Hace cuatro años eran sólo nueve planchas de partidos y en marzo próximo competirán 16. Pero bajaron los movimientos indígenas para disputar las dos curules a que tienen derecho en esa corporación.
Varias novedades presenta la elección este año del Senado. 16 partidos y movimientos políticos se disputarán este 11 de marzo las cien curules de esta corporación que hacen parte de la circunscripción nacional, mientras que siete organizaciones nativas se medirán por las dos curules en juego dentro de la denominada circunscripción especial indígena.
Precisemos que el Senado se compone de 102 corporados, pero subirán a 107 por las cinco curules que se le concedieron a las Farc como resultado de los acuerdos para la reintegración de esta desarmada guerrilla a la vida democrática colombiana.
Este cuerpo legislativo es del orden nacional, o sea, que representa a toda la Nación y es elegido en todo el país. Un ciudadano, incluido en el censo electoral, puede sufragar por un candidato al Senado, en lista con voto preferente y por un partido sin voto preferente, en cualquiera de los 1.122 municipio de la geografía nacional.
En comparación con el 2014, para los comicios del Senado de este año se registró un significativo o llamativo aumento de lista de formaciones partidistas que emularán en las urnas, toda vez que por poco se duplican, al pasar de nueve hace cuatro años a 16 en esta oportunidad.
En las últimas elecciones para esta corporación, el 9 de marzo del 2014, de los nueve partidos que estuvieron en la línea de salida, ocho de ellos lograron llegar con éxito a la meta y alcanzaron el premio de las curules.
Los partidos que lograron repartirse los cien escaños de la circunscripción nacional ordinaria fueron el Partido de la U (21), el Centro Democrático (20), el Partido Conservador (18), el Partido Liberal (17), Cambio Radical (9), la Alianza Verde (5), Opción Ciudadana (5) y el Polo Democrático Alternativo (5).
De los nueve partidos que compitieron el único que no logró elegir un senador fue el Partido Mira.
Por los lados de las comunidades indígenas, catorce planchas se inscribieron hace cuatro años y las dos curules fueron para la Alianza Social Independiente, ASI, y para el Movimiento Alternativo Indígena y Social, Mais.
Durante el proceso de inscripción de listas de partidos y movimientos políticos, que se cumplió a finales del año pasado, de las 16 formaciones que quedaron legalizadas para medirse al Senado, repiten las nueve que lo hicieron en el 2014.
Es así como repiten en esta elección los partidos de la U, Centro Democrático, los conservadores, los liberales, Cambio Radical, los verdes, el Polo, Opción Ciudadana y Mira.
Estos tendrán como rivales en las urnas a movimientos políticos en su mayoría desconocidos o sin ninguna referencia o antecedente electoral conocido y que fueron admitidos en la elección del Senado, al utilizar la vía de las firmas.
Las excepciones son los partidos ASI, la UP y Mais que fueron los únicos que lograron conformar una lista de coalición interpartidista, que permite las normas legales, y quedó inscrita como la “lista de la decencia”.
Obviamente el debutante partido de las Farc y de pronto el Partido Somos, que antes se denominaba Alas, que fue el mismo que varios años atrás constituyó una alianza electoral para las corporaciones políticas con el antioqueño y ramista Equipo Colombia.
De resto, de los otros colectivos como son Todos somos Colombia, Unión con Fortaleza, Sí se puede y Colombia Justa Libres, es poco lo que se sabe, pero cumplieron con los requisitos para hacerse contar en las urnas senatoriales y que se exigen para las listas que se inscriben con el respaldo de grupos significativos de ciudadanos, o sea, por firmas.
La Registraduría Nacional del Estado Civil informó que de los 2.957 candidatos que se inscribieron hasta el pasado 11 de diciembre, quedaron finalmente inscritos 2.736 luego de culminar el periodo de modificaciones por renuncias o no aceptación de las candidaturas, de los cuales 943 aspiran a ocupar una curul en el Senado. O sea, que desde ya se sabe que se quemarán 841 aspirantes.
La inscripción de los candidatos respaldados por grupos significativos de ciudadanos está sujeta a la verificación de las firmas de apoyo que realizará la Dirección de Censo Electoral de la Registraduría. Por su parte, las inscripciones de candidatos respaldados con el aval de un partido o movimiento político quedaron en firme desde el lunes 18 de diciembre, fecha en la que venció el período de modificación de inscripciones.
Además la Organización electoral ya envió la lista de los candidatos inscritos al Senado a la Procuraduría General de la Nación, a la Fiscalía General de la Nación y a la Contraloría General de la República para que verifiquen sobre inhabilidades de los candidatos. De acuerdo con el artículo 31 de la Ley 1475 de 2011 “cuando se trate de revocatoria de la inscripción por causas constitucionales o legales, inhabilidad sobreviniente o evidenciada con posterioridad a la inscripción, podrán modificarse las inscripciones hasta un mes antes de la fecha de la correspondiente votación”.
Según el calendario electoral para la elección del Congreso, hasta el 28 de febrero de 2018 se podrán inscribir nuevos candidatos en caso de muerte o incapacidad física.
Contrario al hecho de que las listas para la circunscripción nacional aumentaron en siete planchas, en el caso del ámbito indígena disminuyeron a la mitad al pasar de catorce en el 2014 a sólo siete ahora.
Las dos curules nativas las disputarán la Autoridad tradicional Casiyouren, el Movimiento Indígena Ambiental (Mía), el Movimiento Político Soberanía, la ASI, Mais, la Renovación Étnica de Colombia (Raíces) y Aico.
De los 16 partidos de la circunscripción ordinaria, cinco de ellos participan con listas sin voto preferente. Son La Unión con Fortaleza, Sí se pueden, Somos, Colombia Justa Libres y las Farc.
Entre los once partidos con voto preferente únicamente seis inscribieron los cien candidatos posibles que permite la lista. Fueron los verdes, los conservadores, Todos somos Colombia, los liberales, Opción Ciudadana y la coalición Lista de la decencia.