“Indignación sin cacerías de brujas porque no todos los partidos ni todos sus miembros ni todos los funcionarios ni empresarios son corruptos”.
@alvarogonzalezu
Bajan del monte, sí, de las montañas de Colombia, bajan con la esperanza en el vientre, bajan con la vida adentro, bajan esos brotes recién brotados, bajan ellas, con la vida adentro y con la vida afuera, baja la nueva vida de Colombia, llega la paz...
Bajan y suben, atraviesan, avanzan... En largas caravanas se dirigen, llegan y se van acomodando y se acomodan en esos claros veredales donde esperan aclimatarse a la claridad de la vida por venir de Colombia, a una claridad posible al difuminarse el humo de los disparos y de las explosiones, a una claridad posible al clarearse la oscuridad de las leguleyadas y de las oratorias pendencieras disfrazadas de todas las ideas o con la cara al aire o descaradas por la ambición de la tierra, del poder o de la venganza.
Aclimatarse a una claridad posible cuando desaparezca el polvo de limpiar los escombros y las lágrimas se sequen de los ojos, a una claridad, sí, que todavía no ha llegado, pero que ellas y ellos, exguerrilleras, sus compañeros y sus bebés esperan contribuir a lograr con la ayuda de quienes serán ahora sí sus compatriotas. Ya lo decidieron ellos y ellas por ellos y ellas, y también por sus bebés. Falta que lo decida más país.
“’Nosotras somos de la montaña, ¿cierto, mi amor?’, le dice con esa voz cariñosa característica que los padres usan con sus bebés para hacer más tierna su relación, mientras le sigue dando sorbitos de helado que la nena saborea”. Es Yamilé, una joven mamá exguerrillera de las Farc hablándole a su niña de tres meses, según aparece en una bella crónica de El Espectador [Ver http://colombia2020.elespectador.com/territorio/el-baby-boom-de-las-farc].
Según cifras oficiales del Mecanismo de Monitoreo de Verificación, “en la actualidad las Farc tienen 80 mujeres en estado de embarazo, además de 66 bebés recién nacidos”. (Vanguardia.com, Colprensa, 4/2/2017).
Por su parte, el Comisionado de Paz, Sergio Jaramillo, expresa que desde hace un año las Farc levantaron la prohibición de embarazo y que por tanto se espera que muchas guerrilleras estén próximas a tener hijos.
Sea quien lo diga, sea quien tenga la razón en cantidad o tiempo, en las zonas veredales nacerán en los próximos días cerca de 300 bebés (Defensor del Pueblo) o un poco menos (Comisionado de Paz). También es un hecho que en varias de las 26 zonas veredales hoy balbucean decenas de bebés que han obligado a que allí se construyan guarderías y salas cunas.
--“Nosotros somos de la montaña, ¿cierto mi amor?”.
--Sí Yamilé, tú y tu bebé a quien le hablas son de la montaña, pero tú y tu bebé y los miles de exguerrilleros como también todos los millones de colombianos no es que seamos de la montaña o de tantos lugares de esta Colombia multigeográfica, no, no es que seamos de…, es que somos montaña, somos llano, somos selva, somos veredas, pueblos y ciudades, somos río, somos, mar, somos Colombia.
Por eso los demás sucesos, el registro periodístico de esos demás sucesos -que siempre han estado y estarán- no pueden taparnos ni dejar que olvidemos que la verdad más importante de Colombia en muchísimos años está ocurriendo en esas zonas veredales, en sus rutas de acceso, en la nueva vida de los exguerrilleros, de las exguerrilleras madres y de sus bebés, en esta nueva Colombia que está naciendo entre los demás temas constantes. Aunque siempre es así: el andar de la paz no es noticia porque no pisa fuerte como el andar de la guerra.
Pero todo, todo esto debe ser contado y recordado aquí y ante el mundo para que no queden dudas de este milagro de la vida. De la vida, no solo de quienes nacen en medio de esas condiciones tan especiales, sino de los que han dejado de morir violentamente porque es un hecho que muchos colombianos de diferentes edades están hoy vivos gracias a esta nueva historia. También es cierto que si por alguna circunstancia esta historia se devuelve habrá muchos menos colombianos vivos nacidos y por nacer.
Bajan de la montaña, bajan para que todos podamos ser lo que en verdad somos, lo que nos merecemos ser…