Es necesario reflexionar, estudiar y actuar sobre lo que significa ese constituyente propio de la ciudad de Medellín, su centro, a lo largo del desarrollo histórico, para comprender el resultado de todo ese proceso, con grandes contenidos y problemas, que juega un papel muy importante dentro del contexto urbanístico de tota el área metropolitana.

Tradicionalmente el centro ha sido esa área localizada en el interior de la ciudad, que contiene las actividades que requieren un contacto inmediato con zonas de mercadeo, trabajo, educación, sociales, religiosas y político administrativas en general.

Con los años, su área va siendo cada vez menor en proporción con el total del área urbana, porque su crecimiento es más específico y limitado por aspectos de tipo económico.

Es oportuno recordar la teoría del desarrollo urbano, que plantea encerrar los centros de las ciudades con los llamados anillos circulatorios, que buscan delimitar muy concretamente esos centros, para organizar la circulación vehicular y peatonal en una forma muy racional.

Como caso concreto, está lo logrado en buena hora en el centro de Medellín, en donde se buscó un mejor funcionamiento de la movilidad, con el diseño y construcción de la avenida Oriental, que logró estructurar dos anillos viales de circulación vehicular en esta ciudad.

Estos anillos están conformados por las vías que canalizan el mayor flujo de vehículos: el anillo vial exterior y el anillo vial interior, los cuales se complementan e interrelacionas por medio de ramificaciones viales.

El anillo vial exterior es el envolvente y el de más capacidad de volúmenes de tránsito vehicular y peatonal, con flujos de tránsito bidireccionales. Encierra lo que puede considerarse como el área del centro histórico de Medellín. Está conformado por la avenida Oriental, su prolongación sobre la calle 58, la avenida del Ferrocarril, y la calle 44 (San Juan).

El anillo vial interior, envuelve lo que podemos llamar el corazón de la ciudad, con tránsito unidireccional, y al interior de él está lo más representativo del centro histórico. Está conformado por la carrera Junín con sentido sur-norte, la avenida de Greiff con sentido oriente-occidente, la carrera 54 con sentido norte-sur y la calle 47 con sentido occidente-oriente.

Las vías complementarias de los anillos son brazos que los unen, ramificaciones que se desprenden del anillo interior: la prolongación de la avenida de Greiff; la prolongación de la calle 47; la prolongación de la carrera Junín, uniéndose al sur con la calle 44 (San Juan) y su prolongación hacia el norte por la carrera Palacé; la prolongación de la cerrera 54, con sentido norte sur, uniéndose con la avenida oriental (calle 58) y al sur con la calle 44 (San Juan).

Las alternativas de mejoramiento de la circulación en el centro de la ciudad, buscan devolverle este espacio a la ciudadanía con mejor calidad de vida a su

verdadero dueño: el peatón; reubicar el vehículo automotor y desestimular su llegada al centro; lograr la más adecuada convivencia vehículo-peatón.

Se debe complementar esto, con la racionalización del transporte público en el centro, mediante la prestación de un servicio que funcione en ambos sentidos por el anillo vial exterior, que permita a los usuarios del centro, aproximase a sus destinos finales.

Paralelamente, lograr que a quienes usan el vehículo particular para llegar al centro, se les facilite la forma de dejar sus vehículos en parqueaderos o estacionamientos en las zonas perimetrales del anillo exterior.

El pasado nos interroga sobre la necesidad de aplicar políticas novedosas para la movilidad en el centro de Medellín, buscando lo mejor para los usuarios que llegan allí con múltiples propósitos.