La disposición de los residuos peligrosos, provenientes del sector industrial y hospitalario, es uno de los temas más sensibles en cuestión de salud pública que afronta el país.

Según cifras del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), el crecimiento de  residuos peligrosos en Colombia se ha duplicado en cuestión de una década, pasando de 300 toneladas al día en el 2008 a 660 en 2018. Es decir, se ha presentado un incremento anual de 8.2%.

Para el ingeniero Químico y Magister en Biotecnología Carlos Andrés Ardila, la importancia de una correcta disposición de residuos peligrosos se traduce en un beneficio para el medioambiente y la salud pública, pues de liberarse al ambiente sin ningún tipo de precaución podrían generar afectaciones de riesgo químico o biológico.

“Por ejemplo con el mercurio en las lámparas se pueden contaminar las fuentes hídricas y por ende la salud humana. En el caso del riesgo biológico, hay agentes microbiológicos que pueden causar hepatitis A o B, o diferentes estafilococos”, explicó Ardila.

Precisamente, el Grupo Asei, encargado de un poco más del 50% de mercado de gestión de residuos peligrosos en Antioquia, reportó que en el 2017 trató 3.000 toneladas de residuos industriales y 5.000 de residuos provenientes del sector salud, estas últimas corresponden al 65% de las IPS del departamento gestionadas por la red Biológicos y Contaminados.

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Gustavo Del Toro Vélez, gerente general del Grupo Asei, manifestó que se ha contado con un gran avance en este tema, pese a que todavía “tenemos parte de residuos peligrosos que van a los rellenos sanitarios por culpa de la informalidad”.

Del Toro confirmó que Antioquia genera cerca de 82 toneladas de residuos peligrosos al día, donde por lo menos 45 de ellas son producidas en el Valle de Aburrá. Y pese a que en comparación a las 2.500 toneladas que Medellín recoge en material ordinario, son cifras elevadas debido a los riesgos mismos de estos componentes químicos o biológicos.

El Grupo Asei desarrolla el tratamiento de estos desechos en su mayoría con procesos de desactivación, que consiste en eliminar todos los agentes contaminantes y posteriormente se trituran para disponerlos en rellenos sanitarios. Asimismo, se incineran en hornos industriales que producen hasta 1.200 grados Celsius y que por sus procesos de lavados de gases emiten menos de 8 microgramos por metro cúbico de material particulado.

“Al año logramos recoger más de 10.000 toneladas en el país, aportándole al medioambiente y la generación de más de 250 empleos directos y 2.900 indirectos”, indicó Del Toro.

Asei fue la primera empresa que comenzó a procesar los desechos industriales y hospitalarios en planta de incineración en el país. Hasta 1993 los residuos peligrosos en Colombia llegaban a los rellenos sanitarios generando un fuerte impacto en el medioambiente y en la proliferación de enfermedades.