El conversatorio Región y Paz fue llevado a cabo este jueves en Medellín con la presencia del expresidente Ernesto Samper, el vicepresidente Óscar Naranjo, el gobernador de Antioquia Luis Pérez y el representante de las Farc Pastor Alape.

El evento, que fue organizado por la iniciativa Unión por la Paz, sirvió como escenario para hacer diferentes apreciaciones sobre cómo se está llevando a cabo el proceso en el Departamento, el acompañamiento que debe haber a las familias con cultivos ilícitos y el papel de la ciudadanía en este tema.

Al lanzar la iniciativa Unión por la Paz, el expresidente Ernesto Samper destacó el papel abanderado que lleva el Departamento en la construcción de caminos de reinserción y reincorporación social de los desmovilizados de las Farc.

“Nadie necesita permiso para venir a Antioquia a hablar de paz y aquí estamos trayéndole una iniciativa de ciudadanos comprometidos a buscar la paz para Colombia a través del seguimiento de los acuerdos de La Habana y de los actualmente estudiados con el Eln en Quito”, expresó Samper Pizano.

El exmandatario Samper Pizano agradeció al gobernador su compromiso con la construcción de la paz y destacó su simpatía con los postulados del gobernante antioqueño de regionalizar la paz. También anunció un principio de acuerdo entre el vicepresidente, el gobernador y el delegado de las Farc, para que se convierta a Antioquia en un proyecto modelo de regionalización del posconflicto.

A manera de refrendación de esta decisión, Pastor Alape expresó que “las Farc habían escuchado al gobernador Luis Pérez y encontraron más coincidencias que diferencias, hecho que demuestra que se necesita más diálogo. La paz es la posibilidad de hacer un nuevo país, donde se pueda construir en la diferencia”.

En ese sentido, estas afirmaciones concuerdan con las propuestas presentadas por el gobernador en su plan de trabajo por la construcción de una paz con orden y disciplina, que resume en cinco planteamientos.

En primer lugar, las Farc deben salir de las zonas de normalización en condiciones dignas que permitan el desarrollo de estas personas; segundo, la construcción de la paz necesita "meterle" más ciudadanía al proceso. La comunidad debe apropiarse del mismo para garantizar su desarrollo.

En tercer lugar, se debe enfrentar el tema de los cultivos de coca. 7.800 familias cultivadoras, transformadoras y comercializadoras del producto merecen que se les tenga en cuenta para la sustitución de cultivos ilícitos, con estrategias que les permitan mejorar su calidad de vida.

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Y cuarto, la Gobernación avanza en la conformación de las vicealcaldías de Seguridad, entes que contarán con Cuerpos de Paz, grupo de profesionales de alto desempeño que apoyarán las funciones de los vicealcaldes. Además, la estrategia de recuperar las zonas de normalización que en conjunto con Briceño ocupan los territorios del narcotráfico, espacios que deben ser recuperados por la institucionalidad.

Estas líneas de trabajo fueron recogidas por el vicepresidente Oscar Naranjo, quien anunció para próximos días la realización del Consejo Nacional de Reincorporación en Antioquia, para empezar a desconcentrar esas capacidades de construcción de paz y dejar que sean las regiones y sus mandatarios los que construyan sus propios planes.

Mostró el vicepresidente su consenso con la propuesta de Pérez Gutiérrez “de meterle ciudadanía a la paz: La voz ciudadana debe ayudar a corregir y a implementar los acuerdos”. Sobre las observaciones del gobernador Pérez Gutiérrez, destacó la amenaza que plantea el narcotráfico en el camino de la paz y se mostró complacido con el propósito regional de proteger a las familias productoras y acompañarlas en la transición hacia los cultivos lícitos. Por otra parte, el vicepresidente Naranjo anunció un tratamiento prioritario para acompañar a las 7.800 familias cultivadoras del departamento en su proceso de sustitución de cultivos.

Sobre la recuperación de las zonas veredales indicó que se adelantará un gran esfuerzo para que infraestructura pública lleve allí una oferta clara de seguridad y de justicia. Para esas zonas se llevará presencia permanente de la policía, con enfoque comunitario de acompañamiento a estas personas. Cabe destacar que en este conversatorio se determinó que Antioquia sería el proyecto modelo de regionalización del posconflicto.

A manera de conclusión pidió al mandatario Pérez Gutiérrez avanzar en el tema fundamental de la descentralización del posconflicto e insistió que en la Gobernación de Antioquia próximamente sesionará el Consejo Nacional de Regionalización y se activarán los comités territoriales de reincorporación.

Creación de vicealcaldías

El gobernador anunció en el mismo evento que se crearán vicealcaldías de seguridad con cuerpos de paz en los cinco municipios de Antioquia que cuentan con zonas transitorias para las Farc, los cuales son Remedios, Anorí, Dabeiba, Vigia del Fuerte, Ituango y Briceño como parte del plan piloto y el último por haber sido intervenido por el programa del Gobierno Nacional para la sustitución voluntaria de cultivos ilícitos.  

Esta estrategia se lleva a cabo según Pérez con la finalidad de dar garantía la seguridad de los territorios afectados por el conflicto y la violencia, en este proceso de posconflicto que atraviesa el país en estos momentos, por cuenta de la implementación de los acuerdos de paz de La Habana.

El alcalde Federico Gutiérrez no asistió

El mandatario de la capital antioqueña no se hizo presente en el conversatorio sobre le paz, situación que cuestionó el expresidente Ernesto Samper, pues según él en días pasados se habría comunicado con Gutiérrez para solicitar su asistencia con el fin de que expusiera sus razones, inquietudes u opiniones sobre la implementación del proceso de paz.

En ese sentido lamentó que Gutiérrez “no tuviera tiempo para la paz”, que este tema no era ajeno a ningún gobernante y que por tener diferencias con el proceso no debía alejarse.

Entre tanto, el alcalde Federico Gutiérrez respondió a las declaraciones de Samper que éste no “tenía autoridad” para hablar del tema y que no se sentaría con Pastor Alape porque las Farc no “le están cumpliendo al país”.