Argentinos y rusos dejaron mucho qué desear en el juego preparatorio que disputaron este sábado.
Argentina y Rusia inauguraron este sábado el renovado estadio Luzhnikí en un partido en el que la Albiceleste ganó por 0-1 con gol de Sergio 'Kun' Agüero en la postrimerías del encuentro, pero dejó muchas dudas de cara al Mundial.
El sufrimiento de las eliminatorias sudamericanas ya es historia, pero la selección argentina no parece haber superado el trauma de verse en peligro de perderse la Copa, ya que el juego demostrado no es propio de un equipo que aspira a levantar el trofeo.
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No fue un gran partido, pero sirvió para convencerse de que el Luzhnikí, que conserva la vieja fachada del histórico estadio Lenin, es el escenario ideal para el partido inaugural y la final de la Copa Mundial.
Casi 80.000 espectadores acudieron a la cita, en su mayoría para ver en vivo al barcelonista Leo Messi, que en 2009, cuando la Albiceleste era dirigida por Diego Armando Maradona, no pudo jugar por lesión.
El astro barcelonista no estuvo muy acertado, pero tampoco defraudó, ya que lo intentó y sembró el pánico en la defensa rusa cada vez que recibió el balón en tres cuartos, aunque estuvo muy marcado.
Argentina se enfrentará el martes a Nigeria en la ciudad rusa de Krasnodar, mientras los rusos se verán las caras ante España el mismo día en San Petersburgo.