Tras el episodio presentado el pasado 12 de noviembre, se siguen reportando víctimas mortales en el país asiático.
La cifra de víctimas en el terremoto que arrasó en noviembre pasado la provincia de Kermanshah, en el oeste de Irán, aumentó a 620 fallecidos, anunció este lunes la Organización Iraní de Medicina Legal.
Esta organización ha ido actualizando en las últimas semanas el balance de víctimas mortales, que cifró en 505 a finales de noviembre y elevó hace tan sólo dos días a 579.
El importante incremento de esta jornada se debe a la identificación de 41 cuerpos encontrados en la localidad de Sarpul Zahab, la más damnificada por el seísmo.
Un total de 559 personas murieron en esta población, seguida en número de víctimas por Salas Babayaní, donde se registraron 23 fallecidos, y Dalahu, con 19.
Otras localidades afectadas por el terremoto y que perdieron a algunos de sus vecinos fueron Ghasr Shirin, Eslamabad y Kermanshah.
El seísmo, de 7,3 grados en la escalada de Richter, asoló la provincia de Kermanshah, fronteriza con Irak, el pasado 12 de noviembre, causando una amplia destrucción y más de 12.000 heridos.
Irán tiene una gran actividad sísmica. Los terremotos más graves hasta la fecha se produjeron en diciembre de 2003 y en junio de 1990, cuando perdieron la vida 31.000 y 37.000 personas, respectivamente.