De este sucio negocio tenemos que recordar a Pablo Escobar y a los hermanos Ochoa, quienes lograron desarrollar un colosal negocio para llevar drogas a los Estados Unidos
Por allá en 1900 el consumo de ‘drogas’ era normal y aceptado pues hasta el escritor Porfirio Barba Jacob escribió sobre las maravillas de su uso y en los sectores aristocráticos se hablaba de ‘brumas de opio y aromas de café’, pero sólo en 1941 se prohibieron los cultivos de marihuana y en 1947 los de coca.
La demanda internacional se desarrolló entre los años 1968 y 1978. Por esas épocas también existían contrabandistas de cigarrillos que se convirtieron en negociantes de la marihuana y del opio. Los exportadores de coca tenían que comprar las drogas que venían desde el Ecuador y Bolivia. De este sucio negocio tenemos que recordar a Pablo Escobar y a los hermanos Ochoa, quienes lograron desarrollar un colosal negocio para llevar drogas a los Estados Unidos.
Los narcotraficantes colombianos se convirtieron en multimillonarios que ostentaban sus enormes riquezas con apariencias exóticas y ridículas. Fue algo espantoso que los gobiernos de Pastrana y López no pelearan con los altos contrabandistas pero luego el gobierno de Estados Unidos trató fuertemente de reprimir el auge de las drogas.
Por allá en 1974 terminó el llamado Frente Nacional, lo que hizo que se enfrentaran candidatos liberales y conservadores pero resultó ganando la corriente del conservatismo y perdió el liberalismo mientras el país entero se hundió en un caos.
Luego siguió el gobierno de Alfonso López que sí orientó para corrientes económicas, lo que se llamaba el ‘avance social’, que tenía tendencias al comercio internacional. Al mismo tiempo progresaban las guerrillas como las del M19. Poco después Belisario Betancur encabezó un gobierno respaldando nuevos horizontes y criticando el imperialismo internacional, incluso defendiendo procesos revolucionarios en Centroamérica. Luego hizo algo maravilloso como fue aprobar la extradición a los Estados Unidos de narcotraficantes, al mismo tiempo que permitía que mil quinientos guerrilleros salieran de las cárceles sin que esos grupos entregaran las armas, pero sí logró una tregua con el M19, acuerdo que hizo declarar a la guerrilla que abandonaría el plan de los secuestros.
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Cosa curiosa fue que en 1983 la Farc aprobó un plan de cambiar sus estrategias de guerra usando simplemente vías de insurrección y se iniciaran en el país nuevas políticas que se presentaban mientras los liberales y conservadores se disputaban. Esto coincidió extrañamente con que la Iglesia católica dejara de aliarse con el conservatismo.