Fiel a su carismático estilo, el entrenador español atendió su primera rueda de prensa en Guarne y este miércoles dirigirá su primera práctica al frente del equipo.
A sus 51 años, Juan Manuel Lillo asume por segunda vez como técnico en el fútbol colombiano luego de su paso por Millonarios, durante el cual vivió un período entre sombras y luces.
Honrado por la oferta de las directivas Verdolagas, Lillo habló del compromiso con Atlético Nacional y contrario a sus tradicionales diatribas que muchos esperaban el español comenzó su intervención con cautela de hablar más de la cuenta pero consciente del reto que enfrenta en el equipo antioqueño. “Pocos preámbulos voy a hacer porque los hechos dicen y hacen. Hasta que no empecemos a caminar, todo se va a quedar en palabras lindas. No se pueden prometer cosas, hay que hacer y listo, vamos a echar a andar”, aseguró el español, quien estuvo acomopañado por su cuerpo técnico conformado por su preparador físico Jorge Ramón Muñoz y el asistente Iñigo Domínguez, apoyados además con Carlos Tabares, preparador físico del club y el grato regreso de René Higuita como preparador de arqueros.
Sobre el estilo de juego, Lillo aseguró que conservando la esencia natural de un equipo obligado a ser protagonista se van a implementar algunos conceptos tácticos porque también van a cambiar varios intérpretes, haciendo referencia a la partida de algunos jugadores y la llegada de otros pedidos por él mismo. "La idea tiene que ver con la capacidad de los jugadores, uno se tiene que adecuar a lo que tiene. Siempre hay que aumentar la posibilidad de ganar. Si tenemos la pelota la mayor cantidad de veces en el área rival será fundamental, claramente el rival también lo quiere hacer. Esperaremos tener al rival pasando lo peor posible, el reglamento te exige hacer mayor cantidad de goles que el rival. Más que jugar a los puestos, hay que hacer el juego dependiendo de los jugadores que se tengan. El rival determina eso sabiendo cómo me quiero imponer a él y buscando como le puedo generar dolor, evitando que él me lo marque a mí", detalló el entrenador vasco.
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Precisamente sobre la partida y llegada de jugadores Lillo le tiró la pelota a la comisión técnica, afirmando que antes de su llegada ya las directivas tenían adelantados esos temas, aunque el mismo presidente Andrés Botero manifestó que estaban a la espera de que Lillo llegara para definir el asunto de fichajes.
Eso sí, evitó comprometerse con títulos, desmarcándose de entrada a lo que fue la presentación de su antecesor Reinaldo Rueda quien desde la rueda de prensa en su presentación manifestó que su objetivo en Nacional era ganar la Copa Libertadores y dominar tanto el torneo local como el continente. Y cumplió.
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Lillo, sin embargo, dejó claro que está consciente del contexto al cual llega. "Vengo al equipo campeón, el problema lo tienen los otros. Si es campeón, creo que hay con que más allá de las modificaciones. El equipo está bien, se puede mejorar, claro, de hecho se pudo haber traído un técnico mejor que yo. Todo se puede hacer mejor", soltó Lillo a la prensa y quien este miércoles tendrá su primer encuentro con la plantilla, de la cual sólo está confirmada la salida de Cristian Bonilla a Equidad, Francisco Nájera, Alejandro Bernal al América y Farid Díaz a Olimpia de Paraguay.
Aún se espera por la llegada de algunos jugadores; el lateral izquierdo Cristián Mafla proveniente del Bucaramanga está a una firma, mientras aún se trabaja en el regreso de Camilo Zuñiga, cuyo tema salarial aún está lejos de un acuerdo y un volante que complemente a Macnelly tipo Alejandro Guerra, según manifestó el mismo entrenador.
Ahora sólo queda ver si a partir de ese miércoles Lillo logra materializar al fin todo su conocimiento en éxitos deportivos con un equipo al que no le sirve nada diferente a la gloria.