La tragedia producida en el 2011 dejó 57 muertos en el peor accidente nuclear desde Chernobyl.
El juicio contra tres exdirectivos de la operadora de la central de Fukushima dio comienzo en Tokio, en lo que supone el primer procesamiento penal de unos responsables de la planta por no haber tomado las medidas necesarias para evitar el desastre nuclear de 2011.
Durante la primera sesión del juicio, celebrado en el Tribunal del Distrito de la capital nipona, los tres exdirectivos de Tokyo Electric Power (Tepco) se declararon inocentes de los cargos de los que se les acusa, según la agencia nipona Kyodo.
"Pido disculpas por las consecuencias de este accidente tan serio", afirmó uno de los procesados, Tsunehisa Katsumata, de 77 años y presidente de la compañía en el momento del accidente, aunque añadió que "era imposible de predecir", en declaraciones recogidas por Kyodo.
La acusación considera que el accidente en Fukushima, cuyos reactores sufrieron fusiones parciales tras perder el sistema de refrigeración, expuso a aquellos que residían alrededor a emisiones muy radiactivas.
Además, hace responsable a los directivos -el propio Katsumata y los exvicepresidentes Sakae Muto, de 67 años, e Ichiro Takekuro, de 71- de que trece personas, incluidos trabajadores de la planta y miembros de las fuerzas armadas, resultaran heridas tras el accidente y que 44 murieran tras ser evacuadas de un hospital donde estaban ingresadas.
Este juicio, que se prevé que dure al menos hasta principios del año próximo, busca determinar la responsabilidad de los ejecutivos y comprobar si habría sido posible evitar el accidente nuclear, el peor desde el de Chernóbil (Ucrania) en 1986, que aún mantiene desplazadas a miles de personas que vivían junto a la planta.
Una investigación de propia Tepco ya avisó en 2008 que, de producirse un terremoto de 8 grados en la escala de Richter cerca de la costa de Fukushima, la planta nuclear podría ser alcanzada por un tsunami de más de 15 metros, según la investigación judicial.
Así, el juicio se centrará en comprobar si estos tres exdirectivos conocían los riesgos y, de ser así, determinar por qué no se tomaron medidas para garantizar la seguridad.
Por su parte, la organización ecologista Greenpeace celebró el inicio de este juicio, al que considera un "paso histórico para lograr justicia" para los supervivientes del desastre nuclear, según un comunicado difundido este jueves por el grupo.
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