Mientras tanto, el Gobierno liderado por Daniel Ortega, el sector privado, los estudiantes y la sociedad civil adelantan un diálogo nacional con la mediación de la iglesia Católica para dar solución a la crisis.
Al menos 61 personas han fallecido en un mes de protestas contra el presidente Daniel Ortega en Nicaragua, informó este viernes el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).
La mayoría de las personas perecieron durante hechos violentos ocurridos entre el 18 y el 22 de abril pasado, en las sedes y cercanías de la Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli) y la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), según el Cenidh, que únicamente confirma las muertes una vez que constata la existencia del cuerpo y la denuncia de los familiares.
Otras organizaciones humanitarias han informado que la cantidad de fallecidos es de al menos 65.
La mayoría de manifestantes que perdieron la vida son estudiantes universitarios y jóvenes, aunque también se cuentan dos adolescentes, dos policías y un periodista.
Casi todos los muertos fueron víctimas de la Policía Nacional, de la Juventud Sandinista, o de las fuerzas de choque afines a Ortega, según las organizaciones defensoras de los derechos humanos, que han llamado la acción como una "masacre estudiantil".
Este mismo viernes la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) inició una misión de trabajo de cuatro días para investigar las faltas infringidas a la población durante cinco semanas de protestas.
La crisis en Nicaragua se inició hace un mes con multitudinarias manifestaciones a favor y en contra de Ortega, que comenzaron con protestas en oposición a unas reformas a la seguridad social y que continuaron debido a las víctimas mortales de los actos represivos.
El diálogo nacional entre el Gobierno, el sector privado, estudiantes y sociedad civil, con la mediación de la iglesia Católica, tiene como objetivo intentar superar la crisis en Nicaragua.