidad consistente en mediciones batimétricas antes y después de cada dragado. El cronograma de trabajo está planteado hasta enero de 2018. Para el próximo año se pretende continuar con la intervención de los ríos Chigorodó, Carepa, Apartadó y Río Grande.