La verdad, como siempre, sólo la dirán los ciudadanos en la única encuesta cierta: la de las urnas.
Convertidos en una forma inesperada de elección primaria, impulsada por la consulta entre los dos aspirantes a la Presidencia con mayor fuerza y el apoyo de los partidos políticos a los candidatos presidenciales, los comicios del 11 de marzo han acelerado la competencia por ganar la primera vuelta o las presidenciales en ella, mostrando los candidatos viables y la necesidad de alianzas entre quienes ven tambalear sus aspiraciones. Tras ellas, han comenzado agrupamientos sobre afinidades programáticas o históricas, e incluso por necesidad o conveniencia.
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En perspectiva de entender los agrupamientos posibles, publicamos el infográfico que recoge las ideas de los cinco candidatos cuya viabilidad está demostrada, o que están obligados a permanecer en la liza toda vez que enarbolan las banderas de sus partidos, o alianzas interpartidistas, después de haberse sometido a consultas populares. También incluimos los candidatos o partidos necesitados de buscar alianzas, y reconocimos sus afinidades con las cinco prioridades de cada candidato viable. Al verlo, los lectores pueden comparar y aprovechar esta base para seguir las alianzas en que se están agrupando los múltiples candidatos, y valorar qué tan programáticas son.
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En la tarde del viernes quedó cosida la alianza de los candidatos, y excompañeros de gobierno, Germán Vargas Lleras y Juan Carlos Pinzón Bueno. Paradójicamente, mientras algunos los tildan de “traidores” del gobierno actual, otros los ven como los candidatos "ocultos" del presidente Santos. Llegan con el capital político de Cambio Radical, partido que alcanzó la segunda votación a Senado y la tercera a Cámara. Tienen, además, la esperanza de seducir al partido de la U, donde ya cuentan con el respaldo de Mauricio Lizcano, así como de los conservadores santistas, liderados por Efraín Cepeda y Hernán Andrade, e incluso pueden seguir aspirando a mantener la simpatía que les ha mostrado el sector liberal que sigue a Juan Fernando Cristo, que corre el riesgo de violar sus obligaciones legales por ser participante en la consulta, ilegítima, de su partido.
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Más difícil es el panorama para los candidatos que más presiones públicas reciben para que se alíen: Humberto de la Calle y Sergio Fajardo. Por las exigencias de la Ley 1475 en su artículo 7, De la Calle no puede retirar su aspiración, que nació débil por su ínfima votación en la consulta y se deslegitimó aún más por el contraste de la amplia votación del partido al Congreso, así como con la batalla entre las dos casas que ahora se pelean el manejo de la Dirección Nacional. En estas condiciones, el candidato liberal apenas alcanza a aspirar a la adhesión de Piedad Córdoba, si ella no se une a Petro, y a los votos que promete Roy Barreras, que también coquetea con Sergio Fajardo. El candidato de la alianza del Polo, el partido Verde y Compromiso Ciudadano tiene dificultades para aproximarse al liberalismo, mientras tiene que resistir dificultades propiciadas por el sector de Ángela Robledo e Inti Asprilla que ha filado con Petro, reclamando una alianza imposible por razones ideológicas y legales.
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Con los 2’853.731 votos que obtuvo en la consulta del 11 de marzo y la agónica votación de la lista de los “decentes” Gustavo Petro se acerca al tope de sus posibilidades de crecimiento hacia la primera vuelta. En sus actuales circunstancias, aspira a acrecentar el apoyo de los Verdes que sedujo al designar a Ángela Robledo como vicepresidenta y, tal vez, al apoyo de las Farc, aunque le puede ser difícil confesar el respaldo de un partido que carga con las fallas de una pésima reincorporación sin verdad, justicia, reparación y garantía de no repetición.
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Iván Duque llega a la primera vuelta con la importante votación obtenida en la consulta de la Alianza por Colombia, 4’044.509 sufragios, muy lejana del “empate” con Petro que predijeron la mayoría de las encuestas. Porta, además, el respaldo del Centro Democrático, partido más votado para Senado y segundo para Cámara de Representantes, así como con el de los conservadores históricos -las casas Pastrana y Gómez Hurtado- además del sector representado por Alejandro Ordoñez. Al candidato Duque le coquetean congresistas elegidos por el partido de la U y sectores independientes, lo que indica que su aspiración puede seguir creciendo alentada por el deseo de muchos de sus seguidores de que alcance la victoria en la primera vuelta presidencial. Pero la verdad, como siempre, sólo la dirán los ciudadanos en la única encuesta cierta: la de las urnas.
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