Este proyecto que realiza EPM busca reforzar el sistema de energía del país.
Para fortalecer el sistema energético del país y la confiabilidad en la prestación del servicio de energía en el Valle de Aburrá, EPM avanza en la construcción de la línea de transmisión de energía a 230kV Bello-Guayabal-Ancón (BGA), uno de los proyectos estratégicos que realiza hoy la empresa.
La línea de transmisión de energía BGA comprende 40 kilómetros y cruza de norte a sur el costado oriental de los municipios antioqueños de Bello, Copacabana, Medellín, Envigado, Sabaneta y La Estrella, en el área metropolitana del Valle de Aburrá.
El proyecto consiste en la construcción de una línea de transmisión de energía aérea de 37 kilómetros por el oriente del Valle de Aburrá, para conectar la Subestación Bello con la Subestación Ancón Sur en La Estrella; y una línea subterránea de 3 kilómetros desde la avenida Las Palmas hasta la Subestación Guayabal en Medellín.
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El Gerente General de EPM, Jorge Londoño De la Cuesta, indicó que “este proyecto, con el que nuestra organización contribuye a la competitividad y al desarrollo de Colombia, tiene una inversión de cerca de $200 mil millones y ha logrado avances significativos. En el tramo subterráneo llegamos al 98% de las obras civiles, en las subestaciones estamos en el 98% y en el tramo aéreo vamos en el 47%”, dijo el directivo.
Para la construcción del proyecto Bello-Guayabal-Ancón se han empleado las últimas tecnologías, con el montaje de torres compactas que utilizan un espacio más reducido, la instalación de cable subterráneo a 230kV por medio de cajas de empalme canalizadas, así como la construcción de una nueva subestación en tecnología encapsulada en Guayabal, que ocupa un área hasta cuatro veces menor que las subestaciones convencionales.
También se construyen las bahías de conexión en las subestaciones existentes Bello y Ancón Sur. Toda esta tecnología se usa para disminuir los impactos ambientales y sociales y no alterar la cotidianidad de la comunidad en las zonas en las que se llevan a cabo los trabajos.
El proyecto ha generado 508 empleos temporales en la zona donde se desarrolla, tanto en la construcción de la línea aérea y subterránea a 230.000 voltios en el Valle de Aburrá, como en la adecuación de las subestaciones de Bello, Guayabal y Ancón.
En su tradición de cuidar el ambiente, EPM compensará 20 hectáreas de bosque en predios aptos para su conservación y que sean a su vez aprobados por las autoridades ambientales, dentro del Plan de Manejo Ambiental del proyecto.
Adicional a esta compensación, con el programa de Educación Ambiental se dictan talleres comunitarios sobre recursos naturales, servicios públicos y manejo de residuos, en 30 sectores por donde pasa el proyecto en los municipios de Copacabana, Bello, Medellín, Envigado, Sabaneta y La Estrella.
Bello-Guayabal-Ancón, que es un proyecto de utilidad pública e importancia nacional, fue adjudicado a EPM por la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME), del Ministerio de Minas y Energía, en 2014. Tras los respectivos estudios ambientales y sociales para su viabilidad, en un contexto en su mayoría urbano, fue licenciado por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) en agosto de 2016 y, a partir de allí, comenzó su construcción.
La entrada en operación del proyecto será en agosto próximo y beneficiará a millones de colombianos con una mayor confiabilidad energética, lo que es más calidad de vida y desarrollo para la gente.