Una agradable visita de alumnas de undécimo de un colegio, me dejó muchos puntos para reflexionar.
1.
Los siguientes vocablos solo son correctos cuando se usan con una forma única: algo, alguien, cada, más, menos, nada, nadie.
Pero, “CADA”, acompaña a sustantivos masculinos o femeninos en singular (cada hombre, cada mujer), y, en plural, cuando a dichos nombres les precede un numeral cardinal, ejemplos: cada tres meses; cada siete metros.
2.
Los adverbios a donde y adonde se pueden emplear indistintamente con el mismo sentido.
Según la Ortografía de la lengua española, los adverbios relativos de lugar: a donde y adonde, que expresan la dirección de un movimiento, son formas correctas, tanto si está expreso el antecedente: No recuerdo la sala adonde nos llevaron, como si no lo está: Vamos a donde nos lleve la señal. De igual manera, se aceptan estas dos grafías para los adverbios interrogativos o exclamativos adónde y a dónde. ¿A dónde vas? ¿Adónde vas?
3.
El verbo licitar es válido, tanto con el significado de ‘participar en una subasta o concurso públicos’ como con el de convocarlos.
El ‘sistema por el que se adjudica la realización de una obra o un servicio, generalmente de carácter público, a la persona o empresa que ofrece las mejores condiciones’ se llama en español licitación; de quien se presenta a este tipo de concursos se dice que licita, y de la autoridad que hace la convocatoria, que saca a concurso (público), se dice que saca a licitación o, también, que licita la obra o el servicio de que se trate.
Este último empleo de licitar se halla registrado en la vigesimotercera edición del Diccionario de la lengua española.
Lea también: Revisemos algunos términos en pro de su empleo correcto
NOTA: Esta recomendación sustituye a una redactada antes de la publicación de la vigesimotercera edición del Diccionario académico, pues las ediciones anteriores no registraban el uso de licitar con el significado de ‘sacar a subasta o concurso públicos’.
4.
El acrónimo alargascencia, creado a partir del verbo alargar y la terminación del vocablo obsolescencia, es válido para nombrar tanto al movimiento como a la acción que buscan aumentar la vida útil de los productos, y reducir el consumo de recursos naturales.
Este neologismo ha sido creado por la asociación Amigos de la Tierra para aludir a una iniciativa destinada a evitar - mediante una red de reparaciones o trueques - que los productos queden obsoletos o inservibles, y reducir así, el consumo de recursos naturales.
Además, por contraposición a la obsolescencia programada, es decir, al agotamiento y fin de un artículo, calculado de antemano por el fabricante, para aumentar su venta y consumo, la palabra alargascencia puede hacer referencia: a la propia fabricación de productos, sin reducción funcional predeterminada, y también a la intención de alargar la vida útil de los mismos.
Frases válidas: “Para combatir ciertas situaciones, ha nacido la alargascencia”. “En su defensa de la alargascencia, ‘Amigos de la Tierra’ facilitará un directorio de establecimientos de reparación”.
No es necesario resaltar el término con cursiva ni con comillas.
Además: ¿Cuánta efectividad tienen nuestras palabras?
5.
Voto de protesta, o: voto protesta son expresiones válidas. Tanto voto protesta como voto de protesta son adecuadas y no presentan diferencias de significado, sino de construcción en la frase: en el primer caso, de protesta, es complemento del nombre, mientras que, en el segundo, protesta, actúa como un sustantivo en aposición, al igual que en canción protesta, entre otras.
Tal como señala la Gramática académica, es posible combinar dos sustantivos de modo que el segundo de ellos exprese la función del primero, como: hombre modelo; buque escuela. En el caso de voto protesta, el segundo elemento expresa el objetivo del voto; de modo similar a la forma ya aceptada: canción protesta; por lo tanto, es correcto.
En el caso de que se opte por esta última forma, no es apropiado interponer un guion entre las dos palabras (no: voto-protesta) y no es necesario destacar la expresión en cursivas ni entrecomillarla (no: “voto protesta”).
Esto mismo es extensivo a las expresiones voto de castigo - voto castigo.
Esta recomendación sustituye a una anterior que ha sido revisada por la RAE para dar por igualmente válidas las dos formas.
6.
Una agradable visita de alumnas de undécimo de un colegio, me dejó muchos puntos para reflexionar. Las escuché atentamente en mi casa, preguntaron mucho, pero también hablaron y cimentaron sus inquietudes y puntos de vista. Parte del conversatorio fue acerca de los valores.
Para ellas escribo algunos de los llamados “valores”: amistad, honestidad, prudencia, confianza, humildad, respeto, cortesía, liderazgo, serenidad, fidelidad, moderación, sinceridad, gentileza, obediencia, gratitud, paciencia, solidaridad…..
Cada persona, según su formación y sus ideales y sus experiencias, irá recogiendo y seleccionando sus propios valores, por lo cual, la lista no tendrá fin.
(Sobre lo que opinaron de los antivalores, hablaremos en otra nota).