Adolfo Lagos Espinosa, vicepresidente de telecomunicaciones murió por un disparo de su propio escolta, según reveló la fiscalía mexicana luego de realizar la reconstrucción del crimen.

El ejecutivo estaba paseando en bicicleta en la carretera Tulancingo-Pirámides, cerca de la zona arqueológica de Teotihuacán, y era seguido por su custodia desde una camioneta cuando fue asaltado por dos hombres armados que intentaron robarle su bicicleta, según los testimonios de los presentes. Fue allí cuando los escoltas reaccionaron disparando sus armas en defensa de su jefe, causando presuntamente heridas a uno de los asaltantes e hiriendo infortunadamente a Lagos.

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Los peritos hallaron en el lugar los casquillos de siete balas. El ejecutivo recibió un impacto en las costillas y fue trasladado en una ambulancia hasta el hospital más cercano luego de que la camioneta tuviera un pinchazo en una de sus llantas.

La fiscalía continúa con la pesquisa y prometió el "total esclarecimiento" de los hechos. Según trascendió en la prensa local, las autoridades estarían por revelar el retrato de los sospechosos del asalto.