¡Diantres! Siguen llegando a ojos y oídos de compatriotas, las malhadadas y pertinentes quejas sobre presencia y reproches por comportamientos “non sanctus” de personas naturales, en el diario ajetreo nacional. Con la venia de los lectores, he de citar algunos, responsables y serios:

Motiva y regocija saber que el ministro de Justicia y del Derecho Enrique Gil B, se ha referido: “a nuevas medidas para implementar la jurisdicción especial para la paz, el Plan decenal de justicia, la lucha contra la corrupción, la formación profesional de abogados”, entre otros temas. Ámbito Jurídico de 22/IV/2017.

1. En Colombia, las denuncias sobre corrupción, deben hacerse, sin tapujos, nítidamente, aunque impliquen, en algunos casos, ciertos riesgos, que deberán comentárseles anticipadamente a las autoridades policivas. Y estimulante, que en el Congreso cursan varios proyectos de ley para combatir la corrupción. Y de oportuno y eficaz será, un Ministerio para luchar contra ella. Han de  ser, presumimos, rígidas normas las que han de proteger a los jueces, inmunes a los alarmantes embates de la corrupción, que puedan afectar otras ramas del Poder Público.

2. Las ofensivas de la Fiscalía contra la corrupción, siembran un poco de confianza sobre el futuro de bienes potenciales o reales de los compatriotas: ya tiene documentados 10 casos en los que se han detectado graves problemas de corrupción, con recursos del programa de Alimentación Escolar y además,” ha dejado saber que tiene 475 personas vinculadas en procesos reales y en que las pérdidas para el Estado, se acercarían al BILLÖN Y MEDIO de pesos. El Tiempo 15/V/2017.

3. Y agrega que tiene “a más de 400 personas que responderán por delitos como 1, peculado, 2, enriquecimiento ilícito y, otras falsedades”. El Tiempo 15/V/2017. En todo caso, son los jueces quienes al final de las investigaciones, definan si cometieron delitos o no.

¡Quién lo creyera! La Fiscalía ha judicializado a funcionarios investigadores, vinculados a supuestos hechos de corrupción.

4. ¡Qué tristeza! La misma Institución ha judicializado a funcionarios del ente inquisidor y despachos judiciales, vinculados a supuestos hechos de corrupción. Como nos lo dijo un colega, “los jueces deben ser inmunes a la corrupción. La preparación académica, la responsabilidad, la transparencia, la diligencia, la prudencia, la justicia y la equidad personales y profesionales, deben estar siempre en los cerebros de los ejecutores de las normas punibles”.

¡Quiera Dios que los administradores de justica nacionales, estén siempre laborando con sana fe y apliquen las leyes, en estos casos, las penales, por los senderos del deber!

JUSTICIA: esa convivencia humana - igualdad en los miembros de la sociedad -, tanto en la sumisión a las leyes, como en el reparto de los bienes comunes.