Experto consultado señaló que la economía mundial incidió en el comportamiento económico del país pronosticado para el cierre de este año.
La calificadora de riesgo Standard & Poor’s (S&P) redujo su pronóstico de crecimiento para este año en Colombia, no obstante, el vaticinio no causa sorpresa alguna para la economía nacional, puesto que no se tenía previsto un cierre anual por encima del 2%.
Así las cosas, la calificadora recortó su visión de crecimiento para Colombia desde 1,7% hasta 1,6% para este año y, señaló que la reducción en la producción de petróleo ha afectado la posibilidad de una recuperación significativa de la economía, mientras que el crecimiento real del Producto Interno Bruto (PIB) fue de 1,2% en el primer trimestre y en el segundo apenas avanzó hasta 1,3%.
El economista Giovani Montoya, director de contenidos del Grupo Ágora, dijo a EL MUNDO que “ la mayoría de las firmas calificadoras no han movido el estándar de calificación para el país y el tema del crecimiento es uno de los tantos que se evalúan con miras a determinar las perspectivas de la economía hacia el cierre del año”.
“Muy probablemente estemos cerca del 2% para finales del 2017, y aunque no lo logremos sin embargo en materia fiscal, en materia de inflación y políticas de empleo, la economía doméstica viene andando dentro de los límites señalados por las calificadoras. Por lo tanto, en virtud de lo anterior esto no es motivo de alarma”, enfatizó el economista.
Montoya aclaró también que la baja expectativa de crecimiento es producto de la desaceleración en la economía global y, de hecho “esa desestimulación ha golpeado más a los vecinos de la región que a la misma Colombia”.
En este orden de ideas, S&P aseveró que “en todos los países, exceptuando Argentina, la inversión permanece débil y la inversión pública es baja o está cayendo en la mayoría de los países; como consecuencia de los retos fiscales que enfrentan y las demoras que han generado los escándalos de corrupción”.